Lo hemos venido alertando (1998)

"A veces pregunto cómo está tal cosa y me dicen: ´Todo está perfecto Comandante Presidente, todo va viento en popa´, luego, cuando nos metemos en las catatumbas del pueblo, para ver si es verdad, nos encontramos que las cosas no son como me han dicho: No es verdad que vamos viento en popa…no, a veces la cosa está mal, muy mal y en lugar de decírmelo, para tomar medidas correctivas, me lo ocultan…"

Nicolás Maduro, en su programa de TV

"Los Domingos con Maduro", el día domingo 05/02/2017

En febrero de este año, 2017, decidí hacer una recopilación de todos los artículos en los que he venido advirtiendo, alertando, comentando y sugiriendo, o recomendado: ideas, sugerencias o propuestas. Pensé en publicarlo en un libro que he titulado: "Mantengamos viva la esperanza" y le agregué como subtítulo: "Con toda la verdad del Pueblo". Allí se recogen críticas y autocríticas, así como logros y resultados de nuestra gestión –tanto personales como del país– así mismo, se recopilan y ofrecen algunas recomendaciones y propuestas para rectificar y mejorar.

En esta oportunidad, voy a tratar de resumir, textualmente, algunas de estas críticas y autocríticas, con el deseo y la esperanza de que se nos reconozca que advertimos, con tiempo, situaciones que hoy vivimos y que pudieron ser evitadas aunque no lo puedo asegurar. Lo hago además, en este difícil momento para la patria –que es el ser humano como lo dijera Alí Primera– con el ánimo de que, ojalá, algunas de ellas pudieran ser tomadas en cuenta en el momento del debate que se realizará en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) pues, culminado el lapso razonable para lograr un TRIÁLOGO NACIONAL, como fue nuestra propuesta, ahora, ya no tengo dudas: LA CONSTITUYENTE ¡SI VA!

De modo que nos toca tratar de contribuir al debate de ideas. Presentaré las alertas y sugerencias en secuencia cronológica por año o por temas. En esta primera entrega, resumiré aspectos relevantes anunciados en diciembre de 1998. Fecha en la que me incorporé plenamente y aún me mantengo y me mantendré. No se confundan conmigo: decir mis verdades, a veces, con vehemencia y contundencia, no niega mi firme, consciente y decidido compromiso. Aspiro ser auténtico y SER.

LAS UNIVERSIDADES SON CO-RESPONSABLES DE LA CRISIS

"Es el estilo de gobierno el que está en crisis. La universidad, por su parte, está de espaldas a los problemas de las Ciencias y Técnicas de Gobierno. ¿Dónde está la falla? Obviamente en las Universidades. Más del ochenta por ciento de los políticos han pasado por la universidad…no hay lugar a dudas que la triste realidad de nuestros países tienen como causa fundamental (nudo crítico) la baja capacidad de conducción de nuestros gobernantes. Baja capacidad, que se refleja en los resultados obtenidos hasta ahora: pobreza crítica, desempleo y subempleo, inseguridad social, corrupción, hambre, deficiencia de los servicios educativos y de salud, inestabilidad política y, en definitiva, baja calidad de vida e infelicidad de nuestros pueblos. ¿Por qué entonces los políticos se resisten a elevar su capacidad de gobierno?... compartimos la idea del Dr. Matus, que con insistencia, ha señalado en sus cursos de Alta Dirección, sobre Teoría de Gobierno y el Método PES, que importantes políticos en América Latina, tienen una ignorancia elevada al cuadrado, pues, "no saben que no saben". No saben porque, muchas veces, son gobernantes gobernados por las circunstancias, conductores conducidos por los acontecimientos que le marcan a su gobierno un rumbo y un destino distinto al deseado. No saben que carecen de métodos potentes, como el Método PES, para procesar con éxito los problemas a los que se enfrentan. No saben que una situación de poder compartido, plena de incertidumbre, cambiante, dinámica y nebulosa, es una inadecuada forma de pensamiento que se traduce de manera tradicional, ya sea lineal, parcial o determinística. No saben que en situación de crisis o austeridad, son tres y no uno, los cinturones del gobierno que deben ser "apretados", con distintos grados de intensidad y de manera compensatoria según la situación. No saben que son tres los balances que deben ser equilibrados armónicamente: el macroeconómico, el macropolítico y el de la vida cotidiana de la gente. No saben que es peligroso administrar un solo recurso, pues en la realidad social existe, es un vector de recursos escasos: económicos, políticos, organizativos, cognitivos, jurídicos, etc. No saben qué tan dañinos son los barbarismos tecnocráticos, como los barbarismos políticos. No saben establecer el equilibrio adecuado del triángulo de gobierno: proyecto de gobierno, capacidad de gobierno y gobernabilidad. Hablan de gobernabilidad y no saben qué significa esta palabra… Por ello, la universidad, como rectora de la formación y actualización de los profesionales, que asumen circunstancialmente funciones de gobierno; como el Alma Mater que ayudó a formarlos, tiene una gran responsabilidad en esta ignorancia elevada al cuadrado, pues, muchos políticos o gobernantes, y lo que es más triste, muchos de sus asesores técnicos: "no saben que no saben". No saben que es más fácil llegar al gobierno, que saber gobernar."

