Se lee hoy la información acerca de lo expresado por el Presidente Chávez:
“El máximo líder de la Revolución indicó que entre los nuevos valores que deben convertirse en norma para el partido socialista está que los alcaldes y gobernadores de la Revolución que estén en cumplimiento de funciones no deben dirigir coordinaciones o cargos de importancia dentro de esta organización”
Es de suma importancia esta norma, ya que el hecho que alcaldes y gobernadores ocupen puestos de importancia en el PSUV regional coarta la distribución del poder y limita la participación de los miembros.
Porque es bien sabido que alcaldes y gobernadores han presionado para ubicarse en puestos de mandatarios, o han presionado para colocar a su gente más allegada en curules. Por ejemplo, alcaldes del municipio capital de los estados tienen mayor opción ya que presionan a los miembros del partido, que son empleados y obreros de tal alcaldía, para llegar a ocupar el puesto de gobernador. O gobernadores que presionan para que sus familiares sean elegibles a diputados, u otros cargos regionales.
Además, se produce concentración de poder en alguien que es a la vez alcalde o gobernador y primer dirigente del partido en el estado. Lo que no permite el desarrollo de dirigentes regionales o nacionales. Y no puede atender todas las funciones a la que ha sido encargado. Se vuelve un megalómano, un terrateniente o latifundista político.
La responsabilidad regional debe ser estudiada y monitoreada, por la tendencia de los políticos a convertirse en caciques regionales y mandar más que un capataz. Deben ser cargos de elección interna regional, de remoción cuando no haya cumplido con las obligaciones que le han sido designadas, y de alternancia en el cargo para evitar un monarca regional.
Entre los pro y los contra, esto traerá una mayor participación de los dirigentes comunitarios, que muchas veces son relegados por los alcaldes, gobernadores y sus allegados no dejando espacio político para nuevos dirigentes o miembros del partido. Pues en muchos casos lo que hay es una sucesión del cargo político dejando por fuera a personas más luchadoras y capaces.
En consecuencia, esto ha traído malestar entre los miembros del PSUV, que se ha traducido en no ir a votar; con la consiguiente pérdida de una alcaldía, una gobernación, o un cargo de diputado.
Por otra parte, al disminuirse la posibilidad del monarca regional se puede evitar la soberbia del poder, ya muchos se han engolosinado en el cargo y no han atendido a los ciudadanos con el debido respeto, otros se han creído más de lo que son, esto es, unos servidores públicos.
Por último, en términos generales no debiese haber cargos de relevancia en el PSUV, ya que esto trae consigo las ínfulas y la meritocracia, que no es otra cosa que fascismo. Hay hombres y mujeres que son importantes por su trabajo tesonero, y éstos muchas veces quedan relegados por los otros, los picos de oro.
La batalla en el terreno
se gana conquistando cada palmo de tierra, es decir, cada calle, cada
barrio, cada urbanización, cada parroquia, cada municipio, es un sumar
sumar. Y esto se logra con gente tratada a lo igual.
