El poder del estado versus el poder de los presos

Según el pequeño Larousse Ilustrado, Preso, significa: persona detenida en régimen de custodia preventiva. Por lo tanto a los detenidos en las cárceles les voy a llamar: presos, y no con el cursi nombre de privados de libertad. Hago ésta acotación para comenzar el presente artículo.

Lo que está sucediendo en el Rodeo uno y dos, es algo tanto abominable y lamentable como bochornoso. Todo, absolutamente todo causado por un sistema judicial corrompido hasta los tuétanos. Es bién sabido que del problema carcelario viven como reyes: jueces prevaricadores, fiscales del ministerio público adictos a la buena vida, abogados corruptos compradores de conciencia y de honras. Policias de todo tipo con altísima capacidad para el delito y la aceptación del soborno. Directores de prisiones a veces corruptos, a veces prisioneros de los mismos presos que ellos custodian. Funcionarios civiles que se dejan comprar por tres lochas y guardias nacionales que en complicidad con los civiles, son los encargados de introducir las sofisticadas armas automáticas largas y cortas de guerra, tales como: fusiles, sub-ametralladoras, ametralladoras, granadas, millares de proyectiles de todo calibre y por supuesto la infaltable droga.

Toda esa conchupancia de funcionarios es la que ha permitido que los presos hayan adquirido un poder tan fuerte, que les ha permitido amenazar la fuerza del estado y la tranquilidad de la nación. Es tal el poderío adquirido por estos presos en Venezuela, que ellos emulando a similares (pranes) del Brasil hacen aqui, lo que ellos hacen en las cárceles de Sau Paulo, Belo Horizonte y Rio de Janeiro, que no es otra cosa que formar un estado dentro de otro estado.

¡Si señor! las cárceles de nuestro pais, las manejan los presos, como si fueran un pequeño estado monárquico con un rey (el I pran) y un pequeño gobierno dirigido por el primer ministro (II pran) y los otros ministros, los llamados cerros y luceros. Tienen una pequeña población a quienes ellos ven como sus subditos, que son los otros presos. El rey y el primer ministro de este reino, han firmado diversos acuerdos a espalda de población con funcionarios del pais fronterizo (Venezuela), tales como: la compra de armamentos, municiones, drogas, alimentos, teléfonos móviles, computadoras y otros equipos de alta tecnología, que les permitan vivir como lo que son (reyes) y a la vez le permitan controlar a los ciudadanos del reino. Todo esto a cambio de los millones de Bf, que ellos obtengan con la venta de las drogas dentro del reino y los secuestros, extorsiónes, y asesinatos que el rey ordene ejecutar en el pais del al lado.

Cuando el presidente del pais fronterizo, se da cuenta que el rey vecino, se está pasando de la raya (la frontera) y, que lo que está sucediendo en el vecino reino, puede ocasionarle graves problemas en su territorio, repito, cuando quiere actuar, ya es muy tarde. El vecino rey, se encuentra totalmente en pie de guerra (gracias a los pertrechos entregados por los funcionarios vecinos) y no acepta diálogo o mediación alguna. El ministro, enviado por el presidente a conversar con el rey para lograr la paz, se va con el rabo entre las piernas, a pesar de que le llora al rey, le suplica, le reza, le gime, le pide por el amor de Dios y de María, por los familiares de sus súbditos, por sus zapatos tan bonitos y su corte punk, le permita penetrar a su reino para buscarle una solución al conflicto, éste permanece imperturbable, y le dice: "a llorar al valle, señor ministro, después que me abastecieron de todo lo que tengo, ahora me lo quieren quitar"

Sin ceder un ápice los llamados "pran" en las demandas del ministro, ha durado este drama, durante dos días y no se le ve solución alguna a este problema. El cual se ha manejado como si en verdad se estuviese tratando con un rey o un presidente de un pais cualquiera. Y así no se puede resolver esta situación. Yo no digo que a los presos se les tengan que respetar sus derechos humanos. ¡No! no digo esto, pero ellos también tienen que respetar los de los guardias nacionales, y son precisamente a estos a quienes les han violado el derecho más fundamental de todos, como lo es el derecho a la vida.

El sistema carcelario de Venezuela es una industria de la que viven infinidades de personas (como anteriormente lo mencione). Es un sistema incompatible con la moral, la ética y las buenas costumbres. Es un sistema corroído desde sus estructuras mas bajas, hasta las mas altas. Que nació para mantener presos a los mas pendejos de la sociedad, o sea a los pobre, ya que mientras ellos continúen presos, las mafias siémpre tendran donde conseguir sus sucias ganancias. Toda iniciativa que se haga para mejorarla, estará destinado al fracaso, y la creación del Ministerio para asuntos carcelarios, es una de ellas, si no se acaba de una vez con todas las mafias que se enquistaron desde los años sesenta en el aún viejo poder judicial. Tárea difícil, por que poderoso don dinero penetró la conciencia de los que siémpre han vivido del mal ajeno.


aponwuao@hotmail.com


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Nelson Jesús Lanz Fuentes


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