Si Venezuela fuese una gran productora de papa o caraotas, los gringos hoy dijeran que utilizamos la papa o la caraota, para producir cocaína y fentanilo, para enviarlos luego a EE UU. Es decir, nosotros, lo hacemos adrede, porque según ellos, nosotros queremos provocarle a EE UU, el más grande daño posible.
Sin embargo, nada dicen Trump de Ecuador, que sí utiliza su enorme producción de bananos, principalmente su presidente Daniel Noboa, para enviar encaletadamente droga a Europa.
Lo más ridículo jamás dicho en este mundo por diplomático alguno, lo sostuvo el embajador gringo ante el Consejo de Seguridad de la ONU: "Nuestro país impondrá sanciones al máximo para privar al presidente Nicolás Maduro de los recursos que utiliza para FINANCIAR AL CARTEL DE LOS SOLES, designado por la comunidad internacional como ORGANIZACIÓN TERRORISTA".
Luego, el embajador gringo se quita la careta revelando lo que EE UU viene haciendo desde hace quince años: privar a Venezuela de su exportación petrolera la cual, según él, "constituye el principal salvavidas económico de un gobierno ILEGÍTIMO el cual usa ese dinero para facilitar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa".
Todo esto, al tiempo que The Orange Pig Trump sostiene que Estados Unidos se quedará con el crudo de los petroleros incautados frente a las costas venezolanas, e incluso con los propios buques.
Es una guerra contra Latinoamérica, porque desde septiembre ya los gringos han asesinado alrededor de 100 personas en ataques contra supuestas "narcolanchas" en el Caribe y el Pacífico.
The Orange Pig Trump también ha amenazado con extender este tipo de operaciones a tierra firme, al tiempo que continúa el enorme despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe, frente a Venezuela.