¿Se puede justificar que lanchas pesqueras sean voladas por los aires y sus ocupantes asesinados por la flota naval estadounidense apostada en el Caribe?
Se justifica bajo el "falso relato" de la lucha contra los cárteles de las drogas que ha puesto en marcha Donald Trump y que desde el 1 de septiembre 2025, al día de hoy, ya suman siete embarcaciones destruidas, dejando como resultado 27 personas asesinadas y dos de ellas capturadas con vida.
Aunque Trump y los voceros autorizados de su gobierno justifican estos hechos como operaciones militares dirigidas a enfrentar a los carteles que llevan drogas a Estados Unidos, hasta la fecha no han aportado evidencias creíbles de que las pequeñas embarcaciones destruidas efectivamente estuvieran dedicas a estas actividades ilícitas.
Además de que las actuaciones de la flota naval estadounidense contradicen las normas internacionales existentes, aplicando lo que muchos consideran "ejecuciones extrajudiciales" a personas que en caso de que estuvieran participando en actividades ilícitas en el Caribe, como el tráfico ilegal de drogas, deberían ser capturados y sometidos a la justicia, no asesinados sin considerar el principio de presunción de inocencia que impone el Derecho en los estados modernos de nuestros tiempos.
También podría tratarse de pescadores que realizan actividades lícitas (como la pesca), como el caso recientemente denunciado por el Presidente Gustavo Petro del pescador colombiano Gustavo Carranza quien fue volado junto a su embarcación el 15 de septiembre, según un video difundido por el propio gobierno de los EE UU.
El gobernante colombiano ha solicitado a Naciones Unidas abrir un proceso penal contra el Presidente Donald Trump por ordenar el asesinato indiscriminado de jóvenes pobres latinoamericanos en el Mar Caribe.
La reacción de Trump no se ha hecho esperar y a pocas horas de la denuncia de Petro el inquilino de la Casa Blanca anunció que suspendería "subsidios y pagos" a la República de Colombia y conminó a Petro a poner fin a lo que denominó "campos de exterminio" causados por la producción de drogas", porque de lo contrario Estados Unidos lo haría por él y "no en forma amable".
Familiares de dos jóvenes trinitense, que viajaban en una de las embarcaciones destruidas, frente a las costas de Venezuela, denunciaron que éstos se desempeñaban como pescadores y que terminaron asesinados al viajar en una de las lanchas bombardeadas.
Hace más de una semana Trump declaró a los medios que había ordenado a la CIA llevar a cabo operaciones secretas en Venezuela en el marco de la supuesta lucha contra los traficantes de drogas, dando como un hecho las vinculaciones del Presidente de Venezuela Nicolás Maduro, junto a altos miembros de su gobierno, con el llamado Cártel de los soles.
En entrevista recientemente publicada por el periodista Max Blumenthal al mercenario estadounidense Jordan Goudreau, quien en 2020 organizó la Operación Gedeón, el entrevistado manifestó que él fue contratado por gobiernos extranjeros para "eliminar a Maduro y abrir paso a contratos de perforación y minería". En la extensa entrevista, Goudreau dejó claro que el objetivo no es combatir el narcotráfico, sino apoderarse de los recursos petroleros y mineros de Venezuela.
Samuel Moncada, el representante permanente de Venezuela ante la ONU, denunció ante el Consejo de Seguridad en Nueva York, las acciones militares de EEUU como una amenaza a la paz de Venezuela, de la región latinoamericana y caribeña.
Mientras tanto la población venezolana se mantiene en tensa calma sobreviviendo a la dura crisis económica derivada en gran medida de las sanciones económicas que desde 2014 comenzaron a ser impuestas por EE UU y sus aliados.