Esta es la esencia de la cuestión.
Hay una posición ventajosa desde la cual se puede trabajar para consolidar
la revolución.
Hay una oportunidad legal para
enfrentar el capitalismo representado por la oligarquía y la cultura,
los medios de producción y comunicación, desde una óptica revolucionaria
no marxista-leninista, es una revolución chavista cuyo socialismo será
bolivariano, por lo tanto el partido socialista unido de Venezuela debe
profundizar esa ideología, que se construirá de acuerdo a la experiencia
de lo logrado, indudablemente servirá, para escribir la teoría. La
conexión, entre el partido y el pueblo, para construir la sociedad
deja mucho que desear. Poco a poco...bueno, lo que pasa es que esta
revolución o es en bloque o no será.
A fin de superar ese obstáculo
ideológico, el PSUV tendría que reunir en torno suyo ese porcentaje
de la clase trabajadora, reacio de integrarse por sus prebendas doradas,
para que realmente sea un elemento progresivo de la revolución. Después,
tendrá que superar que partido y clase no sean sinónimos y ser un
partido solo para las elecciones. No lo podrá hacer, mientras en el
directorio continúen los ministros, gobernadores y alcaldes, así quieran
trabajar en las cuestiones ideológicas y sociales afines al partido,
no lo pueden realizar. Pues estas y otras enseñanzas políticas, administrativas
y económicas requieren tiempo. Los funcionarios no disponen del tiempo
requerido para dos actividades que exigen tiempo completo para superar
el estatismo en la que se encuentran, además el partido no puede formar
parte de manera exclusiva del centralismo democrático, debería ser
parte del poder político del pueblo, de lo contrario se estaría engañando
así mismo y a los demás.
Ahora, la voluntad del pueblo
con el poder de decisión en sus manos, una vez que pasa las elecciones,
esta voluntad paulatinamente se descarta, porque no viene al caso ¿por
qué? Porque no es cuestión de número si este porcentaje no contribuye
a una expresión correcta de las ideas con la política social del pueblo.
En cuanto a la mayoría revolucionaria hay que considerarla no como
un medio para alcanzar el poder, sino como algo que creara el partido
después de tomar el poder, para atraer a su lado a la mayoría de la
población. ¿Cómo? La revolución tiene ante todo que derribar el
poder de la oligarquía, y en segundo lugar hacer pedazos el aparato
del estado viejo, socavando así, como se lo esta ejecutando, de un
golpe, la influencia capitalista.
Las continuas elecciones o
referéndum, significa conceder derecho administrativo al Sr. Presidente
y a sus colaboradores. El partido puede ganar con una diferencia arrolladora,
pero después tendría que considerar a esa minoría funcionaria, aunque
pequeña, algunos han conseguido votos suficientes para dejar impresa
su mentalidad pública. Y, esta es la cuestión, el partido no puede
convivir estrechamente con esa minoría dirigente porque no la podría
criticar revolucionariamente para superar el burocratismo y sus derivados,
por eso, el partido debe estar con el liderazgo de Chávez en la presidencia
del partido, si así lo requieren, aunque eso tampoco es importante,
me refiero a la presidencia del partido, si es importante que el partido
este en manos del pueblo con el liderazgo del presidente.
El partido socialista no debería
tener de si mismo otro concepto que el de un partido de vanguardia,
hacia allí, hay que encaminarlo, debe ser el elemento mas avanzado
de la revolución. Tiene un deber que cumplir que no puede seguir eludiendo,
delegando, ni permitiendo que se lo quiten de las manos. A saber, el
de impulsar incesantemente al pueblo en la dirección única que ha
señalado la historia hacia un dominio definitivo del socialismo. La
lógica cultural criolla revolucionaria debe penetrar la ideología
social. El proporcionarse a si mismo, mediante sus directivos en los
cargos de vicepresidentes es una figura que debe terminar, convocando
a nuevas elecciones internas del partido, con candidatos no decididos
de antemano, para que no se conviertan en usurpadores de la ideología
revolucionaria. Grupo directriz que en nombre del pueblo desplace al
pueblo, eso debe terminar.
No queremos más buscadores
de poder, sino creadores socialistas, de un cielo nuevo, de una tierra
nueva, para una persona nueva. El poder representa al pueblo, en consecuencia
por lo que a ellos respecta, hay que soportar el peso del proceso, reconociendo
que la única libertad con dignidad, se encuentra en su dedicación
productiva a las tareas señaladas por el partido.
Este tipo de razonamiento tiene aplicaciones casi infinitas, por ejemplo. Ser progresivo, por la sola razón de ser pro socialista. Una vez que ha sido designado así, lo apoyan por ser progresivo. Persigue una votación casi unánime a favor de los candidatos de la base y después ese resultado, sea saludado como una prueba de que, según el veredicto del pueblo, el partido nombro a los mejores candidatos.