Referencia: Este artículo fue publicado bajo el título: "Universidad, y Gobierno" (I), en el diario "La Verdad", Maracaibo, el 06 de diciembre de 1998, justo el día en el que ganó Hugo Chávez Frías la Presidencia de la República. Luego fue incorporado al libro "Los 5 combustibles de la revolución" bajo el título: "Los gobernantes no saben que no saben" (pág. 116)

SE NECESITA FORMAR BUENOS GOBERNANTES: ¡AHORA!

"Tenemos, a lo menos, que dar tanta importancia a la tecnología para gobernar como la que le otorgamos a la de ganar elecciones o conquistar el poder por la fuerza ¡Tenemos que formar nuestros líderes, con la ayuda de las universidades y los gobiernos de América Latina! Así de fácil es nuestro reto, el reto de los gobiernos que aspiran a mantenerse en la conducción del juego social; es una exigencia para nuestras instituciones de educación superior y, en especial, una exigencia a las universidades; es la sentida necesidad de quienes aspiran construir una auténtica y profunda democracia, porque, como se señala en el proyecto de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG): "Los problemas del futuro requerirán equipos de gobierno excepcionales para enfrentarlos, o la democracia será imposible. Podemos perderla por desilusión sobre sus verdades o desesperarnos por transformarla". Matus lo dice con meridiana claridad: "Nadie atribuye las deficiencias de nuestra democracia a las herramientas de gobierno". Por lo que poco se piensa en formar y capacitar a los gobernantes, para que gobiernen con eficacia y efectividad. Preferimos achacarle nuestros males al golpismo, a la rebelión militar a la insurrección popular, al FMI, al comunismo, a algún fenómeno natural, a los astros, y no a nuestra incapacidad para gobernar situaciones creativas, plenas de incertidumbres, de poder compartido, cargadas de crisis, difusas e ingobernables. He allí una oportunidad para los gobiernos y las universidades del país: Contribuir a formar, con adecuadas herramientas de gobierno, a nuestros gobernantes."

Referencia: publicado bajo el título: "Universidad y Gobierno" (II), el 12 de diciembre de 1998 en el diario "La Verdad", Maracaibo.

