En las ceremonias de Sochi, se ocultó al socialismo, pero inútilmente, allí brilló el arte soviético

Los juegos olímpicos de Invierno en Sochi, se inauguraron y clausuraron con una gran demostración, de tecnología del espectáculo, en eso no fueron distintos, de otras inauguraciones Olímpicas de las últimas décadas, en  otros países.

Y no es cuestión  de medir, si fueron superiores, iguales o inferiores, a los  anteriores, la tecnología actual en electrónica y computación, le permite a los responsables de un espectáculo, múltiples posibilidades de expandir sus talentos,  independiente de la participación de artistas humanos.

Donde descollaron los rusos, fue sin duda alguna en la participación humana, en eso fueron superiores a todas las anteriores, habidas hasta el momento.

Y para eso contaron, con la participación de creadores, directores y artistas de talento,  provenientes de las escuelas y de los elencos de los espectáculos más famosos del mundo en su respectiva especialidad entre otros, los bailarines  del Ballet Kírov, Bolshoi, Perm , etc. y de los ballet folklóricos como el Berioska, Moiseiev, etc., de los coros  y solistas del teatro Bolshoi, los diseñadores de la ropa de teatro que han hecho famosos a los vestuaristas del Teatro Bolshoi, y de los artistas del Circo de Moscú, equilibristas, acróbatas aéreos, etc., y de los músicos de las orquestas sinfónicas de Moscú, San Petersburgo,etc.

Y desde luego de multitud de deportistas que como los soviéticos, ocuparon los podios durante decadas .

Esa riqueza artística, y deportiva,  que poseen los Rusos , la conservan todavía viva , gracias a que los 70 años del socialismo real, sin la división en clases sociales del Capitalismo ,les permitió incorporar a todos los niños y jóvenes de talento que así lo quisieran, en las diversas disciplinas artísticas y deportivas, haciéndose cargo el estado de la manutención y costo de la educación que siempre fue gratuita para todos.

Les permitió esos 70 años  en la que primaba el concepto de igualdad en  lo económico en el desinterés en la actividad artística y deportiva, totalmente dedicados a su actividad , con el trabajo, vivienda, educación, jubilación asegurada

Es evidente que estas dos decadas de involución al capitalismo  no alcanzaron aun a mellar esos talentos que se incorporaron durante los últimos años del Socialismo.

Pero el desinterés económico, que hacía que trabajaran por centavitos,  figuras internacionalmente famosas, del deporte y del arte, pues percibían un viatico y sueldo, equivalente al más bajo de un obrero occidental, sin que eso disminuyeran su interés, en representar a su  patria y triunfar en su disciplina deportiva.

Es demagógico y mentiroso, hablar  hoy del “espíritu olímpico”, creado por el aristócrata barón Pierre de Cubertin .

Con el capitalismo salvaje, enseñoreándose  por el mundo, sin la presencia de la URSS,  los deportistas famosos que atraen `

multitudes a los estadios, cobran salarios obscenos de millones de dólares, pagados por sus patrones, dueños privados de los clubes , que otrora pertenecían a organizaciones civiles sin fines de lucro en el Occidente o eran dependientes del Estado en la Unión Soviética.

Cuando el deporte, es uno de los negocios más lucrativos, que además cumplen con la función, de distraer a los jóvenes, de la degradación a la que son sometidos por el capitalismo, no se puede hablar de espíritu olímpico.

Pero es asi como el arte y la cultura, es degradado al nivel de negocio, utilizando la propagación del espectáculo, lleno de luces, de electrónica y computación , en perjuicio de la participación humana y sobre todo la participación  de contenidos, necesarios  para construir una conciencia objetiva, en este momento de la humanidad.

Momento en que el ser humano,  se enfrenta nos solo con la  continuidad de la explotación del hombre por el hombre, sino de la destrucción ecológica criminal, de la Naturaleza que lo contiene.

Las ceremonias de apertura y cierre,  de los Juegos Olímpicos de Sochi, tuvieron la virtud de mostrarnos , que gracias a la existencia del socialismo, un mundo sensible solamente a la belleza , al  arte y a las necesidades de sus creadores y portadores materiales , los seres humanos, es posible.



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Hersh Zakheim

Lic. en organización de Empresas Industriales. Politólogo graduado en la ex URSS

 HZ.virtud@gmail.com

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