Trump, que en fin de cuentas es, por ahora, "el chivo que más mea", según algunos explicadores, para hacer que el golpe haga menos daño, convenció a Marco Rubio de la necesidad de dejar que Chevron volviese a operar en Venezuela. Y eso, hoy en primera plana, no sólo lo informó "The Wall Street Journal", sino otros medios estadounidenses.
Si, según dicen esos y esas explicadoras, Trump tuvo el cuidado de "pedirle" autorización al jefe del Departamento de Estado, quien le dio el visto bueno, dada la sutileza del plan destinado a engañar a Maduro. Eso le Salió a Trump del fondo de la almohada mientras dormía; un gnomo anticomunista, que vigila a Maduro mientras sueña y maquina como hacer el comunismo sin fracasar en el intento y sustento, pues también en el forro de la almohada de este se introduce, sin que lo mande la CIA, pues según las estadísticas que conozco y por lo que decían mis amigos en la época juvenil, esos son tantos que, en la lista y memoria de ella misma se pierden, le dio la fórmula, la estrategia para volver con Chevron, sin chocar con "hasta el final" y, al final, sacar a Maduro, a golpe, del gobierno.
Según esos "tanques pensantes", la autorización a Chevron, solo permite que esta empresa saque petróleo de Venezuela, lo envíe a EEUU sin que, a Venezuela, por eso, ingrese un dólar. Maduro y los venezolanos se quedarían con las manos extendidas y la boca aguada, viendo a los tanques petroleros, llenos hasta la tapa de arriba, marcharse. Y en cada ida, se llevarían hasta los reales que hubiesen gastado en Venezuela en lo tanto hacer para sacar ese hidrocarburo y hasta meterlo en los barcos.
Según esos tanques, no los de petróleo, sino los "pensantes", como los periodistas que de este país se fueron para allá, desde donde escriben y hablan, antes por "La Salida" o sólo para que el gobierno caiga o ahora "Hasta el final", EEUU le había suspendido la licencia de operaciones a Chevron, solamente porque Trump y Marco Rubio no quieren nada con Maduro y el mayor interés de ambos es la democracia, libertad, derechos, salarios buenos y razonan como lo de, "yo le tengo tanta rabia a ese mal parío, que ni paso por la calle donde vive".
Pero Trump, de repente, pese toda esa rabia por la falta de democracia en Venezuela, de la que abunda en EL Salvador, del demócrata Bukele y en EEUU está faltando un poquitico, pero por culpa de los migrantes, se percató que la ida de Chevron y el abandono de EEUU del negocio petrolero con Venezuela, abría espacios a China, el peor enemigo, a la vista y a la ciega, que el capital del país del norte tiene.
Según esos analistas de videos y tiktok, Trump eso no lo sabía y tampoco Marco Rubio. El primero, de primero se enteró; llamó al segundo al instante o al segundo y le comunicó lo que se acabada de enterar por intermedio de un oráculo oculto entre los Apalaches.
- "¡Coño mano!", dijo así mismo, porque es la manera más contundente de decir cosas sorpresivas como esas a un amigo, "un pana de esos sin mirá pa´atrás", "si no devolvemos la licencia a Chevron, nos metemos en un peo chino". Y agregó Trump, "pero no te preocupes, pues Chevron lo único que hará es sacar petróleo, mandarlo para acá y allá, cómo queremos, no entrará ni un dólar".
- "¿Entonces?", comenzó por preguntar Marco Rubio, "¿nos traemos el petróleo que queramos, cuánto queramos, sin dejarle a Maduro ni un centavo?"
- "Si, así mismito es", le respondió sonriente Donald Trump a su subalterno, quien, según algunos opinadores, como esos de los cuales hablamos, le impone a Trump lo que debe hacer.
"Lo único en verdad que le vamos a dar o pudiéramos darle a Maduro, es que esta noticia se cuele antes de los días 27 y 28 de febrero. Voy a pedirle a los amigos de New York Times, The Wall Street Journal y otros diarios y medios en general, que traten esto no se sepa o difunda hasta después de esas dos fechas, para que no impacten lo electoral o mejor, lo no electoral, representado en "hasta el final", cuando asuma como presidente Edmundo González Urrutia".