CHÁVEZ ENCONTRÓ UN PAÍS EN RUINA: ESTA REALIDAD LE PLANTEÓ RETOS A SU AGENDA PRESIDENCIAL

"Al Presidente electo (Chávez) le esperan tiempos difíciles. Numerosos contratos colectivos vencidos; inmensos pasivos laborales acumulados; insoportable déficit fiscal; ineficiencia del aparato del Estado; baja productividad económica y alta dependencia de menguadas divisas petroleras; elevado servicio de la deuda pública e injusta deuda social que espera ser cancelada; deterioro en los servicios de salud y educación; alta tasa de desempleo y pobreza galopante; hambre y miseria... son sólo algunas de las condicionantes históricas, acumulaciones o expresiones desfavorables del modelo político, económico y social que heredamos, y que aún penden como espada de Damocles sobre el destino del próximo gobierno. Como dice Fausto Maso: "La única promesa inmediata viable del chavismo es sangre, sudor y lágrimas"…

Presidir un gobierno cuyo gobernante es el bravo pueblo de Venezuela, no será tarea fácil. Grupos de presión, fuerzas y actores sociales abiertos y soterrados; factores externos no controlables; contingencias económicas y naturales, imprevista incapacidad institucional y personal para gobernar, serán, posiblemente, algunas de las variables relevantes, que obstaculizarán al nuevo gobierno. Difícil, pero no imposible, será superar este reto. Nuestro próximo Jefe de Estado, quien aspira co-gobernar con el pueblo soberano, ha demostrado liderazgo, entereza, dignidad y capacidad para enfrentar situaciones difíciles y complejas. Ojalá estas mismas cualidades adornen a los que serán miembros de su equipo de gobierno. Falta demostrar si él (Hugo Chávez) y su equipo tienen adecuada capacidad para Gobernar (con mayúscula).

Si este gran batallón de hombres y mujeres tienen capacidad para darle cumplimiento al proyecto de gobierno que proponen, y ganar, día a día, mayor capacidad de intervención sobre la realidad, con el propósito de transformarla constructivamente en la dirección del cambio esperado. Chávez y su equipo de gobierno deben demostrar su capacidad para hacer gobernable lo ingobernable.

En fin, falta demostrar si poseen capacidad administrativa y política para cumplir con la palabra comprometida durante todo el proceso que se inició el 04 de febrero de 1992.

Para gobernar exitosamente, se necesita no sólo honestidad, voluntad, coraje y decisión. Se requiere equilibrada dosis de juicio racional y juicio intuitivo y, sobre todo, método para gobernar. Un método de gobierno que esté fundamentado en una potente teoría explicativa del Juego Social. Sin método de gobierno adecuado, es posible apostar que estaremos destinados al fracaso. Por ello, el pueblo soberano, el Presidente y su equipo de gobierno, requerirán de métodos potentes de gobierno si quieren gobernar con éxito. Ese método de gobierno debe contribuir, de manera decisiva, a elevar los niveles de responsabilidad personal y colectiva. Hay que pasar de una práctica irresponsable y corrupta, a una en la que predomine la transparencia y la responsabilidad. Hay que demostrar, tal como se plantea en la propuesta de "Hugo Chávez para transformar a Venezuela", que, "gobernar es rendir cuentas".

Es por ello que considero que el nuevo gobierno, tiene la obligación de hacer suyo los tesoneros esfuerzos que se han realizado en la reflexión teórica, elaboración metodológica y la aplicación práctica de modernos métodos de gobierno, como el Método PES…(NOTA: Apenas recientemente se ha tratado de aplicar este método desde el Ministerio de Planificación. Confieso que desconozco su modo de aplicación y resultados, de modo que no puedo evaluar su aplicacón) Una de las herramientas de este método es el "triángulo de hierro", que contempla la agenda del gobernante, el sistema de petición y rendición de cuentas y la gerencia por operaciones. Es inevitable reflexionar sobre la agenda del Presidente y, en general, sobre el uso que puede darle a uno de los recursos más escasos con los que cuenta: el tiempo.

