La revolución Bolivariana y la jueventud venezolana

La estructura por edades de la Venezuela nos indica que este país posee una población extremadamente joven; aproximadamente el 50 por ciento de nuestro acervo demográfico está por debajo de los treinta años. Somos un país donde predomina lo juvenil y los de la tercera y cuarta edad somos una minoría.

Con esta estructura etaria ha venido lidiando la Revolución Bolivariana y lo va a seguir haciendo por muchos años más. Tal circunstancia, plantea a este joven proceso de cambios, problemas de una magnitud tal, que si no atina en su solución, comprometerá seriamente su viabilidad histórica, puesto, un gran caudal de los votos a los que aspira el Comandante en los comicios de octubre-7, están precisamente ubicados en el sector juvenil de la población venezolana. Por consiguiente, la dirección nacional del Proceso debe calibrar muy delicadamente este sector demográfico, puesto que, los enemigos de la Revolución han elegido a este sector juvenil como la presa de caza que hay que arrebatarle al gobierno bolivariano.

Nuestra experiencia en las aulas universitarias de este país nos ha permitido formarnos una idea del perfil de la población juvenil venezolana, sobre todo la que asiste a la Educación Superior. Entre los atributos más resaltantes de este sector social podemos indicar los siguientes:

1.-Predomina en una gran mayoría de este sector la salida facilista al trabajo y al estudio. Podemos afirmar que ha sido la juventud, el más afectado por la conciencia rentística-parasitaria del país.

2.-La juventud venezolana tiene aversión a la lectura, producto quizá de una mala formación en primaria y en secundaria. Prefiere la imagen a la letra. Por lo tanto, la ignorancia es su acompañante sempiterna.

3.-En materia musical, son adictos a la música de laboratorio producida por el imperialismo para idiotizar a los jóvenes: Rock, reggaetón, tecnomusic, etc.

4.-En materia de cine y Tv, son adictos a la cultura chatarra norteamericana, que les impone el consumismo, el individualismo, la pornografía, pero sobre todo la cultura del valor de cambio.

5.-En la aulas he encontrado alumnos que llegaron a la universidad gracias a las políticas inclusivas de este gobierno revolucionario y sin embargo, la mayoría de esos jóvenes se identifican políticamente con la derecha de este país.

6.-El apoyo que la Revolución tiene en gran parte de este sector no dudo de tipificarlo de clientelar. Este es sumamente peligroso, porque cuando la renta petrolera se achique hasta allí llegara el acompañamiento de la juventud venezolana.

7.-El trabajo político en este sector no lo evidenciamos con la fuerza necesaria para quebrar la cultura imperial; y menos aún cuando el Estado cuenta con medios de comunicación subutilizados que pueden servir como punta de lanza para penetrar nuestros sectores juveniles.

En atención a todo esto, pensamos que se deben implementar políticas que aúnen el trabajo y el estudio, que se ganasen a la juventud para el nutriente y gratificador oficio de leer. Sólo así podremos anidar una conciencia nacional revolucionaria, asentada en una cultura anti hegemónica en este país que va a seguir con la muchachera por incontables años venideros. Si creemos que con las armas de la cultura imperial podemos atraer a los jóvenes al Proceso, entonces esta Revolción está bailando en un tusero.

trompizvalles@hotmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2229 veces.



Humberto Tròmpiz Valles

Historiador y profesor universitario jubilado, especializado en historia petrolera de Venezuela.

 htrompizvalles@gmail.com      @trompizpetroleo

Visite el perfil de Humberto Trompiz Vallés para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: