La precandidatura del tránsfuga político Petkoff (III)

“La mediocridad intelectual hace al

 

hombre solemne, modesto, indeciso

 

y obtuso”.

 

José Ingenieros

A este pensamiento de inicio de José Ingenieros, necesario es cambiarle una palabra: modesto, por inmodesto, para ser aplicable cabalmente al precandidato Petkoff, porque el inmodesto de que es solemne es solemne, como se muestra en su programa “Y Teodoro que dice”, (título absolutamente inmodesto) donde se convierte en analista político o cuando se le entrevista, tiene “poses” estudiadas previamente. Pero, es tan indeciso i obtuso en su propio sentir que, todavía, no se ha percatado (percatarse, según demuestra Russell, es mucho más que percibir) que los venezolanos, principalmente el pueblo, lo conoce bien. Íntimamente, los que hacen honor a Voltaire, quien creía que “política es el arte de mentir a propósito”, están tan habituados a hacerlo que, ya no saben distinguir si mienten o no, i todo les parece verdad salido de su boca.

Después de expresar solemnemente, “soy candidato para enfrentarme a Chávez” con esa boca que aparece como desdentada i labios retorcidos, el “analista” explica. “Chávez tomó un papel i se coloco arriba en las encuesta con un 65 o 60 por ciento, bajó una raya i puso un punto aquí abajo. Ese punto soi yo con apenas un porcentaje de un dos por ciento; pues bien, así aparecía él al comienzo de la campaña electoral del 98 i fíjate que ganó”. A este razonamiento ramplón sin fundamento, Villegas le dijo algo así: De manera que usted imagina que va a llegar el momento en el cual Chávez le pase la banda presidencial así (e hizo el gesto). Teodoro celebró risueño, a pesar de saber que no llegará ese momento, i con todo el esfuerzo del mundo, no alcanzará ni un 5%. Empero, con desfachatez, con cinismo de supuesto ganador seguro, agrega: ya el 4 de diciembre VAMOS A VER LA PELÍCULA.

Sin embargo, para dorar las nueces, admitió creer en el CNE escogido de manera absolutamente correcta i legal, diciendo que antes, cuando la IV República también confiaba en el Consejo Supremo Electoral (nombrado a dedo), ¡Porque lo vigilaban AD i COPEI! I actualmente los integrantes del CNE presididos por “Tiby” (confianzudo el hombre) no iban a parcializarse por sus inclinaciones políticas; un doble play o una carambola, puesto que les adjudicaba confianza, pero dejaba ver que tienen una inclinación política determinada, o que todos son chavistas irrespetando a unos ciudadanos con excelentes credenciales (las escuchamos en la elección) para desempeñar sus cargos i que merecen respeto.

I volviendo a la encuestas i a las estadísticas, primero dijo que, aunque las máquinas electorales sean confiables (i se utilizan precisamente por lo confiable i rapidez de los resultados) siempre era bueno contar todos los papelitos depositados en las cajas, la misma burrada de los que piden volver a la votación manual i a las actas matavotos, tal como si exigiéramos a los escritores, a los bancos, a las empresas, descartar las computadoras u ordenadores, i regresar a la máquina de escribir i a los libros de administración tradicionales. Villegas le dice que para las estadísticas basta tomar una muestra; por ejemplo, para saber que calidad de sangre tenemos, no es necesaria toda la sangre sino una muestra, unos pocos c.c. El precandidato lo admite, pero sin embargo, no tendríamos confirmación de los datos que ofrece el sistema automatizado, hasta que pasen varios días contando los papelitos o papeletas.

El precandidato, indeciso i obtuso (indeciso porque él mismo no sabe si es de izquierda o izquierdoso, o de derecha i neoliberal comprometido con el Imperio) i obtuso cuando no sabe enfocar la crisis bancaria que arruinó a muchos venezolanos honestos, (los reales, no es que se administraron mal, sino como dice Mario Silva, ese bachiller que los derrota cada día en La Hojilla, simplemente SE LOS ROBARON). Se envanece de ser quizá el único precandidato que presenta alternativas, que tiene soluciones para levantar a este país que se derrumba con la revolución bolivariana. Es la misma estupidez de la demencial oposición venezolana, que dando una demostración desastrosa durante más de cuarenta años saqueando i corrompiendo a la nación por más de cuatro décadas, ahora si saben cual es el país que quieren para felicidad de ellos i marginación de indígenas i pueblo. Teodoro Petkoff, no es otra cosa que un cadáver político, un impotente que no responde ni al Viagra (metafóricamente) i sin embargo es superior al resto de los candidatos que, pasando por Borjes, la Sosa, “la sensual flaca” Corina, el bragueta eléctrica del vendepatria Marcel, el cavernícola Tejera, el pobre diablo inmaduro de Ojeda o el analfabeta cultural i golpista de Rosales Cañonero III, todos juntos en esa nueva exprimidora de frutas - que anuncia una bella chica i un antiguo atleta norteamericano que nadaba hasta con las manos atadas, no producen un candidato de oposición que pase del 30%. Ahora muchos para engañar, hablan de conservar la Misiones i Cañonero III se copia algunas, pero lo cierto es que ese pasado tenebroso, oligarca, depravado, corrupto, lacayo del imperio, genocida i golpista, NO VOLVERÁ. Todavía no se han convencido de ser una minoría poderosa en dinero, pero carente de pueblo i con 10.millones de votos “por buche” el 3 de diciembre. Lo han visto en más de 10 elecciones i numerosas marchas; las dos últimas fueron así: las revolucionarias dos kilómetros de gente alegre i apretujada entre banderas i pancartas, felices; la segunda, dos cuadras, dispersas, triste o violenta la gente. Se saben perdidos de antemano i lo que pretenden es una farsa electoral, para retirarse al final. Eso lo considero casi seguro i se ha dicho muchas veces. Por eso, puse atención a la insistencia de Villegas: Teodoro Petkoff, ¿irá usted hasta el final? ¿tendrás testículos para sostener tu palabra de que irás a elecciones? Esta segunda interrogante no es de Villegas que es una persona decente, cortés e inteligente, un verdadero Comunicador Social. La interrogante es mía. Señor Petkoff su palabra ¿Vale algo como antiguamente el pelo de la barba de un francés? ¿No le pasará lo que al moro, que llorará como una mujer lo que no supo defender como hombre? ¿Podemos creerle eso de que enfrentará a Chávez? Si cumple así, al menos pasará al retiro político, pensando que acaso hizo una sola cosa buena en la vida. I finalizo con Ingenieros: “DE SIERVOS ES MENTIR, DE LIBRES DECIR LA VERDAD”.


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Roberto Jiménez Maggiolo


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