Hacia la Constituyente Cultural

La Organización popular, como alternativa en la construcción de la Revolución Cultural

Con la puesta en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela el panorama de la gestión pública, en relación a la organización social y la participación ciudadana se convierten en un importante texto legal y democrático en la lucha del pueblo venezolano, el cual debe llevarse a la práctica por sus reivindicaciones sociales,económicas, políticas y culturales.

Cabe recordar que la Constitución de 1961, solamente reconocía en su texto como forma de organización social, a las famosas “asociaciones civiles”, nacidas bajo el estigma de los partidos de la cuarta república. Además para nadie era un secreto que dichas organizaciones “civiles” por años estuvieron apartadas del verdadero sentimiento colectivo, y solamente funcionaron como aliviaderos de los problemas que se presentaban en las diferentes comunidades del país. Pero la gente sencilla y común sin ninguna afiliación partidista quedaba a expensas de los falsos líderes que manejaban a su antojo los recursos destinados para ese pueblo que esperaba las respuestas y soluciones a las inquietudes domésticas.

Los venezolanos estamos claros que por décadas, los partidos AD y COPEI, asumieron el protagonismo repartiéndose “la gran torta” gracias al famoso pacto de Punto Fijo. Pero los acontecimientos políticos originados con el ascenso al poder en 1998 del presidente Hugo Chávez Frías, frustó los planes de estas organizaciones políticas en continuar usurpando el dinero del pueblo. Esta nueva situación política, rompe con el bipartidismo y lleva a Venezuela a un proceso vertiginoso de cambios e intenciones promovidas por el mismo ejecutivo nacional, que empleando el slogan “todo el poder para el pueblo”, llegamos a la constituyente nacional, instrumento este de la democracia que permitiría al pueblo venezolano acceder a las urgentes y necesarias transformaciones de un sistema de leyes ya caduco y erosionado por los nuevos tiempos.

El pueblo en consecuencia ha entendido que el derecho de corresponsabilidad que le brinda la Constitución Bolivariana, en participar en el ejercicio de su soberanía, a través de los diferentes aspectos de la vida social, política, económica y por su puesto cultural. Le estimula en lucha por la conquista de esos espacios de participación ciudadana arrebatados por años. Paradójicamente hoy la lucha continúa en forma similar en contra de algunos factores neo-libarales enquistados en gobernaciones, alcaldías u otros organismos oficiales.

Es aquí como profesional de las artes plásticas por más de dos décadas, en donde quiero detenerme, he seguido desde hace varios meses, en mi taller, el desarrollo que se evidencia en la actual la gestión cultural en el estado Mérida. He palpado a diario la inquietud de artistas y colegas, que extrañan la ausencia de un gerente cultural cordial y abierto con todos.(algún parecido con la realidad es pura casualiudad...) Además expresan su preocupación por la escasa oportunidad que tienen en proyectar sus obras fuera del ámbito regional. Otros a duras penas pueden costearse los insumos necesarios para producir esas hermosas obras y piezas artesanales, que los asiduos turistas de estas tierras andinas suelen adquirir.

Esa comunidad cultural, vive con la esperanza de cuando llegará la próxima temporada vacacional, para encontrar de esta manera la respuesta a sus necesidades existenciales y económicas. Un método no muy digno para los padres y madres de familia que viven del producto de sus manos creadoras.

Mientras todo esto ocurre, el actual rector de la cultura regional, puesto por culpa del gobernador, -según sus propias palabras-, no termina por entender que la construcción de un proceso revolucionario se realiza con la participación de todos. Artistas, artesanos, intelectuales, profesionales y trabajadores de la cultura, sin exclusiones y ni etiquetas…. Pués aquí no existe la monarquía, existen grupos culturales que por años han brindado su talento y creatividad a las comunidades. En este orden de ideas interpreto las palabras del presidente Chávez, cuando no se detiene a exigirles a sus ministros y funcionarios, la urgente necesidad de imprimirle una sobre-marcha en sus respectivas funciones públicas, para así de esta manera darle respuesta al pueblo, y que este asuma su protagonismo en la construcción de un nuevo modelo social.

El Ministro de Estado para la Cultura, en su reciente visita a la ciudad de Mérida, ha expresado ante una pequeña parte del sector cultural, la que pudo asistir al Centro Cultural Tulio Febres Cordero, que el pueblo es la cultura….y en consecuencia el constructor de sus destinos en tiempos de cambios y participación.

En medio de todo este panorama que por razones de espacio debemos resumir, un grupo de colegas, artesanos, gente de teatro, escritores, atraídos por las oportunidades que brinda el actual proceso revolucionario en lo que a organización social y la participación ciudadana, se refiere, han conformado el órgano jurídico denominado: Asamblea de Ciudadanos de la Cultura del Estado Mérida, sin duda una importante iniciativa de este grupo de venezolanos, una verdadera alternativa para que todos los dolientes y pueblo cultural se sume en la construcción de una verdadera revolución cultural.

Imagino el día en que gracias a este esfuerzo y lucha tenaz de todos los artistas y creadores venezolanos, podamos disfrutar de los beneficios de una Ley de Protección Social al Artista y Trabajador Cultural…. que la mendicidad y el lobby en institutos y organismos públicos, se termine. Que nuestros compatriotas puedan caminar como sus similares en otras naciones con la frente en alto, como auténticos profesionales de las artes y la cultura.
¿Acaso no lo somos?.

Quiero concluir, estimados lectores, recordando que en ocasión de la condecoración “Orden Ciudad de Mérida de 1810”, recibida como ciudadano ejemplar de la cultura regional en septiembre del 2004, de manos del gobernador, él mismo me expresó: “Me has demostrado Iván que desde la trinchera de la cultura, también se puede hacer la revolución”…

Hoy públicamente le respondo: “Camarada: No descansaré y desde esa trinchera como usted dice, estaré a acompañando a otros colegas que igualmente luchan por la justicia social y la democratización de la cultura en nuestro país”.
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(*) Artista Plástico y Digital
Licenciatura en Artes. UCV, 1978-1983
Premio Nacional de Dibujo CONAC 1982 y FUNDARTE 1983
Bolsa de Trabajo FUNDARTE, Cité des Arts. Páris, Francia 1983-85
Bolsa de Trabajo CONAC. Estados Unidos 1986-89
Coordinador Proyecto de Arte Digital en las Escuelas Bolivarianas (CONAC-ME-CBIT) 2004-2005.

Correo: cicadvenezuela@yahoo.com







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Iván Darío Hernández *

Artista Plástico, Artista Digital y Muralista.

Miembro del Sistema Nacional de las Culturas Populares (Sncp).

Estudios: Licenciatura en Artes, Universidad Central de Venezuela, Caracas, (1978-1983). Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas, Caracas (1972-1974). Escuela de Arte del Museo del Louvre, París, Francia (1983).

Orden al Mérito "Ciudad de Mérida 1810" Ciudadano de la Cultura, Gobernación del Estado Mérida, Mérida (2004). Bolsa de Trabajo a los EEUU. Consejo Nacional de la Cultura (1986 -1988). Premio Fundarte Bolsa de Trabajo a la Cité Internationale des Arts, París, Francia.

Exposiciones personales y colectivas en: Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Líbano, México, Siria y Venezuela.

 ivandarioartist@gmail.com      @ivandarte

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