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No obstante, un panel de cinco oficiales de la corte no la halló culpable de conspiración para torturar en el caso que la hizo famosa internacionalmente, cuando fue fotografiada paseando a un prisionero sujeto con una correa al cuello como si se tratara de un perro.
England, de 22 años, permaneció en silencio durante la lectura del veredicto. No se informó la fecha en que se hará pública la condena, que podría llegar a 10 años de cárcel.
Sus abogados argumentaron que la “personalidad sumisa” de England la hizo seguir las instrucciones de su carismático superior, Charles Graner --por entonces su pareja y padre de su hijo--, que actualmente cumple una condena a 10 años por los mismos hechos.
La acusación, por el contrario, aseguró que la joven se divertía en maltratar a los prisioneros, y alegó que todos los soldados estadounidenses están suficientemente entrenados como para saber que las torturas físicas y psicológicas a los prisioneros están prohibidas por la ley.
England fue hallada culpable de cuatro cargos de crueldad y maltrato y uno por haber cometido un acto indecente. El tribunal militar también la consideró culpable de conspirar con otros cuatro militares para torturar a los prisioneros, obligándolos a desnudarse y formar una pirámide humana.
En mayo, el presidente de la Corte Marcial había suspendido un primer proceso en su contra por vicios de procedimiento tras el testimonio de Graner, que contradijo la declaración de culpabilidad de England, al afirmar que él había ordenado a la joven que sostuviera al detenido atado con una correa.
England es la última de los nueve soldados inculpados en el escándalo de Abu Ghraib. Las penas de los otros ocho oscilaron entre la expulsión del Ejército y los 10 años de prisión.
Ningún oficial ha sido juzgado por el caso, si bien la ex comandante de la prisión, la general Janis Kerpinski, y el coronel Thomas Pappas recibieron sanciones extrajudiciales.
La decisión de la Corte Marcial de Fort Hood se produce cuando el Ejército estadounidense vuelve a ser acusado de maltrato a prisioneros en Irak, en un informe de la organización Human Rights Watch, publicado el sábado y basado en testimonios de militares.
En un informe titulado “Falta de comando: Testimonios directos de torturas por parte de la 82a División aerotransportada”, dos sargentos y un capitán evocan las humillaciones cotidianas y los golpes a los prisioneros detenidos en la base Mercury, cerca de Faluya.
El Ejército de Tierra estadounidense ya ha investigado 400 acusaciones de torturas contra prisioneros, que desembocaron en la adopción de medidas contra 230 militares, según un portavoz del Ejército de Tierra, Paul Boyce.
