Bukele, se va por la cloaca de la piche historia, todo fétido

La República Bolivariana de Venezuela, vivió uno de sus momentos estelares cuando el mundo entero se enteró que los más de 200 venezolanos, injustamente acusados de ser "migrantes" por la Administración de Donald Trump, en el derecho internacional ser "migrantes" no se consideran un delito o delincuentes. Lo cierto es, que dicha Administración, olvida lo que para los norteamericanos verdaderos, siempre fue un orgullo, se decían: "soy norteamericano porque soy un migrante", veían Norteamérica, como el mundo entero. A diferencia del pequeño Donald Trump, quien limita su estrecha visión del mundo a ese pequeño espacio llamado: los Estados Unidos. Donald Trump, descendiente de migrantes, como lo fue su madre, por ende: otro migrante más que, para su infortunio, odia ser migrante, valga decir: se odia a sí mismo. En su repugnancia al migrante, se repudia a sí mismo. ¡Vaya enfermedad, la del señor Trump! Que poca estima tiene de sí mismo y cuánta frustración debe tener Mr. Trump.

Toda esa frustración y rabieta contenida, no merecen que los venezolanos y venezolanas, ni ningún pueblo libre y soberano de este planeta, que se lo endosen como una deuda a cobrar. ¡Que mal está usted, señor Trump! ¡Cuánta frustración lleva encima! El pueblo estadounidense votó por usted, buscando que le resolviera ese gravísimo problema que representa el alto costo de la vida y ya, usted ni habla del tema. ¡No le interesa! Como no le interesó, la vida del pueblo estadounidense, cuando ocurrió la tragedia de Texas. Decía, Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de la nación estadounidense: "Veo en un futuro cercano una crisis que se acerca, que me inquieta y me hace temblar por la seguridad de mi país... las corporaciones han sido entronizadas y seguirá una era de corrupción en los altos lugares, y el poder del dinero del país se esforzará por prolongar su reinado, trabajando sobre los prejuicios del pueblo hasta que toda la riqueza se concentre en unas pocas manos y la República sea destruida…" Ya, ese futuro que temía Jefferson, es una realidad ineludible para las y los estadounidenses de hoy. La democracia estadounidense, existente en los EEUU, es una realidad para apenas una minoría de estadounidenses que tienen un solo punto en común: todos son millonarios, valga decir, la cuantía de sus bienes, definen la calidad de su democracia. Por supuesto, tendrás democracia verdadera, si eres millonario, sino vete a la mier…, quién lo manda a ser pobres.

A diferencia de la sociedad norteamericana, la venezolana, es una sociedad de iguales. Donde hombres y mujeres comparten la vida terrenal, respetándose unos a otros, uno no es más que otro u otra y viceversa. Venezuela, es casi que el paraíso terrenal, como modelo societario que los envidiosos de siempre, tildan de "régimen" por evitar decir la verdad que tanto envidian. Venezuela, es hoy por hoy, un modelo societario ejemplar. En donde, "el hombre (y la mujer añadimos nosotros) se define por su relación con los otros, configurándose como conciudadanos, compartiendo un compromiso para construir un mundo común, una comunalidad". ("La Sociedad de Iguales". Rosanvallon, Pierre, La Sociedad de Iguales, Buenos Aires, Manantial, septiembre de 2012).

Esto, ocurre a la luz de una "ruptura secular" caracterizada por una fuerte regresión de la "ciudadanía social" y la "democracia- sociedad" en los EEUU. Esta "crisis de la igualdad", tiene como antecedente la que se dio hacia 1880-1900, durante la "primera globalización", época de nacionalismos, proteccionismos, xenofobia y auge del fascismo. La respuesta a esa "primera gran crisis de la igualdad", fue el desarrollo de los "Estados sociales redistributivos". La idea de ciudadanía tiene que ser enriquecida para ser revertida, porque no se trata ya del sufragio universal, sino de "hacer sociedad juntos". Singularidad, reciprocidad y comunalidad, son los principios que la idea de la sociedad de los iguales impone. La comunalidad, es una forma social donde conciudadanos construyen un sentido en común de la sociedad de los iguales. El ciudadano, la ciudadana, es mucho más que portadores de deberes y derechos personales. En la sociedad comunal, que está construyendo Venezuela los deberes son compartidos y los derechos distribuidos protegiendo al que menos tiene para que el día de mañana en vez de ser un protegido sea un protector. Nadie, se queda fuera en la sociedad de los comunes. Es por ello, que al enterarse la sociedad venezolana del regreso de los 252 migrantes secuestrados por el régimen de Donald Trump y enviados a un campo de concentración en El Salvador, vendidos por unos cuantos miles de dólares al delincuente y narcotraficante centroamericano, Nayid Bukele, como mano de obra barata para ser explotada.

El Presidente Nicolás Maduro, apenas se enteró del abuso de la administración Trump, ahora en conchupancia con la derecha salvadoreña, anunció su compromiso con el grupo de migrantes de hacer hasta lo imposible para traerlos de regreso a su Venezuela heroica. Se inició así, un plan diplomático que tenía como objetivo: el regreso de los venezolanos secuestrados, lo cual se consigue este mes de julio al lograr en las conversaciones un intercambio de prisioneros entre los cuales se encontraban funcionarios de la CIA, que tenían planes para generar violencia en el país y fueron neutralizados y detenidos por la inteligencia y fuerzas policiales nacionales. En dichas conversaciones, el narco Bukele fue extrañado y no participó de ninguna manera. Como decía el Ministro Cabello: "Entregamos a unos asesinos por ustedes", les dijo el ministro Diosdado Cabello a los venezolanos liberados por EEUU. El Presidente Mauro dio algunos detalles de quienes estuvieron involucrados en la negociación por los venezolanos que estaban presos en el Cecot. Dio las gracias al presidente Trump, al papa León XIV y al cardenal salvadoreño Gregorio Chávez por las gestiones hechas para las liberaciones en el Cecot. Más temprano, en un comunicado de la Cancillería, se nombraba al ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero como parte de los mediadores de esta negociación que le da a Venezuela una victoria heroica contra el imperialismo. Queda muy mal Bukele, quien por tan solo seis millones de dólares es capaz de vender hasta su Madre. Mientras fueron liberados pot la parte estadounidense, el agente seal de la Marina estadounidense, Wilbert Castañeda, de 37 años. Por su parte, Jorge Rodríguez, comisionado especial para esta liberación y presidente de la Asamblea Nacional, explicó que las conversaciones se centraron en Estados Unidos, sin diálogo directo con el presidente salvadoreño Nayib Bukele. Quien precisó: "Desde el primer día, este grupo de jóvenes fue sometido a gravísimas torturas psicológicas. Es, exactamente, lo que hicieron los nazis en los campos de concentración. Los querían convertir en una especie de bestias", señaló Rodríguez. La ONU no actuó para nada, evidenciando su muerte como organismo internacional. Así, actúa ese imperio del mal que no sabe de valores y mucho menos de humanidad…



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Henry Escalante


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