Modestas reflexiones para quien quiera leerlas

El pasado domingo me llevé una gran sorpresa al saber el resultado del referéndum y debo
decir que tras la sorpresa sentí un gran alivio y mucho optimismo. Esto se debe a que siempre ví el
proyecto de reforma como muy ambicioso y pensé que el país no estaba listo para asumir un
proyecto tan grande y profundo, un proyecto que no sólo propone un cambio político sino de
conciencia. Pienso que aprobar un proyecto tan ambicioso sin tener las condiciones necesarias
puede acabar con el proyecto mismo y la revolución.

En segundo lugar la victoria del NO dejaba al descubierto muchas cosas, entre ellas la
certeza de que el dictador nunca asumiría una derrota y que las instituciones son complacientes
con el régimen... Pero esto aunque importante no va al fondo del asunto. Para mi lo más importante
es que demostró una vez más que detrás de toda la maquinaria opositora no hay un proyecto y que
en el mejor de los casos, el único proyecto es desaparecer a Chávez sin preguntarse ¿y después
que? …

Estos últimos días veo en la televisión y escucho en la radio que si la victoria fue aplastante,
que si el margen fue poco, que la victoria fue pirrica, etc, etc, etc. Señores yo pienso que el hecho es
que ganó el NO y no hay que darle más vueltas. No hay que darle vueltas porque gano el NO a un
PROYECTO, hubo NO porque había PROYECTO así que lo importante no es como ganó sino el
proyecto en si.

La oposición fracasa porque se basa en la mentira para liderar y conducir una corriente que
va a la deriva ya que carece de proyecto y objetivos a mediano y largo plazo. Tiene un objetivo a
corto plazo que es quitar a Chávez y después de que eso pase, cosa que dudo, supongo que seguirán
la premisa del celebre Eudomar Santos “como vaya viniendo vamos viendo”. La oposición carece
de líderes frescos con credibilidad, carece de argumentos sólidos y hasta de valor (y me refiero a
valentía y coraje). No es más que una eficiente fabrica de mentiras mediáticas, héroes fugaces,
especialistas del absurdo y sobre todo de situaciones de angustia, desabastecimiento, preocupación,
etc.

La oposición demuestra cada día que no hay proyecto, así como se demuestra por si sólo que
detrás del movimiento estudiantil hay mucho mas que estudiantes, la oposición se debilita a si
misma cuando después de una “victoria” salen a la palestra nuevamente los mismos de siempre,
anoche vi a Enrique Mendoza (tan acabado física como políticamente) y esta mañana a Salas Romer
(sin comentarios)….En paralelo se trata de dar merito a Baduel e Ismael García, se honra el
“coraje” de Maria Isabel y así se siguen trazando estrategias de cara a la victoria final que
finalmente nunca tendrán si el trabajo de la revolución se hace bien hecho y mientras ellos sigan por
ese camino.

En fin basta de discutir si se ganó por mucho o por poco, hay que trabajar en el proyecto y
no desviarnos de nuestro objetivo. Mientras se discuten tonterías la oposición gana terreno, si bien
nunca insuficiente no podemos ceder espacios, al enemigo ni agua. Aprovechemos el tiempo y
analicemos qué pasó, qué hacer y sigamos adelante con la revolución y el proyecto porque esa debe
ser nuestra meta. Se vence con ideas y proyectos, que sean otros los que se distraigan con detalles
irrelevantes para crear su realidad alternativa que cada día perderá más poder. Sólo hay que
escuchar sus argumentos y cuentos de camino, ver a la gente quemando billetes de 2000, oir a sus
lideres desgastados ahora amparados por jóvenes inexpertos en política (aunque algunos iniciando
su camino en esta área a quienes hay que tener presente) o simplemente analizar los números para
ver que no ganan poder, pero OJO!!! siguen allí entorpeciendo nuestro andar.

En mi modesta opinión, el proyecto de reforma falló porque era ambicioso y proponía
verdaderos y profundos cambios. Esto asustó a aquellos revolucionarios de boquita, aterró a la
derecha y confundió más a los confundidos. Esto quiere decir que el camino está claro, hay que
profundizar la conciencia socialista, hay que decirle al pueblo y al mundo en que consiste nuestro
socialismo, explicarlo, exponer sus objetivos, trabajar desde cada uno de nosotros hacia fuera para
que los auténticos revolucionarios se consoliden, los revolucionarios de boquita entiendan y
adopten posición, los confundidos se aclaren y se unan al bando que crean conveniente y en fin que
el proceso y la revolución avancen.

La oposición actualmente cuenta con 2 ventajas que le hemos dado, la primera es lo
abstracto del concepto Socialismo aunque sea del Siglo XXI ya que fácilmente lo manipulan
asociándolo a los males del fracasado comunismo o socialismo de épocas pasadas. O bien al carecer
de una definición damos libertad de interpretarlo como cada quien quiera (es difícil definirlo pero
llegó el momento de hacerlo sin olvidar o acotando que un proceso dinámico como este tendrá una
definición igualmente dinámica y cambiante en forma más no en esencia)
La segunda ventaja es que se ha permitido que se etiquete el proceso y la Revolución
Bolivariana como Chavismo y ellos han sabido, como bien hace el marketing, ligar esa etiqueta con
sentimientos que generan reacciones favorables a una parte que en este caso es la oposición. Me
explico, Chavismo es igual a Chavista que a su vez es igual a Comunista, camisa roja, pobre, sin
educación, negro, violento, atraso, dictadura, etc, etc, etc y esto genera una reacción negativa en
parte de la población (que sean mayoría o minoría, disociados o no, son Venezolanos y votan), por
ello cuando se pretende crear rechazo hacia algo se le etiqueta de Chavismo al punto de ser valido
como insulto el termino Chavista.

Hay que derrotar esa imagen del Chavismo, hay que dejar de ser Chavistas y comenzar a ser
Socialistas y Revolucionarios, no hay que seguir a Chávez sino perseguir un objetivo único y
común más grande que el liderazgo de nuestro presidente, más grande que los intereses de la
oposición, más grande que el poder del imperio y tan grande como la patria grande que todos
merecemos.

Hay que entender y hacer saber que Chávez es nuestro presidente, líder de la revolución, un
gran hombre digno merecedor de respeto y admiración pero es el pueblo en su conjunto el que
puede y debe lograr el cambio. Chávez solo no puede, por eso hay que ayudarle y ayudarle significa
comprometerse, compartir logros y fallos, afrontar victorias, derrotas y batallas, aportarle ideas y
sentimientos, escuchar sus lineamientos, analizarlos y entenderlos para llevarlos a cabo, defender lo
nuestro, denunciar, corregir, trabajar, enseñar e incluso soñar… Basta de Chavismo señores llegó el
momento del Socialismo de la Revolución Bolivariana y del cambio profundo de conciencia, un
cambio que comienza por cada uno de nosotros para proyectarse hacia los demás y más allá de
nuestras fronteras. Hay que trabajar en formar a las personas en el socialismo, en comprometer
verdaderamente a todos con el proceso, basta de predicar, llegó el momento de hacer, de lanzarse al
agua, de decir sin miedo lo que se cree porque el que realmente cree en algo no teme decirlo y
mucho menos teme obrar en consecuencia.

Si nos centramos en este trabajo arduo, comenzando con nosotros mismos, nuestra familia y
amigos, la comunidad y así sucesivamente en poco tiempo tendremos las condiciones y las personas
necesarias para concretar un proyecto Socialista Bolivariano y sobre todo Venezolano, ese debe ser
nuestro principal objetivo desde hoy y hasta siempre.

Hay que estar claros en que la lucha es por el cambio de estructuras y valores, cambios
profundos de conciencia, actitudes y acciones pero este cambio es más difícil para unos que para
otros. Debemos entender que muchos de quienes nos adversan, nos rechazan o incluso nos odian es
porque han crecido bajo un esquema distinto, no conocen otra realidad y cuando ven que su realidad
se tambalea no saben como actuar y por eso son fáciles de manipular o son violentos, nuestro
trabajo es buscar el camino de mostrarles que hay otra realidad y que este nuevo esquema no los
pone en peligro ni es contra ellos sino para todos, simplemente les exige abrir sus mentes y entender
que hay algo más. Soy joven, fui criado en un entorno de clase media alta, en colegios y
universidades privadas, con privilegios innumerables. Viví varios años en el exterior y hoy estoy en
Venezuela porque me gusta lo que pasa, veo futuro y siento que estoy viviendo la historia, siento
que puedo aportar algo y lo hago con entusiasmo. Aún hoy mantengo estrecho contacto con
personas adineradas que adversan el cambio y por ello sé que es porque no lo entienden, o peor aún,
porque lo que creen entender les viene de los medios corrompidos.

Cuando tengo la oportunidad me siento a discutir y analizar su posición, no impongo mis
argumentos sino que analizo los suyos, los desarmo y estudio por separado para que sean ellos
mismos quienes den la conclusión o simplemente se den cuenta por si mismos que se aferran a
argumentos vacíos, a premisas falsas o a verdades a medias que si bien son verdades están
manipuladas. Trabajo con turismo por lo que viajo por todo el país y llevo a los extranjeros a ver la
realidad, a palpar ellos mismos las calles, a ver los hechos y que finalmente se lleven una opinión
propia que hasta ahora ha sido totalmente opuesta a la imagen que traían de su país de origen y lo
más importante, es que lo agradecen, valoran y lo hacen saber a sus familiares y amigos en sus
países de origen. Todo esto me llena de satisfacciones aunque no me genere muchos ingresos ni me
asegure una jubilación, pero siento que con ello aporto valor a mi país. Lo que quiero decir es que
para lograr progresos debemos dejar nuestras posiciones cerradas o parcialidades férreas porque hay
que saber que cada uno de nosotros entendemos el mundo según lo que nos han enseñado y por ello
cada uno tiene una realidad, un paradigma, una forma de entender el mundo y no hay que cambiar
la forma de entender el mundo de los demás imponiendo la nuestra sino ampliarla aportando lo
nuestro y cada quien al final sacará sus conclusiones.

Dejemos el Chavismo, dejemos de discutir si la victoria fue aplastante o no y caminemos
hacia el Socialismo con ideas claras, conceptos claros y propuestas firmes, con contenido digerible
y objetivos claros a corto, medio y largo plazo. Trabajemos nuestra conciencia individual para
formar una conciencia colectiva, basémonos en la verdad y en las personas, respetemos las ideas,
analicémoslas, hagamos propuestas y por ultimo no bajemos la guardia, siempre contraataquemos a
la oposición pero desarmando sus argumentos, desnudándolos con sus ideas porque las nuestras van
llenas de alegría, conciencia, valores, contenido y proyecto de país, cosa que ellos no tienen y si
deciden buscar uno, mientras lo consiguen nosotros fortalecemos el nuestro y finalmente lo
consolidaremos.

Me despido optimista con un abrazo para todos, un saludo revolucionario de corazón y en
pie de lucha para lograr la patria que merecemos en pro del mundo que merecemos.

leorivasdom@gmail.com


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Leonardo Rivas D.


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