La muerte, los zamuros y las hienas

La señora Faddoul sollozaba “en vivo y en directo” a todo el país la lamentable pérdida de sus hijos. Esto no fue un obstáculo para que un “comunicador social” le preguntara con la mayor indolencia lo que a él realmente le interesaba: “¿En que momento se produjo la llamada del Presidente y en que circunstancias?”

En una entrevista previa con el mismo “informador” la señora Faddoul parecía leer lo que decía. En esta agradecía “la orientación” y apoyo proveniente de algunas ONG’s. “Serán bendecidas para cumplir su misión ”, dijo. En la misma ocasión expresó unas duras palabras (“¡Lo aborrezco!”) las cuales los medios divulgaron como dirigidas al Presidente de la República.

Mas tarde la señora Faddoul rectificaría esta información calificándola de mala interpretación por parte de los medios. Lo interesante es que esta declaración fue aparentemente preparada con antelación lo cual no justifica el hecho de que en ella hubiese tantos segmentos que se prestaran para “interpretación”.

Entre las ambiguas declaraciones de la señora se oyeron cosas como, “Los organismos gubernamentales son como Poncio Pilatos”. Mas adelante ella instaba a los venezolanos “sin distinción de raza, credo, posición social o política” a usar la muerte de sus hijos como el inicio de “la salvación”.

De ambigüedad no se puede acusar a una señora destruida emocionalmente, víctima también de una horrible desgracia. Sin embargo, quienes la orientaron no estaban afectados. Al menos no al nivel de la señora Faddoul.

¿Quiénes son los que “orientaron” a la señora Gladys Diab de Faddoul? ¿Con qué intenciones la orientaron?

Ningún periodista ha mencionado desde entonces este importante detalle a pesar de que hubo muchos editoriales respecto al triste caso.

Uno de tantos llevaba el insinuante título, “El país y el terror”. En este no se dejaba espacio para interpretaciones. El editorial estaba repleto de expresiones en contra del gobierno:

“Nunca habíamos estado en nuestro país ante un hecho de sevicia y barbarie semejantes.”

“Estos crímenes de horror sólo ocurren en sociedades enfermas.”

“Y este país está enfermo por el odio que permanentemente se destila desde las más altas esferas del poder.”

“Sin duda, la prédica presidencial que busca dividirnos en bandos irreconciliables...”

A pesar de la irrefutable intención de estas líneas, el editorial en referencia concluía con la incongruencia de que “no se trata de politizar”.

¿Pensarán que somos bolsas?

La coyuntura ofrecida por estas muertes no fue desperdiciada por ningún sector de una oposición ansiosa de motivos de lucha. Una organización de venezolanos en el exterior hizo un llamado a expresar repudio y rechazo. En un desesperado comunicado preguntaban si este hecho era “consecuencia de la entrega irresponsable de armas a los ciudadanos promovida por el régimen”.

El comunicado contenía llamados explícitos a la violencia y a la rebelión. No se puede interpretar de otra manera a palabras como, “la gente tiene el poder de destituir los gobierno forajidos”.

En el mismo comunicado, los venezolanos en el exterior también transmitieron un mensaje a “todos” los venezolanos supuestamente de parte de, nada mas y nada menos, Juan Pablo II: “Despierta y reacciona, llegó el momento. No tengan miedo.”

Da miedo a lo que esta gente es capaz de llegar a cambio de regresar al poder. O, como lo ponen ellos mismos, para “salvar” a Venezuela.

Entre marchas y acostadas, el granito de arena de la “Santa” Iglesia no podía faltar. Según un canal de “tele terror” el Nuncio Apostólico, Giacinto Berlocco, había afirmado que el Papa había sido informado de la situación que vive el país.

¡Ahora si nos jodimos! El Papa se va a preocupar y va a llamar a la Casa Blanca.

Por otro lado, Monseñor Moronta informaba que solicitaría a la Conferencia Episcopal el “horrible” castigo de la excomunión de todos los involucrados en secuestros y asesinatos. Alguien sugirió al “gran instigador del odio y la violencia en este país” como primer candidato a evaluar.

¿A quién se habrá referido?

Pero el colmo de todo este drama humano-político-religioso fue un reporte de un canal de “manipulación” desde el estado Nueva Esparta. Desde allá reportaron que, “el llanto de la Virgen del Valle estaba relacionado con el caso Faddoul”. Nadie pregunto sobre el llanto en si, como si fuese normal que una estatua llore.

El reporte aunque breve abarcó la enormidad de nuestro subdesarrollo espiritual:

“Según cuentan los devotos de la Virgen del Valle, la Virgen está llorando sangre desde el pasado viernes 31 de marzo, por lo cual, quienes admiran esta imagen, señalaron que la virgen pudo anunciar la muerte de los hermanos Faddoul y su chofer, el señor Miguel Rivas.
Quienes visitan a la Virgen del Valle aseguran que desde hace seis días, la imagen de la virgen refleja tristeza por los hechos de violencia que han ocurrido en Venezuela.
Por su parte el Párroco de la Basílica del Valle, Ruperto Marín, pidió que se analice la situación, para verificar la duración del proceso, determinar de dónde vienen y si guarda relación con algún caso del país.”

¿Sabe alguien como comunicarse con Ruperto? Es imperativo conocer los resultados del “análisis”.

Por favor Miguel Ángel, ¿Sabes algo de esto?

Elio Cequea

elio@vheadline.com


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