El 25 de noviembre, día Internacional Contra la Violencia de Genero, es precisamente para recordar y denunciar la violencia machista. Se conmemora precisamente ese día en honor a las hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa, asesinadas en el año de 1960 en Santo Domingo por la dictadura de Leónidas Trujillo. La iniciativa surgió de la convocatoria de los movimientos latinoamericanos de mujeres en 1981, donde todas las mujeres del mundo exigen que cese el maltrato, la misoginia, que se creen políticas públicas en todos los países del mundo, que respeten la igualdad de derechos y oportunidades.
Este escrito va referido a la violencia que se ejerce a través de algunas canciones, reguetones, baladas, otros medios digitales contra las mujeres, al conmemorarse un año más del día de la no violencia contra la mujer.
Transcurridos todos estos años hemos considerado logros importantes por el derecho de la mujer a una vida sin violencia, pero las redes sociales con su rapidez han logrado en muchos ambientes descalificar las luchas de las mujeres, a través de mensajes sexistas con estereotipos aberrantes refiriéndose a ellas, tales como los casos de canciones misóginas, donde la dominación patriarcal se refleja, la del macho cabrío sobre la mujer.
El género musical reggaetón tiene su estilo que ha calado en la juventud, pero su temática los gobiernos la han descuidado, porque ínsita a los mas vulnerables, niñas, niños y adolescentes, a sumergirse en la violencia contra la mujer. Allí es normal escuchar cantar a toda voz: "Cuando la azoto suena pam, pam, pam y la pistola suena pam, pam pam". Sosteniendo grotescamente que es natural azotarla y matarla. O la versión que dice: "Gracias al maltrato se puso bella"… "Ahora tú la quieres y no te quiere ella". Se canta con tanta naturalidad, que lo hacen parte de su vida cotidiana; lo más peligroso de esto es la aceptación pasiva por todo el público.
Este tipo de canciones deberían de pasar por una revisión antes de ser exhibidas al público, ejercer políticas publicas que le pongan un freno, que su trasfondo está en la dominación de la mujer, somos reducida a objetos de uso y nos convierten en animales cuando nos llaman perras, cochinas, zorras, las hembras como nos dicen descalificándonos.
En este género musical el hombre se da a la tarea, a través de las letras de sus canciones, a minimizar a la mujer y a través de la sexualidad reflejan las relaciones sociales de producción, quien domina y oprime, la que obedece y calla. Esta situación la podríamos denominar como un detonante que se convierte en un problema de salud pública: la mujer sumisa, que debe ser golpeada en el acto sexual y ser tratada como un animal; eso va calando cantandito entre la población de ambos sexos, unos aceptando y otros agrediendo con naturalidad.
En otros tiempos existieron canciones que maltratan a la mujer, como baladas, rancheras y llaneras la canción que dice "Violarte de amor," fue suspendida de todos los medios de comunicación, por considerarla una forma de incitación al odio hacia las mujeres.
Este llamado a las autoridades no pretende instituir ningún tipo de censura general a la música o a otro tipo de expresión artística, sino llamar la atención de la institucionalidad publica sobre estas manifestaciones referidas, que probablemente estén deformando a nuestros niños, niñas y adolescentes.
En estos tiempos hemos vistos como viene creciendo el feminicidio en nuestro país, la ONG, Utopix registró en sus archivos 76 feminicidios en el primer semestre del año 2025. (feminicidioshttps://www.swissinfo.ch/spa/la-ong-utopix-registr%C3%B3-76-feminicidios-en-venezuela-en-el-primer-semestre-de-2025/89957578).
La incitación al odio y el maltrato a las mujeres a través de la música, conlleva a la naturalidad del trato cruel, con canciones que escuchamos en las camionetas de pasajeros, en las calles, bulevares, donde niños de las escuelas y educación media lo cantan como himno nacional.
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