Cuando uno pertenece a una comunidad universitaria, primero como estudiante y después como profesor, uno tiene la certeza de que posee la libertad de expresar verbal y/o por escrito sus ideas, opiniones, visiones políticas, religiosas e, incluso, sus excentricidades, sin temor a ser discriminado ni mucho menos agredido por una parte de esa comunidad. Más cuando esa universidad está regida por el artículo 4 de la Ley de Universidades que dice: “La enseñanza universitaria se inspirará en un definido espíritu de democracia, de justicia social y de solidaridad humana, y estará abierta a todas las corrientes del pensamiento universal, las cuales se expondrán y analizarán de manera rigurosamente científica”; Ley que está soportada por la Constitución que garantiza en su artículo 21: “Todas las personas son iguales ante la ley; en consecuencia: No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona”; y en su artículo 57:“Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura. Quien haga uso de este derecho asume plena responsabilidad por todo lo expresado. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa”.
Esto lo menciono a propósito de los comunicados emitidos en los últimos días por la directiva de la Asociación de Profesores de la UCV (APUCV), presidida por el profesor Víctor Márquez, en contra de mi persona. Esto, en el marco de dos asambleas de profesores convocadas por esta directiva, una el viernes 03 de mayo y la otra, este viernes 10 de mayo, ambas efectuadas en el Auditorio de la Facultad de Farmacia. Según el boletín INFORMA nº 301 de la APUCV, una de las resoluciones de la asamblea intergremial del 10 de mayo fue la “Elaboración de un comunicado público en el cual se responsabilice al Prof. Miguel Alfonzo de cualquier agresión que pudiese sufrir el profesor Víctor Márquez, Presidente de la APUCV, como consecuencia del contenido del comunicado que distribuyó en la universidad el mencionado profesor”.
El comunicado al que hace referencia la resolución es de un artículo de mi autoría titulado: “El conflicto universitario: ¿el preámbulo de un golpe?” (http://www.aporrea.org/
En esa asamblea del 03 de mayo, aprovechando que no estuve presente por estar impartiendo clases en la Facultad de Medicina, ya que siempre he estado en contra de cualquier paro, parte de la directiva de la APUCV orientó al auditorio, cuyo ambiente estaba muy tenso y beligerante, a considerar la falsedad de tales palabras en boca de su presidente Márquez, ante la prensa. Me acusaron de mentiroso y cobarde por no dar la cara. Sin embargo, nadie del auditorio pidió explicaciones del resto del contexto del artículo. El profesor Víctor y sus allegados se colocaron en el papel de víctima y mi persona como la victimaria e injuriante. Además, informa el profesor Márquez que seré llevado al tribunal disciplinario de la APUCV. De allí surge en la siguiente asamblea del 10 de mayo la decisión de emitir el comunicado ya mencionado en el que me responsabiliza “de cualquier agresión que pudiese sufrir el profesor Víctor Márquez”.
En este contexto, uno se pregunta ¿por qué tanta saña contra un profesor por parte de una directiva de una asociación gremial? ¿Cuáles serán los verdaderos móviles del escarnio público y de colocarme en real riesgo de ser agredido por uno de los seguidores del profesor Víctor Márquez? Yo tengo posibles respuestas, todas provenientes de las denuncias que mi persona o el grupo Proyecto Socialista donde milito, hemos realizado en diferentes espacios, tales como el Consejo Universitario (CU), nuestro boletín Plural, asambleas, etc. No hemos tenido una actitud cobarde de expresar lo que se piensa a quien sea y en el espacio que sea, tal como me acusaron en la asamblea del 03 de mayo. No es una actitud de machismo o de retórica, lejos de mí, sino que cuando sé que la verdad me asiste, la expreso consciente de que ni ofendo ni temo.
Es por ello que me tomo de nuevo la libertad de expresar algunas de las denuncias que se han realizado en los últimos años, posibles razones del ensañamiento en mi contra de algunos de los miembros de la directiva de la APUCV, especialmente del profesor Márquez:
* La APUCV le paga a su presidente Víctor Márquez un servicio de escolta (Empresa de consultores de seguridad integral y riesgo “Representaciones NPC”). En 2010 pagaba un monto de Bs. F 12.432 mensual.
* La APUCV paga honorarios profesionales (Bs F 30.000, 2010) al abogado-profesor Carlos Simón Bello, quien se ha ocupado de la defensa del profesor Víctor Márquez debido a una denuncia en la Fiscalía Quincuagésima del Ministerio Público por agresión física del profesor Víctor Márquez a una estudiante de la UCV. Esto es un hecho personal y no de la APUCV.