Es posible que el Presidente electo, logre incrementar los ingresos del país y con la Constituyente, reordene el juego de poder; es probable que pueda modernizar y mejorar la capacidad de respuesta de los organismos del Estado y, si sabe escuchar a sus asesores más inteligentes y a la "voz de Dios", que es la "voz del pueblo", no tengo lugar a dudas que él y su equipo de gobierno, ampliarán y profundizarán sus conocimientos sobre la problemática que les tocará enfrentar, pero, dificulto que el Presidente Chávez pueda cumplir con su ofrecimiento de trabajar sin descanso durante más de veinticuatro horas. Eso es humanamente imposible.

El tiempo no puede incrementarse, sólo administrarse. Todos, incluyendo al Presidente, tenemos sólo veinticuatro horas al día. Lo que haga o deje de hacer en esas veinticuatro horas marcará, en los próximos años, su destino y, en alguna medida, el nuestro. El Presidente tendrá veinticuatro horas para dormir, levantarse, orar, amar, abrazar a sus hijos, bañarse, vestirse, leer la prensa, hojear libros y reportes confidenciales, hacer y recibir llamadas, trotar, comer, trasladarse ofrecer declaraciones, juramentar ministros, atender embajadores, viajar al exterior, pronunciar discursos y asistir a actos protocolares, culturales y militares, etcétera. Sólo en 24 horas al día. De allí que hablar de la agenda presidencial es un tema ineludible (y muy importante).

¿Quién elabora la agenda del Presidente? ¿Cómo se compadece su agenda con el programa de gobierno? ¿Qué orden de prioridad se establece y con qué criterios? "

Referencia: Publicado bajo el título: "Agenda Presidencial" (I), en el diario "La Verdad", Maracaibo el día 18 de diciembre de 1998.

LA IMPORTANCIA DE LA AGENDA PRESIDENCIAL

"Bueno, yo no tenía previsto esta parte de la agenda de trabajo,

porque uno se organiza ¿verdad? ¿Qué voy a hacer a las 7, a las 8, a las 10, a las 12, a las 3, a las 4. Son los 2 y cuarto de la tarde. Yo me siento feliz. Así quisiera que fueran todos los días de la vida.

La felicidad mía es verlos a ustedes en su amor, en sentir su apoyo,

en ver que hay un pueblo, que Chávez no aró en el mar, que Chávez sembró profundo en el alma del pueblo venezolano y que Chávez no se equivocó. Aquí está el pueblo venezolano de pie"

Palabras del Presidente Nicolás Maduro

Al culminar su intervención dirigiéndose al pueblo que se agolpó frente a Miraflores, el 26/10/2016 luego de la instalación del Consejo de Defensa de la Nación

"Todos, incluyendo al Presidente, tenemos sólo veinticuatro horas al día. Lo que haga o deje de hacer en esas veinticuatro horas marcará, en los próximos años, su destino y, en alguna medida, el nuestro. El Presidente tendrá veinticuatro horas para dormir, levantarse, orar, amar, abrazar a sus hijos, bañarse, vestirse, leer la prensa, hojear libros y reportes confidenciales, hacer y recibir llamadas, trotar, comer, trasladarse a Miraflores, reunirse con sus asesores y ministros, recibir delegaciones políticas, firmar documentos, conceder entrevistas a periodistas, compartir con amigos y familiares, escuchar música, dar declaraciones, juramentar ministros, atender embajadores, viajar al exterior, pronunciar discursos y asistir a actos protocolares, culturales y militares, control médico, etcétera. Sólo en 24 horas al día. Para el Presidente cada año tendrá aproximadamente 7300 horas si le dejamos cuatro horas diarias para dormir y descansar.

