Venezuela y su propia crisis: la contradicción entre el capital y el trabajo

(Extracto del documento: Ideas contingentes para una colisión económica en progreso: Venezuela ante la avanzada restauradora del capital)

¿Qué sucederá en Venezuela con la cruda contradicción entre capital y el trabajo, y en quién accede a la ganancia resultante de la producción y comercialización de los bienes y servicios en el país? Es interesante entender, bajo una de las premisas del capitalismo, la lógica que se impone en Venezuela: la producción en Venezuela se socializa, el problema es la histórica apropiación individualizada: Del total de productos importados y producidos en el país, una parte se desvía para ser comercializados en países fronterizos; de los que se quedan en el territorio nacional, una porción logra asignarla el gobierno directamente a la población a precios subsidiados, otra se oferta a precios "dolarizados" con salarios injustamente depauperados por la estructura comercial local.

En los sectores populares, atentos a los lineamientos del gobierno bajo la consigna "la defensa del salario", se generan lagunas e incertidumbre sobre la concreción de esta meta, entre otras razones por lo "cuenta gotas" que fluye la información desde el ejecutivo, y por el historial de iniciativas esperanzadoras que han sido derrotadas por la burguesía y sus defensores.

En la batalla de ideas y acciones económicas es clave comprender el rumbo y el ritmo de estas.

1. La gran conquista con el programa integral de recuperación económica, es que va ofreciendo un rumbo más claro de qué deben alcanzar las fuerzas revolucionarias y cuáles son las grandes estrategias que ofrecen viabilidad al objetivo.

2. El otro aspecto clave es el ritmo de aplicación de las estrategias y sus acciones. No es la primera vez que se confronta la especulación y el acaparamiento en la calle bajo la jefatura de funcionarios del Estado y el pueblo "acompaña" junto al PSUV, quienes no ejercen autoridad y sus denuncias no gozan necesariamente de respuestas expeditas por parte de las instituciones del Estado.

El resultado en los ejercicios de control social a través de la jefatura burocrática desde el Estado, es que terminan siendo batallas espasmódicas y no se llega a conocer hasta qué punto algunas de las redes de desestabilización económica han sido neutralizadas hasta sus raíces. Al final de cuentas, son derrotados estos contraataques por la capacidad del enemigo o infractor de resistirse, mutar y corromper funcionarios de parte de los sectores burgueses.

Para obtener resultados distintos deben hacerse las cosas distintas, y en este sentido es tan necesario el qué (objetivo) y el cómo (estrategias), expuestos en el programa. Pero también falta sostener en el tiempo la intención con el poder o la capacidad para alcanzar lo deseado, considerando cómo vencer las resistencias. A continuación se exponen recomendaciones, inspiradas en la orientación de Chávez de transferir el poder al pueblo, para el Gobierno bolivariano, el PSUV, la ANC, sobre todo al movimiento popular organizado:

+ Fortalecer las estrategias de formación política, para la comprensión técnica e impacto socio-económico del Programa de recuperación y la interpretación histórico-concreta de la plusvalía y la teoría del valor en Venezuela, y cómo se refleja en las empresas públicas y privadas.

+ El gobierno debe facilitar condiciones y proteger el ejercicio directo y efectivo de la contraloría social, ya que el funcionariado por sí solo no logrará cumplir los objetivos sostenidamente.

Hay una experiencia recorrida en la generación de instrucciones presidenciales, asociados a un marco normativo diverso, que apuntó reiteradamente en la organización popular para el ejercicio de la contraloría social (en especial en coyunturas económicas difíciles en la gestión de Chávez), sin embargo aun no se logra consolidar su fuerza transformadora. Ya existen saldos organizativos en consejos comunales, de trabajadores, de campesinos, de pescadores, adicionales a las diversas formas de organización que estos sectores han conformado para gestionar su realidad en beneficio de sus integrantes y su entorno. Junto a ellos se sumarían los CPT y los CLAP, formas de organización reciente que se deberían entender como figuras transitorias para fortalecer las organizaciones consejistas, fundamentales para un Estado Comunal Socialista.

