La policía del estado de Nueva York acusó el viernes a cinco personas de asesinato por la muerte de un hombre trans desaparecido que, según las autoridades, murió tras repetidos actos de violencia y tortura durante más de un mes.
Según las autoridades, la víctima fue sometida a vejaciones por parte de múltiples individuos, que luego arrojaron su cuerpo a un campo en la ciudad de Benton, a unas 50 millas al sureste de Rochester.
La víctima, Sam Nordquist, un hombre transgénero de 24 años originario de Minnesota, fue reportada como desaparecida el 9 de febrero.
La policía dijo que llegó a Nueva York en septiembre y había perdido contacto con sus seres queridos.
De acuerdo con un comunicado, los agentes descubrieron luego pruebas que sugerían que Nordquist "fue sometido a abuso físico continuo" entre diciembre de 2024 y febrero de 2025.
El mayor Kevin Sucher, comandante de la tropa de policía estatal que incluye la región de Finger Lakes, dijo que los hechos y las circunstancias del caso eran "más que depravadas" y "por lejos, la "peor" investigación de homicidio en la que la oficina ha participado.
Las vejaciones que sufrió la víctima no las merece "ningún ser humano", dice comandante
Sucher condenó los hechos al informar sobre el nivel de violencia y torturas que sufrió la víctima.
"Ningún ser humano debería tener que soportar lo que sufrió Sam", dijo durante una conferencia de prensa televisada.
La policía no compartió muchos detalles del caso y señaló que seguía bajo investigación activa.
Cuando se le preguntó si la tortura y la muerte de Nordquist se consideraban un crimen de odio, la capitana Kelly Swift de la Oficina de Investigación Criminal de la Tropa E de la Policía del Estado de Nueva York dijo que la policía no lo había descartado, pero enfatizó que la investigación continuaba
Los investigadores también deben determinar la relación de Nordquist con los sospechosos, así como las relaciones de los sospechosos entre sí.
Los arrestados incluyen a Precious Arzuaga, de 38 años, y Patrick Goodwin, de 30, de Canandaigua, Nueva York; Kyle Sage, 33 años, de Rochester, Nueva York; Jennifer Quijano, 30 años, de Geneva, Nueva York; y Emily Motyka, de 19 años, de Lima, Nueva York.
Los cinco fueron acusados de asesinato en segundo grado después de que la policía registrara el jueves una habitación en el motel Patty's Lodge en Canandaigua, el último lugar donde se sabía que se hospedaba Nordquist.
Los cinco estaban detenidos bajo custodia policial, en espera de ser procesados. No estaba claro si alguno había conseguido un abogado.
Hasta ahora, la investigación ha revelado un "patrón de abuso profundamente inquietante" que finalmente resultó en la muerte de Nordquist, dijo Swift, quien lo llamó "uno de los crímenes más horribles" que jamás haya investigado en sus 20 años de carrera policial.
Activistas LGBTQ+ en NY condenan la muerte de Nordquist
En un comunicado a través de sus redes sociales, el colectivo Rochester LGBT Together condenó el asesinato de Nordquist.
"Sam Nordquist debería seguir vivo. Estamos realmente enojados y horrorizados al conocer los detalles de los últimos días de Sam y enormemente entristecidos al enterarnos de su asesinato", dijo la organización.
El organismo dijo que las personas trans sufren una "epidemia de violencia" en Estados Unidos.
"Es una consecuencia directa de la ignorancia y el odio que impregnan nuestra sociedad. Cuando atacas la dignidad y el respeto de las personas trans, estas son las consecuencias naturales", dijo la organización.
La condena del organismo a la violencia padecida por las personas trans ocurre en medio de las políticas impulsadas por el gobierno de Donald Trump en contra de esa comunidad.
Por ejemplo, en su discurso de toma de posesión, Trump dijo que su gobierno sólo reconocerá el sexo de las personas que fue registrado al momento de su nacimiento.
Además, ha impulsado políticas para rechazar la participación de mujeres trans en deportes femeninos al sostener que es injusto que compitan contra mujeres biológicas.