29 de octubre de 2025.- Las autoridades informaron que el operativo más sangriento en la historia de Río dejó cuatro policías muertos y al menos 60 personas más. Se trató de un ataque contra "narcoterroristas", declaró el gobernador del estado, informó Los Tiempos de Nueva York.
Una vasta operación policial contra narcotraficantes en Río de Janeiro dejó al menos 64 muertos, entre ellos cuatro policías, el martes, en lo que las autoridades describieron como el episodio más letal en la ya sangrienta historia del estado en la lucha contra el crimen organizado.
El tiroteo entre la policía y miembros de la banda en una zona popular de Río controlada por el grupo criminal conocido como Comando Vermelho, o Comando Rojo, estalló en la madrugada del martes.
Las autoridades brasileñas informaron que la operación, en la que participaron 2.500 agentes y que requirió más de dos meses de planificación, fue la culminación de una investigación de un año destinada a frenar la expansión del grupo criminal, uno de los más grandes de Brasil.
El martes, la policía arrestó a 81 personas presuntamente vinculadas a la banda, según las autoridades. "Es una operación estatal contra narcoterroristas", declaró Cláudio Castro, gobernador del estado, en una conferencia de prensa.
La declaración del gobernador se hizo eco de un término que se ha vuelto central en la actual campaña del presidente Trump contra el narcotráfico en Latinoamérica.
En Brasil, esto fue interpretado por algunos como un intento del Sr. Castro, aliado de extrema derecha del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, de ganar terreno político con el tema del crimen organizado, un importante tema de debate conservador.
Para la tarde del martes, cuatro policías y al menos 60 civiles habían muerto en el tiroteo, aunque no estaba claro de inmediato cuántos eran miembros de la banda objetivo de la policía y cuántos eran civiles atrapados en el fuego cruzado.
El número de fallecidos en la operación conmocionó a muchos en Río, una ciudad acostumbrada a los sangrientos enfrentamientos entre la policía y las bandas criminales.
La operación fue la más mortífera en la historia del estado en la lucha contra el narcotráfico, superando un episodio particularmente sangriento ocurrido en 2021 contra el mismo grupo criminal, que resultó en la muerte de 28 personas, incluido un policía.
El martes, los residentes relataron a los medios locales el caos y el pánico que se desataron mientras intentaban esquivar las balas perdidas. Una peluquera contó que fue alcanzada en la pierna mientras hacía ejercicio en un gimnasio.
Las imágenes emitidas por la televisión brasileña mostraban columnas de humo elevándose sobre pilas de casas de bloques de cemento en uno de los barrios objetivo de la operación, mientras miembros de pandillas provocaban incendios en un aparente intento de impedir la entrada de la policía.
El caos del martes se extendió a otras zonas de los barrios obreros periféricos de Río; pandilleros respondieron bloqueando las calles con autobuses.
Las universidades suspendieron las clases, las empresas de autobuses retiraron sus flotas y se cerraron importantes vías, incluida la que conduce al aeropuerto internacional de la ciudad. El gobernador Castro calificó el episodio del martes como parte de una "guerra" contra el crimen organizado.
También criticó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quejándose de que Río necesitaba apoyo para combatir a los cárteles de la droga, pero que el gobierno federal había rechazado sus peticiones de ayuda. "Río de Janeiro está completamente solo en esta lucha", declaró el gobernador.
"Para una guerra como esta", añadió, "deberíamos contar con mucho más apoyo, tal vez incluso de las fuerzas armadas".
El ministro de Justicia de Lula refutó rápidamente las afirmaciones del gobernador, destacando casi una docena de operativos conjuntos para combatir el crimen organizado en el estado durante los últimos dos años.