La empanada de mi hermana y la gasolina del gobierno

En la visita que hice en las navidades a mi querido Punto Fijo en Paraguana estado Falcón, hablando con mi hermana, me dice que está encargada de una cantina escolar, en donde vende, entre otras cosas, las empanadas a ocho bolívares y el jugo a igual precio. Esto me pareció asombroso, por el valor que tienen las empanadas en otros lugares del país. Por más que trataran los otros miembros de la familia de sugerirle que la aumentara a por lo menos diez bolívares o el combo (empanada y jugo) a veinte bolívares, no quise intervenir en vista que conociendo su gran corazón y el cariño que le tiene a los niños, no la iba a convencer del aumento.

Por otro lado de regreso a Valencia, desde Punto Fijo, con un recorrido aproximado de 370 kilómetros, gasté en gasolina para el carro casi cuatro bolívares. Gasto que considero muy bajo, por lo tanto, en este caso si voy a opinar y sugerir al gobierno que debería aumentar el precio de la gasolina. No estoy diciendo que se deba incrementar a precios internacionales o a precio del costo de su producción. En este caso sugiero que ante los bajos precios de petróleo y el costo de producción de la gasolina, se aumente progresivamente.

Fíjense que si se aumenta al doble el precio del litro de la gasolina, el gasto en llenar de gasolina el tanque del carro, en el recorrido anterior, no llegaría al precio de la empanadita que vende mi hermana. Además, normalmente, cuando uno llega a una estación de gasolina y paga tres bolívares en gasolina con cinco bolívares, le deja el vuelto al trabajador de la estación de gasolina y hasta le paga cinco bolívares al que limpia el vidrio del parabrisa.

Me parece que actualmente debería existir un consenso, en todo el país, en un aumento del precio de la gasolina, en vista de los beneficios que se obtendrían invirtiendo en los programas sociales, como pensiones, salud, alimentación, educación e infraestructura.

Igualmente comenzaría a disminuir el contrabando de gasolina hacia los países fronterizos. Por lo tanto, todos los venezolanos deberíamos participar en una campaña de concientización para el aumento del precio de la gasolina, su uso racional y convencer a todos los sectores productivos a que no se vuelvan locos con el aumento de pasajes, los precios de los productos y por supuesto el de la empanadita.


Unidad, lucha, Batalla y Victoria. Chávez Vive.
karlosjimenezk@gmail.com



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Carlos Jiménez


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