Baja el telón y se ven sentados una mujer y un hombre en una mesa. El ambiente, es de hotel cinco estrellas. La mesa está colocada en un toldo de una piscina de límpidas aguas, de esas que están en la azotea del edificio, con sus palmeras naturales y todo. La bebida y la comida de primera. El hombre luce una bermuda y una franela de marca. La mujer muestra su sensual cuerpo que apenas cubre una diminuta tanga. Es decir que entre bebida, comida y mujer, el hombre tiene un inefable manjar.
Mujer: Tomás como yo te conozco de donde ha sacado el dinero, te quiero preguntar ¿ si no te da miedo ahora que el gobierno va con todo contra la corrupción?
Hombre: No seas ingenua, mi prenda bella. Yo soy un veterano de mil batallas. Acuérdate que yo tengo más de 40 años de experiencia metido en este negocio. O es que acaso que tú no sabes que yo estuve mandando con AD y Copei, y ahora por conveniencia me visto de rojo, pero mi sangre y mi voto siempre será por la oposición.
Mujer: ¿Tú te recuerdas esas batallas, donde actuaste?
Hombre: Claro, aunque son muchas, te voy a nombrar las más sustanciosas: Yo utilicé los dólares de Recadi. Estuve involucrado en el negocio del Sierra Nevada. Con el BTV conseguí préstamos millonarios. También a través de un ministro y de una doctora estuve en el caso (unos 337.060 dólares) de los 20 Jeeps, que al final no fueron los 20 que se le dieron a las Fuerzas armadas, sino otros 65 que repartió la susodicha Dra. para ser utilizados por los secretarios de organización de la tolda blanca, en el área metropolitana de Caracas. Además tuve que ver con los banqueros corruptos.
Mujer: Y ahorita ¿qué haces?
Hombre: Tranquilito, jugando banco, como el que no rompe un plato, acuérdate que llueve y escampa, y yo estoy esperando aquí que escampe, disfrutando de estos manjares y sobre todo de una mujer como tú.
Mujer: Ja, ja, ja, ja. Por eso digo que tú sigues siendo mi corrupto favorito.
El telón empieza a bajar y al fondo se escuchan las risas irónicas de las dos personas.
