La Educación a Distancia: La Gran Ausente de la LOE

La educación a distancia puede ser el negocio del siglo o una herramienta para la liberación. El auge de la educación a distancia, con el impulso principal proveniente de los países capitalistas, ha sido hasta ahora un gran negocio. Muy poco hemos visto, por no decir nada, de la educación a distancia como herramienta para la liberación. En fin, hasta ahora la educación a distancia ha sido manejada principalmente como negocio con algunas excepciones, sobre todo a nivel de estudios de postgrado. Pensé, que habiendo iniciado el Gobierno un cierto trabajo en materia de ordenamiento de la educación a distancia, esta modalidad sería tratada explícita y considerablemente en la nueva Ley Orgánica de Educación. Pero, para mi frustración, no fue así.

En Venezuela tenemos un tradición en materia de educación a distancia. Universidades como la del Zulia y la central de Venezuela han puesto en práctica de manera exitosa programas universitarios a distancia y supervisados. Por ejemplo, los Estudios Universitarios Supervisados (EUS) de la UCV tienen una matrícula considerable y mediante ellos se atienden ciertas regiones del país expandiendo la influencia de la universidad más allá de la Ciudad Universitaria ubicada en Caracas. Tenemos también la Universidad Nacional Abierta (UNA) con más de treinta años de experiencia en al campo de la educación a distancia. Por la UNA han pasado miles de estudiantes de todos los rincones del país y se han graduado miles de profesionales en ingeniería de sistemas, ingeniería industrial, educación en varias menciones, matemáticas, administración y contaduría. La UNA también tiene programas de postgrado a distancia. Más recientemente la UNA ha iniciado la formación de Técnicos Superiores en el Área de Educación y se propone iniciar programas en otras áreas. La UNA surgió como una respuesta a la masificación de la educación superior, en particular al llamado “problema del cupo universitario”. Desde sus inicios se caracterizó por la admisión prácticamente libre, sólo se requiere el título de bachiller y la aprobación del Curso Introductorio. Esta característica más su presencia en el ámbito nacional la convierte en una de las instituciones universitarias más apropiadas para llevar adelante al política de democratización de la educación universitaria. En especial, si tomamos en cuenta que la UNA es la mejor opción para los trabajadores y trabajadoras, personas residentes en zonas alejadas de los centros urbanos, personas con discapacidad a quienes se les dificulte la asistencia regular a clases, las personas privadas de la libertad y muchos otros. También puede servir la UNA al proceso de integración latinoamericana. Podríamos ofrecer educación a distancia, gracias a diversas tecnologías, a todos los pueblos de Nuestra América. Claro que la UNA tendría que pasar por un proceso de transformación para adaptarse a las nuevas realidades del país, pero están dadas en ellas las condiciones iniciales, el potencial, para moverse hacia adelante.

La ausencia de la educación a distancia, o su tratamiento como una mera modalidad sin la importancia que merece, no es conveniente. Espero que esta debilidad se corrija en la ley especial que ordenará la educación universitaria. Incluso podría crearse una ley especial de educación a distancia, tal como existe en Brasil. Especialmente importante porque dejaría en manos del mercado, sin regulaciones, la oferta de servicios educativos a distancia tanto desde el extranjero como en nuestro propio territorio. Un sector importante de la comunidad de la UNA está dispuesto a contribuir en la elaboración de las leyes que sean necesarias para que la educación a distancia sea una herramienta para la liberación.

julio_mosquera@una.edu.ve


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Julio Mosquera


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