Auditórium

La burocracia. ¿Una nueva clase social?

“Algunos quieren una censura total, otros media censura, y otros tres cuartas partes de la libertad de prensa, otros nada en absoluto. ¡Dios me guarde de mis amigos!"
Carlos Marx

El buscar tratar de unificar en la revolución bolivariana, es una utopía, sobre todo a estas alturas.

El Capital es una obra para entender las ideas de Carlos Marx sobre la Lucha de Clases en el desarrollo de la sociedad humana. Aplicando conceptos y principios del materialismo histórico; la concepción de la Historia como la sustitución de unas clases sociales por otras en un perverso enfrentamiento antagónico.

Tengo mi criterio y visión del Socialismo pero esto no es suficiente para creerme un erudito en la materia, las ciencias sociales, requieren del respeto de las leyes demostradas por estudios profundos, iniciados por Carlos Marx, y continuados por muchos otros pensadores. El “Sectarismo” parece haberle dado paso a una nueva realidad social la “burocracia”.

La burocracia es una clase social de una nueva modalidad en su estreno. Da lo mismo la forma como se le quiera etiquetar, no se puede negar que es una clase social; negarlo seria desconocer el concepto leninista cuando: “simple y llanamente definió a las clases sociales en función de su relación con los medios de producción”.

Esto no es nada nuevo. Ideólogos de izquierda han analizado este tema ampliamente.

Todo aquel Funcionario que obtenga beneficios materiales de un modo de producción determinado, sin contribuir con el mismo con una porción de su propia fuerza de trabajo, se está, engordando con la plusvalía que otros producen.

Uno de los retos principales de la revolución bolivariana es el de diseñar un mecanismo que evite la formación de una burocracia como nueva clase social que administre los bienes y servicios que no produce, y en el peor de los casos se apropia en nombre del pueblo, dilapidándolos inconsultamente. El pequeño capitalista al menos se hace responsable de sus propios errores, y si quiebra por incompetente, y en el mal manejo de su capital, solamente él, es el responsable de su fracaso.

Los intentos de silenciar, censurar y el evitar que uno exprese sus ideas; y las de muchos otros compatriotas es una perversión, creo a estas alturas que se ha pasado a la fase “superior del sectarismo”, como lo es la lucha de clases con la nueva burocracia.

No me considero solidario con esta nueva “casta” de delincuentes políticos, manipuladores de La verdad socialista y que se dan, la buena vida sin saber, de lo que es echarle unas palas de arena a un trompo de mezclar concreto.

En los medios de comunicación públicos niegan el debate porque el debate, lo primero que cuestiona es sus posiciones en la “alta sociedad”, sus desmedidas ambiciones de poder y sus absurdas posiciones en temas como el socialismo del siglo XXI.

La Comuna de Paris demostró de qué lado estaban los pequeño burgueses, no por malos, sino porque era una clase social diferente, y antagónica con la de los trabajadores. Por eso la traicionaban siempre, porque era la única manera de sobrevivir como clase social. Lo contrario sería suicidarse, lo cual era un absurdo histórico.

La burocracia bolivariana viene a ser el equivalente de la oligarquía criolla que dicen combatir, aunque no lo sean en lo particular. Por eso se les puede catalogar como una nueva clase social.

El debate entre revolucionarios es considerado por muchos de ellos, como una operación de la quinta columna, porque la cuestión es, precisamente, bajarlos de esas nubes por lo cierto nada populares; despojándolos de su capacidad de administrar, para su beneficio sectorial, toda la riqueza medio producida por los trabajadores, de donde, en nombre de los excluidos y otras culerias, engordan sus cuentas bancarias y algunos, sin pudor alguno.

Son unos “comunistas de carnet” que no mean para que la tierra no chupe. Es triste, y es muy duro el tener que hacer estas criticas; pero mientras no se hagan, el que suscribe esta crónica y muchos otros, que mantienen las buenas intensiones desde posiciones “anti sectarias” seguiremos nadando en el mismo lago putrefacto que alimenta a esta burocracia. La Historia siempre se repite como tragedia, o como comedia.

Percasita11@yahoo.es


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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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