Encuestas y predicciones 2012

No hay que ser adivino para predecir lo que va a ocurrir el 7 de octubre de este año. La obviedad de lo que sucederá en esas elecciones presidenciales es tan abrumadora, que nos enfrentamos a la campaña electoral más aburrida de nuestra historia democrática.

En efecto, de siete grandes encuestadoras que han dado a conocer sus informes, seis dan una ventaja de 25 puntos promedio al Comandante Hugo Chávez.

Las encuestas, como instrumentos de medición de variables cuantitativas y cualitativas, a través de parámetros científicamente definidos como válidos, son una herramienta de análisis muy útil, que, bajo determinadas condiciones constantes, sirven para analizar coyunturas específicas y prever escenarios posibles de acuerdo a tendencias que se desprenden de la evolución de las variables en cuestión.

Sin embargo, no haría falta citar encuesta alguna para saber lo que se respira en la calle: el triunfo demoledor de Chávez sobre la candidatura de la derecha.
Veamos por qué hacemos esta tajante aseveración.

Nuestra oferta electoral está encabezada por un liderazgo sólido, basado en una empatía sin precedentes entre el candidato y el pueblo, donde se da la comunión perfecta de intereses de las mayorías con el proyecto de país que proponemos.

Nuestro candidato es profundamente conocido por el pueblo, en sus actuaciones, su discurso, su disposición de entrega y autocrítica, y su carisma.

Nuestra opción cuenta con la organización política más poderosa, experimentada y aceitada para contiendas comiciales.

Nuestra propuesta está cargada de futuro cierto, de expectativas concretas que ya la gente palpa en los magníficos logros económicos, sociales, culturales y políticos que puede mostrar con orgullo la Revolución Bolivariana.

La otra oferta carece de liderazgo, no concreta un plan de país, y no consigue conectarse siquiera con su electorado potencial. He aquí una de las tragedias más duras de la oposición pro-imperialista, y la razón que nos lleva a predecir su desmoronamiento antes del 7 de octubre.

Cualquier candidato opositor debía contar con el apoyo decidido del antichavismo, el cual se movería a votar por el deseo visceral de sacar al Presidente. Esa es su obsesión motivadora.

Pues resulta que importantes sectores de derecha, no están motivados con la candidatura escogida por la MUD. En primer lugar porque la saben perdedora. En segundo lugar, porque los votantes de AD y Nuevo Tiempo, no se calan ser cola de Primero Justicia. Y en tercer lugar, porque la parte más extrema de la derecha no cree en el camino democrático para salir de Chávez.

Este escenario, evidente por demás, no significa que vayamos a descuidar las tareas políticas, organizativas y electorales necesarias para garantizar la victoria patria el 7 de octubre. Muy al contrario, hay que redoblar las energías y la vigilancia, por el carácter estratégico de esta elección, de la cual depende la permanencia del

Comandante Chávez al frente del Gobierno y la consolidación del proceso revolucionario, en nuestro rumbo definitivo al Socialismo.

caciquenigale@yahoo.es


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Yldefonso Finol

Economista. Militante chavista. Poeta. Escritor. Ex constituyente. Cronista de Maracaibo

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