De elección a elección, qué fácil es olvidar la revolución.

Las elecciones burguesas son narcóticos institucionales. Un proceder ya institucionalizado que va de la mano con la mentira y que mucha gente acepta como algo natural; una inmoralidad oficializada y consentida por la sociedad. El ciudadano debe elegir por personajes que no conoce y que otros, que tampoco conoce, les imponen como sus candidatos. La trampa no está en el sistema automatizado para elegir, por supuesto, estos resultados están blindados, la trampa está en los candidatos y su democracia representativa.

Los partidos políticos burgueses a lo interno reproducen los mismos mecanismos de manipulación e imposición que aplican hacia fuera. Son instrumentos para operar la posterior manipulación del colectivo nacional en sus campañas electorales a través de la mentira, la estridencia, el chisme, la vulgaridad. A lo interno funcionan como un "remate de caballos"; no generan verdadera política, solo son centros para la gestión del poder, y el poder está en la administración de la cosa pública, en los poderes públicos. Por eso su práctica se la llama "clientelismo político", por ahí pasa todo aquel que busque una parcela, hacer un buen negocio, una oportunidad para coger una buena tajada de la renta del Estado. Su divisa es "Compañero, una mano lava la otra y las dos lavan la cara".

Dice Voluntad Popular: "Tu voto es tu poder"; todo el mundo sabe que eso es mentira, basta con conocer el funcionamiento interno de una empresa privada. Pero el PSUV dice lo mismo, y es mentira, en su interior no se discute política, ni siquiera las políticas públicas. Una decisión trascendente como la de entregar a las trasnacionales 112 mil km² del llamado Arco Minero (nuestra soberanía sobre el diez por ciento del territorio nacional) la toma una sola persona o un grupito, sin que haya pasado por la etapa de ser una propuesta, sin que sea discutida, debatida por la base del partido, mucho menos llevada a referéndum ante el país.

Nuestro verdadero poder está en organizar la revolución de este sistema clientelar hacia un sistema socialista, donde las decisiones se tomen desde la base de la sociedad, por el consenso de muchos, en el debate y para el provecho de las mayorías y no de unos pocos, y mucho menos de trasnacionales. Tampoco se trata de delegar nuestro poder de forma absoluta a personas desconocidas, sino de conservarlo mediante la revocación de nuestros delegados reputados y conocidos cuando estos no cumplan con las expectativas o demandas de la comunidad. Y si es socialista y revolucionario el partido debería dar una razón política para su existencia, si es socialista y revolucionario el partido debería generar la discusión de asuntos revolucionarios que involucren el destino de toda la comunidad y liderar sus cambios, no evadirlos.

Todo lo que podríamos hacer para desmontar el sistema no lo hacemos, porque debemos defender al sistema mismo que deberíamos cambiar. De elección a elección olvidamos la revolución; atontados por otro momento de "urgencia": urge que la derecha no llegue al poder, y para los que sabemos que el sistema tiene que ser desbaratado en su totalidad, sabemos que de "urgencia en urgencia" hemos olvidado el deber moral de hacer la revolución socialista.

La ANC, un mecanismo concebido por Chávez para el cambio revolucionario, esta vez es un mamarracho manipulado por el gobierno, producto de la desesperación (y la improvisación) para seguir abrazados a él, mediante una política de pactos y conciliación con la derecha y con los capitalistas. La ANC es hoy una máscara de revolución que esconde el rostro de la entrega de nuestra soberanía, en el Arco Minero y en la Zonas Económicas Especiales y en nuestra Industria Petrolera. La convocatoria a elecciones regionales ha sido el mejor narcótico para la conciencia del chavismo, a ejercer la, mal llamada por Maduro, "democracia revolucionaria".

Pero todo se sigue haciendo de forma solapada. Ahora la ANC es quien convoca las elecciones regionales. Pudo, así mismo haber disuelto el gobierno de Maduro, pero no lo hizo, solo convoca a elecciones.

"Maduro: Todo el que vote el Domingo estará reconociendo el poder de la ANC"; "Maduro: Gobernadores que sean elegidos y no se subordinen ante la ANC, no podrán ejercer" "Presidente Maduro afirma que "Gobernador que no se juramente ante la ANC no tomará su cargo".

Otra manera de decir que el gobernador "quien no se subordine a mí… no podrá ejercer", otra carta debajo de la manga: la ANC, que convoca a unas elecciones para gobernadores, universales y directas (las más democráticas del mundo), los cuales deben acatar órdenes de la ANC, la cual, a su vez, obedece a Maduro y su viejo grupo de trabajo…. ¿Y nadie se dio cuenta de esto? ¿Qué dicen los constituyentistas? No mucho, en su mayoría no cuentan con capacidad crítica, solo muestran emociones y modorra para pensar la revolución socialista. Cuando mucho, justifican la picardía diciendo que se trata de una treta política "muy inteligente" por parte del presidente; hasta ahí llega su capacidad política y de pensar; Maduro les lanza un velo sobre sus conciencias para que no piensen en el deber moral de la revolución socialista. Si por el socialismo fue posible intentar hacer una revolución en el país y fue posible ahora el mismo gobierno de Maduro, hoy la revolución socialista pasó a otro plano, para el Madurismo lo importante es conservar la paz y a Maduro, a costa de la misma revolución.

Defender las elecciones dentro de una falsa democracia es una defensa embaucadora, la democracia burguesa, la democracia representativa, solo necesita de usted para que vote, es una manipulación. Nadie ejerce su poder, como dicen Voluntad Popular y el PSUV, porque las organizaciones políticas están secuestradas por el "clientelismo político", TODAS, hasta los consejos comunales, los claps, todas condicionan la participación de la gente a producir resultados electorales, no hay otras opciones de participación popular y menos política, no hay manera de frenar un proyecto malicioso del gobierno o de la empresa privada, mediante la iniciativa del poder popular organizado. La "democracia revolucionaria" NO EXISTE, solo existe la democracia representativa y las elecciones burguesas, la droga más potente que ha sufrido la sociedad moderna.

Marcos Luna 15/10/2017



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

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