Soy un desaparecido

La burocracia es una forma de sadismo que consiste en crear
trámites engorrosos para conceder licencias o autorizaciones absolutamente
innecesarias, sin las cuales el ciudadano común no puede ejecutar cuestiones
elementales.

El burócrata teme, por razones comprensibles, que si no pone
suficientes trabas para ejecutar funciones administrativas el cargo que
detenta se podría considerar inútil y, por lo tanto, ser excluido de la
nómina.

Las formalidades burocráticas afectan tanto a la administración
pública como a la empresa privada y son igualmente perniciosas bajo
cualquier sistema de gobierno, sea dictadura o democracia, socialismo o
capitalismo, así éste último se disfrace de eficiente tras una fachada
tecnológica.

Este fenómeno permite que un empleado de última categoría se
convierta en el factótum de la empresa u oficina mediante el procedimiento
elemental de engavetar solicitudes o recaudos que deberían fluir sin
demoras. Cada burócrata se esmerará en crear alcabalas o peajes donde las
soluciones más sencillas serán demoradas por lapsos indefinidos. Mientras
más complejo sea el entrabamiento, más indispensable será el funcionario que
causa el retardo.

Durante mucho tiempo los expedientes manuscritos se emplearon en Registros y
Notarías en vez de usar máquinas mecanográficas. Ahora que la máquina de
escribir está desfasada ciertas oficinas se empeñan en usarla para impedir
la utilización de computadoras. El caso es que si a usted le toca llenar una
planilla a máquina tendrá que buscarla en alguna chivera o recurrir al
burócrata que, de seguro, tendrá una estratégicamente escondida.

En mi caso tengo pésima suerte ante ciertos despachos. Verbigracia,
no pude sacar la cédula bolivariana por no mentir sobre mi lugar de
nacimiento. Bastaba con que hubiera dicho ³Juan Griego² y la habría
obtenido. Por lo pronto el asunto no me afecta mientras pueda usar la cédula
vencida.

Más trágico es que ante el IVSS no existo. Cada vez que consigno mi
número de cédula me quedo sin respuesta. Mis años de cotizaciones no
aparecen por ninguna parte y no logro ejercer el derecho a pataleo.

La burocracia me eliminó. Soy un desaparecido.

augusther@cantv.net


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Augusto Hernández


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