IUTM y los errores en revolución

No hay duda del impacto del enfoque en Educación Universitaria que se ha adelantado desde el Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior (MPPES). Cuantitativamente hablando se ha pasado de una matrícula en Educación Superior de sólo 835.596 inscritos en 1998 a unos 2.006.348 para el año 2008. Lo significativo de esa cifra, es que da al traste con un proceso de privatización de la Educación Universitaria que se venía adelantando en un contexto mundial a partir de los inicios de la década de los años 90 del pasado siglo XX. El 72,0% del total de los matriculados, están en Instituciones Públicas, que vienen haciendo un esfuerzo para dar apertura a todo aquel que piense en incorporarse a uno de los planes o programas ofrecidos.

Esta política de incorporación, que ha significado pasar de tener 34 estudiantes universitarios por cada 1000 habitantes en 1998, a 72 estudiantes universitarios por cada 1000 habitantes en 2008, no es suficiente. Muy bien lo decía Rosa Luxemburgo, en su gran trabajo Reforma o Revolución (1912): el socialismo debe cambiar las dinámicas sociales, económicas e ideológicas del capitalismo pues de no hacerlo, no es revolución, es sólo reforma. Ese pensar de Luxemburgo, es compartido por otro gran teórico del marxismo, me refiero a León Troski, quién en una obra extraordinaria La revolución Permanente (1930) advertía – tal como antes lo había hecho Luxemburgo- sobre los peligros del estancamiento de la revolución por no afrontar los problemas que le dieron origen a toda su dinámica de cambio. Hoy casi 100 años después de lo escrito por la “Rosa Roja” y un poco menos de lo escrito por Troski, el debate es el mismo, en lo que se refiere a la Educación Universitaria que estamos construyendo.

Como bien sabemos, la Educación Universitaria en nuestro país se encuentra permeada por las prácticas de componendas y acuerdos de clase característicos de la implantación de un sistema de conciliación de intereses, sobre todo a partir de 1958. Ello se traduce, en que los grupos de intereses que viven en las Universidades (estudiantes, obreros, empleados, profesores) se movilizan en función de consolidar sus opciones de poder y mantener los privilegios y ventajas que han adquirido, permitiendo sumir a las instituciones de educación universitaria en un completo caos y desidia, en lo que respecta a su compromiso social. El Gobierno Bolivariano, ha realizado enormes esfuerzos por atender uno de los mayores problemas: la exclusión; sin embargo no ha logrado desmontar las viejas prácticas clientelares, burocráticas y corrompidas de las instituciones de educación superior. Un buen ejemplo de ello, es el Instituto Universitario de Tecnología Maracaibo (IUTM), que se encuentra en proceso de transformación a Universidad Nacional Experimental Politécnica. En ella encontramos representadas las contradicciones en las cuales estamos sumergidos y que produjeron las reflexiones de Luxemburgo y Troski, acerca de las desviaciones en un proceso revolucionario. Desde el inicio del Gobierno Bolivariano, ha aumentado constantemente su matrícula, se han aperturado nuevas opciones a través de los Programas Nacionales de Formación (PNF), pero no se ha logrado poner freno a las prácticas clientelares que disminuyen los procesos de cambio revolucionario.

En los actuales momentos, a pesar de los enormes esfuerzos del Director del IUTM, nos encontramo una institución que se caracteriza por: 1) prácticas de nepotismo, que hacen que familias enteras estén representadas como empleados, obreros, docentes, sumergiendo la institución en un caos operativo derivado de esa situación; 2) situación irregular de los docentes; determinado por encontrarse en situación de contratación por períodos muy largos (5, 10 y hasta 18 años) sin que se aperture concurso, contribuyendo con eso a un lamentable estado de la academia; 3) ingreso irregular de personal docente en la figura de contratados; muchas veces auspiciado por prácticas clientelares como un intercambio de favores, ingresando personal sin experiencia docente y mucho menos formación académica comprobada. En este punto es importante señalar, que una cosa es ser profesional de carrera en cualquiera de las áreas de formación y otra muy distinta es estar capacitado para impartir clase. En 4to lugar, un plan piloto esencial en la transformación de la Educación Universitaria, como es la ejecución de la Misión Alma Mater, que conlleva notorias modificaciones en la forma de concebir la vida universitaria, en el caso del IUTM se encuentra paralizada, por las ambiciones del responsable académico; quién excluyó, desmonto y execró al equipo de alta calidad que venía ejecutando el proyecto Alma Mater en la Institución, todo ello por simples motivaciones de ambición personal y anhelo de cuotas de poder.

Sí las Universidades Nacionales Autónomas son criticadas por los manejos dolosos e irregulares, y su resistencia al cambio; no puede permitirse que una parte del sistema de educación universitario sufra también de esos mismos errores. La Educación Universitaria Socialista del siglo XXI debe estructurarse sobre la excelencia, el compromiso y sobre todo por la condición ética. No es posible entender y menos justificar, que en el IUTM encontremos una parte del movimiento estudiantil que se dice revolucionario, repitiendo las mismas dinámicas que tanto se criticó a los grupos estudiantiles socialdemócratas y socialcristianos. Ese movimiento estudiantil del IUTM, liderado por su actual presidente, se presenta como revolucionario, pero hace y vive como lo que verdaderamente es: un reformista. La reforma, como comportamiento y práctica no tiene espacio en revolución, siguiendo de nuevo a Rosa Luxemburgo.

Una Institución, que entra en el diseño educativo de avanzada de la Misión Alma Mater, no puede subsumirse a cumplir simples funciones burocráticas, a mantener cuotas de poder y menos aun, que algunas de sus autoridades, emulen comportamientos típicos de las mafias adecas y copeyanas. Es una lástima, ver como no se ha logrado cambiar nada, en lo que respecta al fortalecimiento académico y científico de una institución como el IUTM, y ello, a pesar de la dedicación de su Director, el profesor de la Universidad del Zulia, César García, que sin embargo se ha visto “rodeado” en sus esfuerzos por adecentar la administración universitaria. El caso del IUTM, refleja buena parte de los errores que se están repitiendo en otras instituciones de educación superior y que pone en peligro la trascendencia de la Misión Alma Mater. Cabe preguntarse por último ¿ qué hace el Ministerio ante esta y otras denuncias del mismo tipo? ¡El problema no es sólo que existan las desviaciones, el problema es que no hagamos nada para evitar que sucedan¡

(*) Dr.

Juane1208@gmail.com

08/03/2010


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Juan Eduardo Romero (*)

Dr. Mgs. DEA. Historiador e Investigador. Universidad del Zulia

 juane1208@gmail.com

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