Por lo visto, el único que aprendió la lección de Abril del 2002 fue el pueblo

Se, que algunos de los conceptos emitidos en este artículo, no serán del agrado de muchos "camaradas" y de algunos personeros del gobierno (si es que llegan a leerlo) pero estamos viviendo tiempos  donde la guayabera no solo se lleva por dentro, si no que tenemos que llevar los pantalones bien puestos. Siempre he sido franco en mis opiniones por que mi azimut en la vida ha sido vivir en una patria socialista. Yo creí en el presidente Chávez desde el cuatro de febrero de 1992 y aún sigo creyendo en él a pesar de que él, ha cambiado mucho en lo personal, en lo político y en lo ideológico, sobre todo estos últimos  seis años y eso ha producido en mi una pequeña frustración, la cual he tratado de combatir con la lealtad hacia un hombre que a pesar de todo lo ha dado todo por nosotros. Pero, estamos cercanos a unas elecciones, y estas para nosotros son de vida o muerte, por lo tanto, debemos de apartar nuestras diferencias y entregarnos por completo a buscar el triunfo de nuestro líder. 
 
Pienso que está será la última oportunidad que tiene Chávez para comenzar de verdad la construcción del socialismo al  cual nos convocó. Doce años de transición rodeados de tantos enemigos, es mucho tiempo y ellos serán los únicos que saldrán ganando de continuar por mucho tiempo esta transición. A ellos les sobra tiempo, a nosotros no.  Por eso Chávez debe entender que la lealtad no es un cheque en blanco que le damos a él por ser nuestro líder. Si él y los que lo rodean, lo piensan así, están muy equivocados. Ellos deben de recordar que ese cheque está endosado por millones de firmas que votamos por un socialismo de verdad y no por este híbrido económico donde la mayor tajada se la llevan los capitalistas. Que recuerde, que el  pueblo, a riesgo de su vida salió a las calles el 11-12-13 de Abril, con la consigna: "QUEREMOS VER A CHAVEZ"  consigna que estremeció a toda Venezuela y que gracias a ella, Chávez, regresó a Miraflores. La lealtad del pueblo hacia su líder, salvó su vida, pero que pasó después, ¿Fue, Chávez leal con ese valeroso y heroico pueblo?  Me perdonan, pero pienso que no. De nada valieron los muertos frente a Miraflores, de nada valió el arrojo de un pueblo contra la persecución, y el terror sembrado por los sediciosos contra ellos. No, Chávez, volvió, volvió y volvió, pero no supo estar a la altura de aquel acontecimiento único en el mundo, y de nuevo le abrió las puertas a la impunidad para que vinieran las siguientes conspiraciones. 
 
Para completar tamaño error, concedió una amnistía a todos los que participaron en el golpe. Esto envalentonó a  tantos sediciosos vende patrias, que aprovecharon la debilidad de un hombre para aprovecharse de las bondades de nuestra constitución, la cual ellos abolieron y así participar en el sistema electoral burgués que a ellos les viene como anillo al dedo y así  diez años después, ellos sigan con gran parte del poder político en sus manos y la economía totalmente controlada por ellos. Diez años después, el comandante, nombra un "Comando Antigolpe" para contrarrestar otra posible asonada de la misma gente que él perdonó crucifijo en mano. Diez años después, los mismos medios de comunicación privados que dijeron: "Buenos días Venezuela, tenemos nuevo presidente"  como Globovisión,  Venevisión Televen y otros, sigan disociando a gran parte del pueblo y conspirando contra nuestra amada patria.   
 
Diez años después, el gobierno sigue lleno de infiltrados (tal como lo estaba  en el 2000) que dicen ser rojos rojitos. Alrededor del presidente hay unos cuantos de ellos quienes están por todos lados, en Miraflores, en todos los ministerios, en las gobernaciones, en las alcaldías, en los sindicatos, todos esperando la ordenes del Pentágono. Todos esperando el momento preciso. Diez años después, continuamos con una economía capitalista manteniendo  en jaque al gobierno, y el Socialismo es como un papagayo que se le rompe el hilo: cada día se aleja más. Los capitalistas se pavonean en nuestras caras, burlándose de nosotros y de nuestro salario. Diez años después seguimos construyendo el socialismo con las armas melladas del capitalismo. Y lo más importante, (para mi) el presidente, sigue siendo el mismo de aquel año 2002. Aunque él nos los diga mil veces (que no es el mismo del 2002), para mi, si lo es. ¿Por que? porque Chávez, quiere actuar como Bolívar, que nunca fue malicioso y todo lo perdonó. Todos sabemos como fue su fin: se quedó solo y sin patria.  
 
Chávez, tiene un corazón más grande que las sabanas de Barinas. Chávez, por dentro está lleno de amor y de bondad dos bellas virtudes humanas que según mi criterio, son su debilidad. Debilidad de la cual se han válido amigos y enemigos, ambos en perjuicio  de la revolución. Si él no separa esas dos hermosas virtudes que le otorgó la vida, de lo humano y de lo político, viviremos los próximos seis años más terribles gobierno  que gobierno alguno pueda ver. Él, tiene que comprender que si en esos seis años, no le entrega de verdad el poder al pueblo: todo seguirá igual o peor. Que la única forma de hacer fracasar a nuestros enemigos, es, la construcción del socialismo. Que la única forma de impedir una invasión  yanqui, es formando ideológicamente y militarmente al pueblo, fortaleciendo cada día más nuestra capacidad militar en armamento y formando miles de batallones de pueblo armado en todos los confines del territorio. Hay quebrarle el lomo al poder económico burgués para entregárselo al pueblo. Todos estos conceptos, son duros de digerir para muchos camaradas, pero si no lo hacemos, podemos decirle adiós a nuestra revolución.    
 
 Si, en los próximos seis años no construimos el socialismo, de nada valdrán todo, todo, todo  lo que se a hecho en lo social, en lo educativo, en la salud y en infraestructuras. De nada valdrá todo lo hecho con PDVSA y otras instituciones.  De nada valió todo lo que se hizo aquel rebelde Abril del 2000 si Chávez, sigue perdonando a todo el mundo y no quiere ver los alacranes que están en su entorno. Yo quiero recordarle al presidente, que él no es Cristo y tampoco es Bolívar, que él es un presidente de este siglo y que está rodeado de enemigos por todas partes. Q que hay mucha gente que dicen ser sus leales y verdaderos amigos quienes celebrarían su muerte como celebraron la de Bolívar. 

aponwuao@hotmail.com



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Nelson Jesus Lanz Fuentes


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