Y si el objetivo no es intervenir para sacar a Maduro ¿Cuál es?

El encargado especial de Estados Unidos para Venezuela Elliot Abrams habló muy claro: Estados Unidos no va a intervenir en nuestro país para sacarle las castañas del fuego a la oposición.

Es decir, Estados Unidos no va a intervenir para sacar del poder a Maduro y entregárselo a la oposición. Más claro, el agua.

Entonces surge la pregunta, Si el objetivo no es Maduro, cuál es? Obviamente nuestro país.

Pero por qué?

Averiguarlo es muy sencillo. Basta estudiar cual ha sido la forma de actuar de la dirigencia de esa nación cuando se han propuesto atacar a un país, la que podemos resumir en tres palabras, su dirigencia política a lo largo de su historia ha sido cobarde, asesina y mentirosa.

Cobarde porque ellos actúan militarmente con sus tropas cuando el objetivo es pequeño, como Panamá, República Dominicana, Granada, Nicaragua, etc. que cuando fueron invadidos tenían poblaciones muy pequeñas, de unos pocos millones de habitantes, la mayoría rural y con un poder de fuego casi nulo. Pero cuando los objetivos son más fuertes, se escudan, bien en países aliados, como en el caso de Irak, (Que en el caso nuestro sería a través de Brasil, tal como denunció Lula en Julio de los preparativos de Brasil para una guerra con Venezuela y de Colombia, como lo demuestra la reciente olla del caso Gedeon) o bien creando un gobierno paralelo "legítimo" al que ayudan militarmente (en nuestro caso Guaidó) pero sin meterse en el candelero, como en el caso d de Siria, o promoviendo procesos independentistas como ocurrió en Yugoeslavia.

Asesinos, porque no les importa que mueran inocentes con tal de alcanzar sus objetivos. Como paso con las tribus nativas de Norteamérica, en Hiroshima, en Vietnam, en Panamá, Siria, etc., etc.

Y mentirosos porque usualmente utilizan la mentira descarada para justificar sus aventuras militares, como en el caso de las armas de destrucción masiva que supuestamente poseía Irak, por poner solo un ejemplo de los muchos que hay. En nuestro presentas la agresión a Venezuela para establecer la democracia, cuando en realidad lo que se busca es debilitar el Estado venezolano a tal punto que no pueda defenderse.

Al analizar tanto la conducta norteamericana y de sus aliados imperialistas en contra de nuestro país en los últimos años, vemos que el libreto utilizado por el imperio norteamericano y las naciones imperialistas aliadas se corresponde perfectamente con las características enunciadas anteriormente.

Y el objetivo no es otro que arrebatarnos de una vez por todas nuestro territorio esequibo. Así lo demuestra la sincronía entre las acciones del gobierno guyanés y las de las potencias neocolonialistas.

Y el que el tamaño de ese territorio que se nos pretende arrebatar es inmenso, mide más de 160.000 Km2, Para tener una idea de su tamaño su extensión es mayor a la de 19 países de la Unión Europea, más de tres veces el tamaño de Holanda, casi el doble del territorio de Portugal, casi la mitad del de Alemania, por mencionar algunas medidas de referencias, pero el verdadero motivo son los grandes recursos naturales que posee como petróleo, oro, diamantes, bauxita, etc. además de grandes reservas de agua dulce así.

Conseguir ese objetivo se les imposibilita legalmente a dichas potencias hasta que no esté resuelto a favor de Guyana el litigio por ese territorio.

Dado que los venezolanos estamos decidido a no permitir ese despojo, la única salida que ven esas grandes potencias es la de propiciar un conflicto interno de tal magnitud que convierta a nuestro país en un Estado fallido, indefenso y que, ante la imposibilidad de defenderlo, no tenga otra alternativa que capitular y renunciar a dicho territorio.

Para ello han tratado de originar una guerra civil en Venezuela, primero con la insurrección de los sectores medios en el año 2017, al fallar esta intentaron un magnicidio que acabara no solo con la vida del Presidente sino con la cúpula gubernamental para crear un enorme vacío de poder, luego inventaron la figura de un gobierno paralelo con recursos presidido por un presidente "legítimo". En todos los países en donde lo han hecho el resultado ha sido una guerra civil. etc., etc.

Es por eso que a los imperios extranjeros no les conviene una solución pacífica en nuestro país, porque la misma resolvería el problema político pero no les daría la excusa para que se inicie una confrontación abierta que precisara su intervención. Y mucho menos permitir que se realicen elecciones.

A todo lo anterior se suman las acciones para privar a nuestro país de recursos financieros que pudiesen servir para potenciar militarmente nuestras defensas.

Visto lo anterior es necesario hacer las siguientes consideraciones:

1 – Al amarrar la vigencia del "Presidente paralelo" a su condición de presidente de la Asamblea Nacional, impone por fuerza que con la elección de una nueva Asamblea pierden la supuesta "legitimidad" de esa figura. Ellos están conscientes que esa oportunidad difícilmente se les vuelva a presentar lo que los lleva a actuar desesperadamente. Los recientes movimientos de Colombia y Brasil indican que van por ese camino.

2 – Venezuela ha desperdiciado un tiempo y recursos valiosos que hubiesen podido servir para haber reforzado el poder de fuego de nuestra Fuerza Armada, sobre todo en el aspecto de la infantería. Hay que tener presente que en caso de algún conflicto bélico el mismo se dirimirá en tierra. Es en ese aspecto que toma una relevancia vital el fortalecimiento de las milicias, que por cierto, no deben seguir siendo vistas como un cuerpo para defender un proyecto político sino para la defensa del pañi.

3 – Siempre se ha sostenido que el estafador logra sus objetivos en parte porque el estafado lo des inconscientemente. Eso es lo que percibo. En efecto, los partidarios del proceso no pueden ver la espada detrás del capote porque están convencido que toda esta agresión norteamericana lo que busca es destruir la "revolución bolivariana" por el temor del imperialismo ante el modelo "socialista", y la oposición tampoco ve las verdaderas intenciones imperiales porque, como cree ingenuamente María Corina, intervendrán en Venezuela para restaurarlos en el poder. Como dic el refrán todos los días sal un pendejo a la calle...

4 – Lo anterior es sumamente grave, porque no permite que los venezolanos actuemos unidos frente a esa amenaza. El caso más triste de esa conducta fue la entrega, (probablemente por órdenes imperiales) por parte de juristas de la Asamblea Nacional a la Corte Internacional de Justicia de "argumentos" para rebatir la posición de Guyana, dando pie a que dicho organismo se sienta en capacidad de cumplir su papel de árbitro vendido, cuando nuestro gobierno había decidido mantenerse apegado a lo acordado en Ginebra y no acudir a esa instancia.

No hay peor ciego que el que no quiere ver.



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Carlos Enrique Dallmeier


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