(Reflexiones sobre eventos actuales)

¿La revolución desaparecida o renicer constituyente?

Esto de la renovación y/o multiplicación del conocimiento cada vez se torna más acelerado y parece que se expresa de manera más evidente en los equipos tecnológicos electrónicos como las computadoras. En efecto, según cierta fuente, en áreas como la informática la obsolescencia del conocimiento abarca apenas el año o los ocho meses. Incluso algunos pronostican que en los próximos 17 años el conocimiento se duplicará cada 75 días, de acuerdo con Carlos Vilches Navanuel (junio, 2016) en su ensayo: "¿Cómo y qué tan rápido se multiplica el conocimiento?" (www.calosvilchesnavanuel.com/como...).

Así, resulta que la Síragon, donde pergeño estas líneas, requiere ser potenciada dado que su capacidad de memoria no soporta ya la última versión de Word 2007, por lo que llevo mi laptop a casa del Lic. Víctor Rodríguez, Contador Público y gran aficionado a la tecnología y lenguas extranjeras, al comentarle la buena impresión de un libro del filósofo francés Raymond Aran (París, 1905-1983) nos lo regala de inmediato y cuyo título hemos parafraseado burdamente para esta nota: "La révolution introuvable. Réflexions sur les évenents de mai. En toute libert" (Fayard, 1968), que constituye una aproximación sociológica a la coyuntura de aquel presente convulso, con una sección documental muy interesante sobre la situación de la universidad en fase de transición, lo cual tiene alguna relación con la situación de Venezuela actual, mutatis mutandis.

Pero sigamos con el primer asunto abordado, a saber que en otros campos la renovación y/o multiplicación del conocimiento se sucede cada 3 ó 5 años, por ejemplo en teoría y praxis gerencial, finanzas y gobiernos de las organizaciones (www.ice.desuto.es/../Romero.pdf), ¿por qué entonces tanta extrañeza en algunas personas generalmente informadas u organizaciones que se supone expertas en humanidades como dizque es la Iglesia Católica, organizaciones gremiales y sindicales ante la convocatoria a una nueva asamblea nacional constituyente, realizada por el presidente Nicolás Maduro y que ya ha prendido en ciertos sectores vinculados a la revolución, principalmente en sectores universitarios?

En esa misma línea, no cabe pensar que en 17 años de la promulgación de "La Bicha", que decía Chávez, el primer Comandante e ideólogo de la Revolución Bolivariana, ¿no es tiempo ya de un remozamiento de sus columnas de apoyatura programática frente a nuevas realidades internas y externas? ¿Por qué esa idea peregrina de que la historia no es movimiento y cambio? ¿El legado de Chávez por qué se ha de concebir como algo estático y que habría de exigir comportamientos estancos? De ser así padecería la corrupción de la aguas estancadas y pútridas. No es así, si algo hemos de comprender de la dialéctica, las oposición de tesis actuales requiere una nueva síntesis.

Obviamente, el velo con que algunas personas y organizaciones cubren las vergüenzas, por así decir, que en concreto son los intereses de los grupos plutocráticos en Venezuela, que el viejo Domingo Alberto Rangel, DAR, (Tovar, estado Mérida, 1923-Caracas,2012), político, abogado, economista y escritor, diera en llamar "La Oligarquía del Dinero" y también con un libro de similar título el maestro historiador Dr. Federico Brito Figueroa (La Victoria, estado Aragua, 1922-Caracas, 2002), les impide ver la realidad; o por mejor decir, la adecuación del intelecto a la cosa en esos tales sujetos padece una distorsión. Semejante en el libro Séptimo de la República de Platón, en su caverna ideológica apenas les permite ver sombras, "Sombras nada más", como también canta bellamente el ídolo de la canción ranchera Javier Solís.

Sorprende igualmente los argumentos con que pretenden oponerse a la convocatoria a una Constituyente Popular (¡horror!) pero no son más que hilachas de la camisa de once varas, valga el símil, de una violencia callejera que atizan, dizque dólares americanos mediante, a una turba de papanatas o descerebrados. Mientras de esa juventud clase-media formalmente inscritas en colegios privados y universidades ídem, que si no fuera porque ahora están rechazando como a leprosos en otras latitudes, todos se irían demasiado de Venezuela; claro, ahora sabemos que están rechazando a inmigrantes venezolanos en el exterior porque varios de ellos se han llevado consigo el bacalao de los vicios con que se han curtido en medios sociales insanos; vicios que las respectivas familias, escuela, liceo y universidad, pública o privada, no lograron extinguir en esos "manes" definitivamente "maleados". Claro, a parte que muchos son parte del lumpen proletario o burgués que como excrecencia ha generado "La Cuarta" en la mediana duración y "La Quinta República" no ha logrado transformar, tristemente; ello seguramente en parte porque se le han opuesto importantes fuerzas políticas, sociales y económicas.

Sin embargo, de lo que va de 1998 al presente ya han desarrollado significativos sectores como nuevos sujetos históricos, un cierto saldo organizativo, consejos comunales, comunas, experiencias de producción y distribución de alimentos a través de los CLAP, por ejemplo, que en lo político están pidiendo cancha, como dice el coloquio; hay tímidas reconfiguraciones del poder popular, de donde se tiene que como ha señalado el presidente Maduro se impone constitucionalizar la misiones, tan odiado por algunos sectores en Venezuela que se creen mayoría; son los que se identifican con las revueltas callejeras y suelen sobrellevar malamente que sus propios vecinos los "priven de libertad" en sus propios hogares, casas o apartamentos. ¡Cuánta insensatez!

Finalmente está la cuestión atinente a que no es tanto que la revolución bolivariana ha desaparecido aunque casi, porque según comentaba quien esto escribe hace como cuatro meses y antes de morir, precisamente, con el muy querido profesor Francisco Zambrano: es indudable que en Venezuela la calidad de vida ha disminuido gravemente, siendo que con los primeros años de la administración de Chávez nos acostumbramos a vivir bien y hasta viajábamos al exterior; pero los eventos más recientes con unas calles llenas de escombros, heridos, rociado indiscriminado de gases lacrimógenos y hasta muertos han hecho de Venezuela un lugar espantoso en ciertos lugares y momentos; todo lo cual hace que se requiera reestructurar este estado de cosas, alcanzar acuerdos consensuados, construir un nuevo horizontes de sentido.

La revolución, como acota también Raymond Aron en la entrevista insertada en el libro "La révolution introuvable…, cuando se nutre sólo de ideología y/o discursos apofánticos fácilmente degenera en demagogia y así no se contribuye a la solución de problemas inmediatos. En concreto, la conversa atinente a la nueva asamblea nacional constituyente en Venezuela, debe ir acompañada de soluciones concretas a través de los Clap que ahora han desaparecido por la violencia callejera que ahora impera, la dotación de medicinas, entre otros aspectos, pues como dijo una vez en 1992 el presidente Rafael Caldera con hambre nadie defiende la democracia o el refranero popular recoge aquello de que "Amor con hambre no dura", pero un requisito básico para alcanzar una y otra cosa es la paz con justicia social. ¿Cuándo habrán de entender unos y otros, gobierno bolivariano y oposición, que si no se alcanzan acuerdos consensuados lo que queda es el abismo, la guerra con su horror que recientemente está mostrando sus terribles dientes como animal apocalíptico? ¿Podrá entonces renacer la revolución bolivariana y la democracia, en consecuencia, con esta nueva constituyente o desaparecerá?

La constituyente es una apuesta donde caben muchas posibilidades, convocante y participantes jugarán según sus intereses y perspectivas del mundo.



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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