Actualmente, con las bondades que nos ofrecen estos medios de masiva comunicación instantánea, las familias en el orden mundial no escapan a estas generosidades que de alguna manera vienen a nutrir las afectividades entre núcleos primarios que se desprenden de un tronco común, generando coaliciones resultantes de carencias, tomando en consideración que irremediablemente pueden coincidir, pero desde el lente, se ven sombreadas de ligeras diferencias, elementos característicos en todo ser humano; en cuanto a percepciones, gustos, formas de expresión, mapas mentales y paradigmas que si bien no pueden negarse, vienen a consolidar sus fundamentos. Las familias presentes en este escenario global, a pesar de la evolución de las sociedades, le surgen necesidades de afectos, de ayudar, que sean reconocidas mediante un proceso de socialización. Familia es familia; los demás son conocidos circunstanciales de la existencia.
Según las fuentes, la familia es una institución histórica y jurídica de profundas raíces de las épocas de la humanidad. Su origen tiene una fundamentación política caracterizada por el régimen patriarcal, conformado por el padre, la madre, los hijos varones solteros y casados, las respectivas esposas de estos últimos y los esclavos. Por lo que se evidencia -mi estimado público invisible- que la total soberanía recaía sobre este padre de familia, quien poseía, prácticamente, un poder absoluto sobre el resto de las personas que estaban bajo su dominio. Era el administrador del patrimonio, incluso, podía romper el vínculo matrimonial de sus descendientes. Fungía como sumo sacerdote, es decir, como una especie de sacramento privado. Poseía el derecho de vida y muerte sobre los suyos. Es importante apuntalar que, desde los inicios de esta institución, "el hombre es un ser político y social por naturaleza" –decía Aristóteles (384 a.c-322 a.c)-- en una de sus obras.
Ya dejando un poco el génesis de las familias, que a lo sumo parecía descabellada, se conversará, grosso modo, en relación a la familia contemporánea que socializa como un proceso de crecimiento y progreso, respetando las diferencias culturales entre los pueblos, sin censurar, ni satanizar sus modos de vida. Cada cual tiene sus maneras de matar las pulgas -solía decir Carmen de Lourdes, mi difunta madre-. Desde un punto de vista pedagógico, sin asumir el dominio de la verdad, la familia no es solamente la consolidación de unos apellidos, si es negra o es blanca, si el núcleo es de un país X, o un país Y, y mucho menos el status social al que pertenezca. Lo que sí se considera puntualizar, desde esta modesta argumentación, es el contexto de aprendizaje humano, desde que el niño o la niña, aprenden a tomar consciencia del ser y existir como persona, satisfaciendo sus necesidades, dentro de esta estructura de familia de contenido y valores indubitables.
Como de costumbre –ya bajando la santa maría- desde un ángulo contextualizado con la sociedad, la familia cumple su rol, no de una manera individualizada de sus miembros; por el contrario, se halla inmersa en la condición de garante de la mayoría de las Constituciones de los Estados del mundo, relación con los tratados internacionales, donde ofrece la debida protección en el desarrollo y formación integral del individuo; de acuerdo a los recursos naturales renovables y no renovables disponibles, en sintonía con su legislación patria y los patrones culturales de cada región, respetando la autodeterminación de los pueblos. Todas estas acciones emanadas de la soberanía estatal comprenden, de manera integral, los aspectos del derecho a la vida, el mantenimiento de los servicios básicos, educación en todos sus niveles, seguridad ciudadana y alimentaria, entre otros; enmarcándose en el contexto humano y axiológico de la seguridad de una Nación.
¡Gracias por atención!
¿Cuál es su opinión, de acuerdo a lo leído?
Si el barbudo lo permite, nos vemos en la próxima estación.