+ Cualquier abandono o cierre de empresas debe ser respondido con la gestión directa de sus trabajadores, contando con apoyo financiero y técnico del gobierno, sin intervención directa de funcionarios en la gestión productiva, salvo para orientar planificar y ejercer contraloría.

+ La promoción por el presidente Maduro para los encuentros de los sectores campesinos, trabajadores, pescadores, entre otros, no debe contar como su principal vocería aquella tradicional dirigencia sindical que cuando menos no cuentan con la legalidad o legitimidad de sus cargos representativos laborales. Es necesario reactivar los procesos electorales en las organizaciones que agrupan a los asalariados y productores. Es necesario relegitimar la vocería sectorial en su espacio productivo, y no confundir este papel con el que se desempeña actualmente como representantes en las instituciones del Estado.

+ Garantizar el seguimiento del poder popular en toda reunión del gobierno con los sectores empresariales, a través de una vocería del pueblo en las reuniones (asalariado, consumidor y/o productor) que permita incidir en las propuestas y acuerdos finales. Un ejemplo interesante es el acuerdo de los precios del pasaje para el transporte masivo: gobierno, transportistas y consumidores, anunciado el 24 de agosto.

+ Divulgar los resultados de un estudio realizado a las empresas públicas a la militancia revolucionaria, para evitar cometer errores pasados, aprendiendo de ellos. Para eso hay una dirigencia a la altura de las circunstancias que sabrá exponer a las fuerzas revolucionarias el balance obtenido del diagnóstico elaborado, qué estrategias se proponen ejecutar para recomponer la fuerza productiva en manos de la revolución, y exponer el estatus de los planes de reestructuración instruidos por el presidente.

El estudio antes señalado es el referido por el presidente Nicolás Maduro el 28 de julio, aseveró que con base a un estudio de las 70 empresas más importantes del Estado que tienen diferentes modalidades de administración (control obrero, cogestión socialista y capitalismo de Estado), los resultados del estudio arrojaron que todas las empresas tienen saldo negativo.

Esta situación se presenta como una buena oportunidad para deslastrarse de los modelos tradicionales corporativos transnacionales, y facilitar modelos de gestión más transparentes, más participativos, que no implica dejar a que el dirigente obrero de turno se monte en el coroto, la burocracia sindical controle los altos cargos en nombre de la clase obrera, o en nombre de la disciplina y rigurosidad para responder a los mandatos de gobierno se designen burócratas civiles o militares para imponer su voluntad, desconociendo el saber y experiencia acumulada en el movimiento obrero de dichas unidades productivas.

+ El IV Congreso del PSUV es una gran oportunidad para revisar su papel real (no declarativo) en la revolución bolivariana: la dirigencia del partido resuelve "acompañar al pueblo" y "acompañar al gobierno" en las acciones emanadas del Presidente de la República, aunque estas resoluciones no son nuevas y anteriormente se generaba dicho acompañamiento, pero el partido perdía fuerza en las contraofensivas anteriores y se difuminaba su figura de la batalla económica.

¿Cómo el PSUV podrá avanzar al socialismo y afirmar el valor del trabajo sobre los intereses del capital si responde a los ritmos y rumbos del gobierno bolivariano que sufre por las contradicciones que el Estado moderno venezolano arrastra con su modelo de relaciones predominantemente burgués? ¿No debería el PSUV dar muestras públicas de solicitar la aplicación de las 3 R´s a la gestión de gobierno, en particular de las empresas estratégicas del Estado, debatir políticamente lo que sucede en cada una de ellas?

¿Cómo interpretar los rumbos que el gobierno impulsa y los ritmos de ejecución que lleva parala defensa de la revolución bolivariana, comprendiendo al mismo tiempo el nivel de presión ejercido por el imperialismo para tomar el control de Venezuela?

¿Bajo qué términos deberá mantenerse el movimiento popular constreñido a los rumbos y ritmos del gobierno? ¿Qué tanto deben liberarse de esas barreras las fuerzas revolucionarias para presionar y actuar hacia cambios más profundos en la sociedad?

Preguntas para la reflexión, sobre sus respuestas construir la sociedad justa y amante de la paz, tal como reza la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Comuna o nada.



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Olaf Ciliberto


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