* Información OFICIAL provenient
* La APUCV mantiene congelados $21 millones en bancos fuera de Venezuela, que son de la Caja de Ahorros Provisional (art. 114 de la vigente Ley de Universidades), y deberían ser usados para enfrentar las deficiencias de los profesores, pero esto no ha ocurrido. Dos millones de dólares fueron puestos en banca de paraísos financieros, acción que, según informó en la sesión del CU de fecha 20-03-2013, el Dr. Julio César Álvarez, de la Superintendencia de la Seguridad Social, es ilegal de acuerdo a las leyes venezolanas.
* En la sesión del CU (19-01-11) se decidió pedirle a la directiva de la APUCV un informe detallado del rendimiento financiero del seguro complementario del año pasado, sus índices de siniestralidad y su balance para verificar que realmente fue justificable el aumento del mencionado seguro complementario para ese nuevo año, cuyo costo ya es similar a la de cualquier aseguradora privada individual…
* En la sesión del CU del día 09-05-2011, se decidió unánimemente aprobar la propuesta de la rectora de realizar una investigación sobre el uso de aproximadamente Bs. 160.000.000 que le ha dado la Universidad a la APUCV en sus 3 años de gestión.
* La APUCV recibió el 06 de julio de 2011 un oficio (Nº 17NN-0681-2011) de la Fiscalía de la República, solicitándole entre otras cosas:
a) Estados financieros 2009-2010
b) Dictamen de los auditores internos y externos del año 2009-2010
c) Balances y Estados de Ganancias y pérdidas del año 2009-2010
d) Informe financiero presentado por la representación de la APUCV ante el consejo directivo del IPP
e) Colocaciones de los portafolios de la Fundación IPP en moneda extranjera, la cual deberá contener: tipo de colocación, nombre de la entidad, país, fideicomiso, fondo mutual, títulos valores, números cuentas.
f) Informar a la fiscalía las operaciones efectuadas por el IPP que constituyeran ventas de divisas durante el año 2010, así como cualquier transacción de títulos valores, debidamente sustentada con la documentación que certifique dichas operaciones.
Todo esto por una investigación que está realizando la Fiscalía a esta institución bajo el expediente Nº NN-F17-001-11.
* Desde el momento en que se realizaron las elecciones de la APUCV, el 23 de febrero de 2011, y la Junta Directiva de esta Institución se presentó para optar a estos cargos con la figura de las MOROCHAS, las cuales fueron aceptadas por la comisión electoral de la APUCV, se comete un FRAUDE ELECTORAL, el cual fue detectado por el CNE, quienes así lo decidieron mediante la resolución Nº 120621-0384, el 21 de junio de 2012, publicado en la Gaceta electoral Nº 633. El 21 de junio del 2012, el CNE decide “Instar a la Comisión electoral de la APUCV, a que proceda a realizar las correcciones a que hay lugar, mediante la correcta adjudicación de cargos a la Junta directiva, tribunal Disciplinario y los consejos Directivos de las secciones de las facultades de: CIENCIAS ECONOMICAS Y SOCIALES, CIENCIAS VETERINARIAS, FARMACIA, HUMANIDADES Y EDUCACION, MEDICINA Y ODONTOLOGIA, atendiendo a lo dispuesto en el articulado estatutario y reglamentario invocado en la presente resolución”.
Estas informaciones no son conocidas totalmente por la comunidad universitaria, cuya visión parcial de la realidad no le permite apreciar cómo este profesor ha logrado obtener cierta ascendencia de profesores honestos y trabajadores de la UCV en base a medias verdades y procesos ilegales como las que realizó en las pasadas elecciones de la APUCV.
La verdad y el honor no están presentes en sus palabras, la mentira reluce, reflejando la verdadera cara. Esta directiva me quiere desprestigiar porque no soporta ni mis palabras ni mis acciones dentro de la UCV, que han sido siempre una firme posición universitaria y política. Esto es el verdadero pecado mortal, la verdadera razón de su actitud fascista. Disfraza el conflicto por razones políticas y al verse constantemente descubierto, no perdona.
Finalmente, con ese comunicado, la directiva de la APUCV se ha equivocado, otra vez. Busca desprestigiarme de esta forma porque no pueden ni con la académica (ni como profesor ni investigador) ni con mi condición de persona. Los retos a que publiquen mi respuesta como defensa ante su comunicado en la red de la UCV, eso sería un sencillo gesto de su tolerancia, justicia y actitud democrática.
Por cierto, no se preocupe profesor Víctor, por parte mía no le ocurrirá nada, ni seré autor material ni intelectual de lo que le suceda, por dos razones muy sencillas: a) soy hombre de paz, no de violencia y b) a usted ni lo ignoro.
"El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese es un criminal!" - Beltolt Brecht
Profesor Miguel Alfonzo, UCV