"Si el mundo es gobernado por los locos y por la locura,

el final del hombre puede llegar como un rudo choque,

pero no como una sorpresa"

Abdul Rahman Pazhwak

Si, Donald Trump y su compinche Benjamín Netanyahu están sorprendidos por el favor concedido a la angelical María Corina la Machado, y no a ellos, por nuestra parte nada que ver, ya que dentro de esa fauna de selectos y perversos enemigos de la paz, están en un escalón muy peligroso, ya que, ella es una subalterna muy destacada, que hace cualquier cosa para cumplir con los mandatos del mismo Trump, haciendo olvidar al desahuciado Guaidó, quien seguro está mordiéndose la lengua, porque no es él, quien va recibir algo más de un millón de dólares, por arrastrarse en alma, vida y corazón al imperialismo.

Trump, y sus muchachos de mandado de la Casa Blanca, se encuentran en estado de Shock y por lo tanto van a pedir la revisión de la decisión tomada por el comité de Oslo con sede en Noruega, lo más pronto posible, pero quieren que sea a través del VAR o (Árbitro asistente de vídeo) donde no se equivocan ni con los ojos cerrados, equiparándose al mismo Dios, el cual siempre da la decisión muy precisa, por muy cerrado que sea el veredicto; porque de manera adelantada había invertido unos cobres en ese premio, el cual es una de las últimas satisfacciones que le queda a sus 79 años en el almanaque, porque los millones de dólares a esa edad, simplemente sirven para abusar de las leyes y de su propia persona.

María Corina por su parte, debe estar pensando en los incontenibles arrebatos de arrecheras de su amo, pero la culpa no es de ella, sino de quien le da el garrote, como reza el refrán, y en manos de una víbora como esta, cualquiera picadura es sumamente venenosa y más cuando siempre está dispuesta a venderse pensando en el poder, así, sea recibiendo el trato de migrantes en las cárceles de Bukele. Además, el favor concedido le puede servir para salir unos días de ultratumba en que se encuentra totalmente arrumada, y más envalentonada, que un caballo gordo, cuando consigue a la yegua en celo, ya que, pretende robarle el show, al que no está dispuesto a cederlo ni siquiera a los payasos del resquebrajado circo y más, cuando se cree el todopoderoso tratando de apartar a los que no se le arrodillando pidiéndole la bendición.

María Corina la Machado, no es raro que empiece a soñar, con el palacio de Miraflores, por haber recibido el Nobel de la paz, cuando nadie en su sano juicio ha oído y menos escuchado un pronunciamiento en contra del genocidio de Israel y su fiera salvaje Benjamín Netanyahu, contra el pueblo palestino en la franja de Gaza. Todo lo que se conoce de esta dama, es un volcán de erupción tratando de violentar lo que consigue a su paso, cuando abre la boca y es tan así, que casi todos los integrantes de la oposición –por no decir todos– prácticamente se encuentran en contra de la invasión, la solución inmediata por parte de la premiada por una organización, que solamente recibe las informaciones de la derecha, extrema derecha y los más recalcitrantes niños de mandado del mandatario Donald Trump.

Por mi parte, no me sorprende el premio a la opositora e inhabilitada, quien no sale del eterno sueño de la frustración, algo tan triste y comparable al que ha tenido dinero y queda limpio, porque se le atraviesan en la mente tantas pesadillas, que al final no puede dormir pensando en lo que pudo ser y no fue. ¿Qué tiempo le puede durar la euforia, si, ha llegado a saborear la miel del triunfo en dueños? Muy poco, porque mejores tiempos ha tenido, cuando salía a la calle acompañando procesiones y la dejaban pronunciar sus acostumbradas verborreas al lado de cualquier curita hecho a la semejanza de Baltazar Porras, quien sigue y cree más en María Corina, que, en las enseñanzas dejadas por Jesús de Nazaret, quien vivió y murió por la libertad del ser humano en la tierra.

Narciso Torrealba narcisotorrealba29@gmail.com