"Siendo así, que nos traemos ese petróleo de gratis, que allá no quede ni medio, pues los trabajadores mismos no cobrarían o no les pagaríamos, vamos a echarle pichón y como Ud., dijo, calladitos; si se sabe, que sea después que lo de la consigna "Hasta el final", que se fundamenta en el 28, haya hecho su efecto". Según y que así, a manera de asentimiento, respondió Marco Rubio.
Todo eso lo contaron los y las analistas de Miami, pues Trump, da un ojo, piensan y dicen ellos, por deshacerse de Maduro. "Es capaz de hundir al capital gringo por sacar a Maduro", piensan ellos, los "tanques", pero no lo dicen directamente, con la punta de la lengua, "sino por el rabo de la boca". Para el presidente de EEUU, según ellos, eso es lo primordial. El petróleo y todo lo que Venezuela tiene en la barriga, para nada le interesa, como tampoco a los capitalistas que financian su campaña. Lo suyo es la democracia, la libertad y la justicia. Por esto se asoció a Bukele en el proyecto de cárcel contra El Tren de Aragua", dicen los "tanques", "donde hay hasta africanos y asiáticos, porque eso es así y así es el comunismo, crece más que la hierba, por lo que hay que cambiar la forma de decir, "crece como El Tren de Aragua". ¡Que comunismo más arrecho!
Que Grenell haya dicho dos veces que Trump no privilegia la caída de Maduro y ahora mismo lo haya corroborado McNamara, embajador estadounidense en Colombia, sino la necesidad de recomponer las relaciones con Venezuela, dada la amenaza China y otros países que tampoco son de su agrado y menos de la conveniencia de EEUU, es una mentira, sostienen esos analistas. Pues según ellos, el interés del capital, particularmente el de EEUU, es la democracia y la libertad. Y siendo así, Trump hará lo que sea menester, por rescatar esos valores para Venezuela y defenderlos en su país. Justamente, por eso mismo, "ha apresado centenares de venezolanos del "Tren de Aragua", militantes del marxismo, que se vinieron de contrabando, con "El Capital" de Marx, bajo el sobaco, en lugar de pistolas, a EEUU, a intentar generar desajustes para imponer el comunismo, ese que impera en Venezuela".
Y, como la noticia relativa a Chevron, se coló más de una semana antes de las elecciones regionales en Venezuela y del inicio del acontecer para llegar "hasta el final", por lo que al parecer Trump no puso el cuidado debido, los "tanques pensantes" salieron apresurados y angustiados a explicar de la manera más racional, la insignificancia de lo relativo a Chevron y más cuando la decisión se toma, antes "del final".
De manera pues, que los "tanques pensantes aseguran", que Trump sigue fijo en la idea de tumbar a Maduro como paso previo para restablecer las relaciones con Venezuela, pues para ellos, más que cualquier cosa, lo que importa al presidente de EEUU es la felicidad de los venezolanos y la meta trazada llegue "hasta el final". "¡Democracia, felicidad o nada, para los venezolanos", es la consigna de Trump, según los tanques pensantes del periodismo de Tik Tok, Instagram y X de Miami
Los medios son pues un avispero espantado por lo de Chevron y más por la fecha, algo como deliberado o más bien hecho "sin que me importe un carajo lo que ellos piensen". Y se alborotaron por haber creído en pajaritas preñadas". Como que Trump, también antes Biden, después de haberse percatado de la ineficacia que significaron los planes de la oposición abstencionista, la de "La salida" y ahora "Hasta el final", que bajo frases como esas, incluyendo lo de presidencia interina, llevaron a un despilfarro gigantesco de recursos dinerario y hasta humanos, van a seguir dejando el destino de las relaciones entre ambos países, de importancia sustantiva para el uno y el otro, en manos de quienes se mostraron persistentemente incompetentes.
Y su incompetencia es tal que, están convencidos que la prioridad de EEUU es la ideología de ambos, como que los gobernantes de ese país se creen el cuento infantil, como el Caperucita Roja, que, en Venezuela, hay comunismo y siendo así, EEUU tiene como meta y fin fundamental, deshacerse de Maduro, pese Grenell y McNamara, hayan desmentido tal versión.
Entonces ahora, dado lo de Chevron, un resultado de conversaciones que marchan, quizás un poco lentamente, como quien camina en campo minado, pero avanzan sustantivamente, tanto que pudieran hacer que más de uno, de esos "tanques pensantes", exploten y no por exceso de presión sino por arrugamiento o la "chupadera".
