La llegada de los europeos al continente hoy llamado América, que inicialmente los conquistadores y exploradores nombraron “Las Indias”, que luego le colocaron como apodo, el “Nuevo Mundo”, a finales del siglo XV, marcó, esta llegada europea, un punto de inflexión en la historia de la humanidad. Sin embargo, más allá de los viajes de exploración, fue la representación cartográfica de estas inmensas tierras, lo que consolidó su existencia en el imaginario europeo. Veamos quién realizó el primer mapa del Nuevo Mundo, cuándo se hizo, y cuál fue el papel de Cristóbal Colón en el proceso cartográfico.
El primer mapa del “Nuevo Mundo”, como lo llamaron los europeos, se refiere a la primera representación cartográfica, que incluye de forma reconocible y documentada, de las tierras y pueblos originarios conquistados, en nuestro continente. Aunque hubo mapas previos, con teorías sobre tierras occidentales, el primer mapa de América, como parte del mundo conocido, fue el Mapa de Juan de la Cosa, realizado en 1500. Aunque Colón no dibujó el mapa, su papel como explorador fue esencial para que América comenzara a figurar, en la cartografía mundial. Posteriormente, Waldseemüller redefinió la visión del continente y le dio el nombre que hoy conocemos.
Juan de La Cosa elaboró para los Reyes Católicos un mapamundi, que es el mapa más antiguo conservado en el que aparece el continente americano. Está pintado sobre dos pergaminos unidos en forma de rectángulo irregular de 96 cm de ancho y 183 cm de largo. En el extremo occidental del mapa aparece una efigie de san Cristóbal, probable alusión a Colón, situado a poniente de las Antillas sobre una inscripción que dice: “Juan de la cosa la fizo en el puerto de S: mã en año de 1500”. Dicho mapa, que se conserva en el Museo Naval de Madrid; representa el continente Americano en color verde, diferenciándolo del Viejo Mundo, y muestra las tierras exploradas por las expediciones españolas y portuguesas, hasta finales del siglo XV.
Es la única obra cartográfica conservada, realizada por Juan de la Cosa, un testigo presencial de los primeros viajes colombinos, que refleja los resultados de las exploraciones realizados en América, durante el siglo xv; con información procedente de los viajes realizados por Colón, Alonso de Ojeda, Vicente Yáñez Pinzón, Juan Caboto, Pedro Álvares Cabral y diversos exploradores portugueses que recorrieron África, como Bartolomeu Dias y Vasco da Gama.
En 1507, Martin Waldseemüller un geógrafo y cartógrafo franco-alemán, junto con Mathias Ringmann, geógrafo, poeta e impresor franco-germánico, publican el mapa realizado por Juan de La Cosa, bajo el título: Universalis Cosmographia secundum Ptholomæi traditionem et Americi Vespuccii aliorumque lustrationes, (que en idioma español quiere decir: “Cosmografía universal según la tradición de Ptolomeo y Américo Vespucio y otros estudios”) empleando por primera vez el nombre de América, en honor a Américo Vespucio, un comerciante, explorador y cosmógrafo florentino, naturalizado castellano en 1505, que participó en al menos dos viajes de exploración al “Nuevo Mundo”, quien argumentó que las tierras “exploradas” eran un continente, consolidando la identidad continental de América y su nombre.
Según las fuentes consultadas, aunque Colón no fue cartógrafo, su papel fue fundamental, sobre el territorio conquistado, que luego sus referencias cartográficas serían corregidas y representadas en el mapa de Juan de La Cosa; la visión geográfica de Colon, estaba influenciada por mapas medievales, como el de Henricus Martellus, geógrafo y cartógrafo alemán, que había dibujado un mapamundi en 1491, que mostraban a Asia extendida hacia el oeste, por lo que Cristóbal Colón, creía que había llegado a Asia, por lo que sus descripciones eran erróneas o incompletas; el mapa de Juan de la Cosa contradice algunas de sus ideas, como la representación de Cuba como isla, mientras Colón insistía en que era una península asiática; aunque Colón no hizo mapas, su exploración fue la base para que otros, como Juan de la Cosa, pudieran representar el “Nuevo Mundo” con mayor precisión.
Este mapa no solo fue un hito de la geografía, sino un símbolo del cambio de paradigma, en el conocimiento mundial; representó un avance científico, que marcó un antes y un después en la comprensión global, subrayando la importancia de la cartografía, como herramienta de poder y conocimiento; su diseño incluyó: una clara diferenciación entre Asia y América, desmintiendo la creencia de que Colón había llegado a las costas orientales asiáticas; se implementa la incorporación del nombre “América” por primera vez, en la historia cartográfica, consolidando la identidad del continente, lo cual representó un avance en la precisión geográfica, que fue fundamental para futuras exploraciones y para la expansión de la conquista y colonización europea, en el Continente. El mapa fue acompañado por un libro, titulado “Cosmographiae Introductio”, donde Waldseemüller y su equipo explicaban las razones detrás del nombre y el concepto de un nuevo continente, basándose en los relatos y cartas de exploradores, especialmente Américo Vespucio.
La creación de este primer mapa que representó de forma detallada el “Nuevo Mundo”, hoy llamado América, cambió para siempre la geografía mundial. Cristóbal Colon, A pesar de haber realizado cuatro viajes, según las fuentes consultadas, no era cartógrafo ni navegante experto en la confección de mapas; su legado cartográfico fue limitado y, en muchos casos, basado en información incompleta o errónea. Aunque su experiencia como navegante es innegable, el crédito corresponde a Juan de La Cosa y posteriormente a Martin Waldseemüller, que publica el mapa en 1507.
Colón en sus viajes, utilizó mapas y conocimientos cartográficos de la época, que se basaban en relatos de navegantes mediterráneos y atlánticos y principalmente en las obras de Ptolomeo, astrónomo, geógrafo y matemático greco-egipcio, quien formuló el modelo geocéntrico del universo y la obra “Geographia”, con principios de cartografía moderna. Estos mapas eran limitados y muy especulativos, con grandes lagunas sobre lo que existía más allá de las islas conocidas. Los registros indican que Colón no creó mapas detallados de sus exploraciones; más bien, fue su equipo, y especialmente los cartógrafos posteriores, quienes plasmaron en papel las nuevas tierras conforme se iba acumulando información. Los mapas que utilizó Colón se caracterizaban por tener numerosos errores y omisiones, reflejando la incertidumbre de un mundo apenas investigado.
El trabajo de Waldseemüller ayudó a consolidar la idea de que América era un continente distinto, lo que modificó para siempre la forma en que Europa entendía el mundo. Este reconocimiento fue clave para fomentar nuevas expediciones hacia el continente, explorando regiones desconocidas;
cambiar la narrativa oficial sobre la expansión y colonización europea, e Influir en la cartografía y en la geopolítica mundial durante siglos posteriores. Aunque Cristóbal Colón abrió el camino hacia el continente americano, el verdadero legado cartográfico que definió la identidad y forma del Nuevo Mundo pertenece a Juan de La Cosa y a Martin Waldseemüller. El mapa de 1507 no solo representó un avance científico sino que marcó un antes y un después en la comprensión global, subrayando la importancia de la cartografía como herramienta de poder y conocimiento.