Kilombo en Afroindianidad

El pasado domingo 30 de octubre de acuerdo a una información digital aparecida en mi cuenta whats app, en lo que ahora en este caso se llama flyer-video, mostrándome la invitación para un evento que exitosamente se realizó en el museo César Rengifo de Petare, comenzando a las 2:00 p.m. y que anunciaba una actividad muy afrovenezolana con la participación de distinguidas personalidades de la música y la cultura afrobarloventeña. No podía dejar de asistir por tratarse de lo que en nuestra asociación M.S.A- Venezuela- (Movimiento Social Afrodescendientes) hemos llamado coloquialmente, una de las capitales, sucursal o embajada de la región de Barlovento, como lo es la parroquia Petare, del Municipio Sucre, del estado Miranda, allí ismo en el casco histórico de Petare, igualmente como lo son las parroquias San Agustín y Pinto Salinas, en el Distrito Capital de nuestra patria Venezuela.

El asunto es que gracias al haber llegado a buena hora a esta actividad colaborativa, quede en deuda con la contribución a la entrada por valor de 3$ o sea para ese momento Bs. 24 y al escribir esta nota a manera de crónica corta, creo quedar reivindicado con los organizadores de este maravilloso evento. Estaba anunciado por orden de aparición; en primer lugar el Ensamble Musiclaje Mucuritas, rápidamente comprendí que se trataba de un grupo de niños y jóvenes de la parroquia Caricuao, ejecutando el originalísimo y casi único instrumento musical de percusión que se ejecuta acertadamente por quienes están formados y dirigidos por el también invitado y creo que promotor de esta iniciativa, el destacado percusionista de Afrolibertad, Sr. Felipe Hidalgo, en representación de esta parroquia que lleva el nombre de este conocido personaje indígena. Este es el trabajo que considero de mayor importancia, pues se trata de trabajar con las semillas que conforman el semillero de las manifestaciones que son parte de las culturas constitutivas de la venezolanidad.

Fue una sorpresa para mi ver iniciando la actividad con el cantautor de las tonadas afrovenezolanas, Enrique "Kilombo" Duarte, acompañando o mejor dicho siendo acompañado por este ensamble musical que dio una demostración del sonido orinal del bambú, especie vegetal que debe ser protegida y tratada racionalmente, conjuntamente con la versión elaborada en plástico PVC, como muestra del reciclaje y reusaje de estos materiales que generalmente se consideran como desechos. Vale la pena destacar que este cantautor nacido en un caserío de San José de Barlovento y quien desde niño estuvo vinculado a la agricultura, sobretodo del cacao y luego en su adolescencia y juventud se vino a vivir a la Caracas del barrio, que estimula la música y los valores culturales de este medio rural, siempre manteniendo su apego a lo popular y tradicional, pasando posteriormente a hacer vida activa en los valles del Tuy, donde desarrolló una gran labor socio cultural y política con la promoción y enseñanza de su canto y música de su propia creación. Ahora en Los Altos Mirandinos (Los Teques) donde ha logrado juntar y unificar las expresiones afrovenezolanas con las expresiones indígenas de los Tomuzas, Quiriquires, Mariches y otros grupos ancestrales que en el pasado hicieron alianzas en los cumbes, como espacios libertarios, los patios donde se han desarrollado expresiones culturales en el proceso del "mestizaje" y otros espacios, como muestra de ello está el canto dedicado al sitio donde se dice vivió y murió el gran cacique (guatopori) Guaicaipuro, llamado Suruapo y/o Suruapay, siguiendo la ruta de los indios caribes de toda la costa central que hoy revitalizan y reinsertan el idioma caribano como una expresión valida en este siglo XXI.

Seguidamente a esta presentación apareció de igual manera el conocido cultor Oscar "Sonero" Ruiz quien condujo la participación del grupo de La Parranda de El Clavo, juntando la voluntad de este otro grupo de niños y jóvenes en el toque y canto auspiciado por quien ha tenido una enorme responsabilidad en los talleres de la Fundación Bigott, Ángel Palacios, apoyados por los compañeros del grupo Afrolibertad de Caricuao. En esta ocasión la representación femenina estuvo a cargo de Nereida Machado con su maravillosa voz y su hermana, Betsayda Machado, quien ha proyectado esta música más allá de nuestras fronteras, a ella le correspondió darle el impulso final de este extraordinario evento, hecho con mucho sacrificio por parte de sus organizadores y que contó además con una magnífica pareja de baile que estuvo presente en los momentos correspondientes a las diferentes manifestaciones allí presentadas (fulías, sangueos, sirenas, golpes, parrandas), muy bien presentadas por la animadora del evento de quien solo recuerdo su apellido, Ugueto, haciéndolo muy bien y dejándonos con ganas de seguir disfrutando de lo que aconteció en este modesto pero significativo acto, que reivindica no solo lo cultural, sino también la conciencia ecológica tan necesaria en estos momentos cuando vemos que la amenaza por el cambio climático nos afecta a todos por igual, siendo esto una preocupación que va más allá de lo local, para convertirse en una preocupación de orden global.

Desde la barloventeñidad pudimos disfrutar esa conjunción de esfuerzos que nos llevan a pensar que no estamos solos en estas luchas, por ello cuando hago referencia a nuestro vocero cultural Kilombo, sin temor a equivocarme digo que representa un valor de la Afroindianidad que va desde Barlovento atraviesa todos los espacios caribes desde Paraguaná hasta la península de Paria.



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César Quintero Quijada


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