De allí que, hablar de la agenda presidencial es un tema ineludible. La agenda diaria de un presidente es uno de los instrumentos más importantes que debe ser considerado si se quiere garantizar el éxito real de la gestión del gobierno Presidencial. Así como existen gobiernos reactivos, que responden casi de manera "epiléptica" a los estímulos del entorno que presionan al Presidente; existe, asociado a este, lo que podríamos llamar la agenda reactiva del gobernante. Es una agenda en la que prevalecen actividades imprevistas, respuestas no pensadas ni procesadas con rigor, acciones de inevitable cumplimiento, a pesar de los deseos e intereses del gobernante y de su equipo de gobierno. Muchas de ellas serán decisiones trágicas, que no dejan otra alternativa. Puede ser una llamada imprevista de un Jefe de Estado, para plantear una situación de soberanía o terrorismo; quizás un familiar o amigo muy cercano que requiera con urgencia la atención del Presidente; puede ser un informe de última hora de los servicios de inteligencia; el toque de puerta de un ministro que requiere una audiencia para informarle con "urgencia" de un asunto "importante"; un programa de televisión donde se tergiversa el mensaje del señor Presidente, y su secretario privado le sugiere dedicarle "un instante", o bien, la invitación inesperada para dar un mensaje a la nación por circunstancias no programadas; puede ser un grupo de presión que molesta los oídos presidenciales y exigen tiempo en su apretada agenda. En una cultura presidencialista: Todos quieren hablar con el Presidente.

En fin, es un conjunto de hechos políticos, económicos, militares, sociales, familiares o personales que requieren, inexorablemente, el foco de atención en la agenda del Presidente, a pesar de que éste quisiera eludir tal exigencia. Algunos de ellos no serán temas vitales, importantes y trascendentes, pero requieren el cuidado del Señor Presidente, pues no puede delegarlos. Son asuntos sobre los que el Presidente, muchas veces, no tiene consciencia ni control, salvo, claro está, que cuente con un equipo de asesoría tecno-política de alto nivel, que filtre y sirva de sistema de alerta a favor de la agenda presidencial. Para ello, se requiere un verdadero equipo de trabajo, consustanciado con el proyecto de gobierno, que tengan visión de totalidad, una elevada calificación y formación profesional en distintos ámbitos de competencia, un buen tino en el juicio político y una bien desarrollada capacidad intuitiva, que permita asesorar acertadamente y en forma oportuna, al señor Presidente. Para formar parte de este equipo asesor, que le ayude a elaborar y monitorear su agenda, se necesitan condiciones físicas, mentales, emocionales, espirituales e intelectuales excepcionales. Se necesita alta formación política, estado anímico saludable, mucha confianza, lealtad y buena comunicación con el Presidente. No es fácil conseguir quienes reúnan estas características, pero no hay otro camino si se quiere profesionalizar y elevar la capacidad de gobierno del Presidente y su equipo de gobierno. Es una necesidad de Estado.

Es un imperativo, si se desea que la agenda presidencial esté en la dirección del programa de gobierno y contribuya de verdad, a servir de catalizador de procesos de animación, coordinación, organización y motivación de esa gran empresa, de esa compleja y dinámica organización que es un país. Asociado al concepto de gobierno de administración, existe una agenda que podemos llamar agenda presidencial de rutina y, asociada al concepto de gobierno de transformación, como el que se pretende realizar en Venezuela a través del soberano pueblo, existe lo que pudiéramos llamar la agenda para la transformación, que es una agenda sistematizada, bien pensada, con pre-procesamiento de problemas y oportunidades, en la que la innovación y la creatividad juegan un papel de primera línea, por ello es necesario responder: ¿Quién elabora la agenda del Presidente? ¿Cómo se compadece su agenda con el programa de gobierno? ¿Qué orden de prioridad se establecerá y con qué criterios? ¿Tendrá tiempo de visitar las escuelas, los hospitales, las fábricas y las universidades como lo ha ofrecido? ¿Tendrá tiempo para pensar en lo importante y trascendental y no en lo urgente y poco importante? ¿Cómo diferenciar con claridad sobre lo importante? ¿Cómo conciliar la agenda reactiva con la agenda de rutina y la agenda para la transformación? Son algunos de los temas sobre los que debe reflexionar, inevitablemente, el Señor Presidente y su equipo de asesores"

Referencia: Publicado bajo el título: "Agenda Presidencial" (II), en el diario "La Verdad" del 25 de diciembre de 1998



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Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

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