La filosofía progresista norteamericana y el farsante Radonski

Este es un intento por desentrañar el falseamiento de la verdad escondida por el candidato de la burguesía nacional apátrida, del imperialismo norteamericano, del sionismo y de la oposición golpista venezolana. Hay en la cultura intelectual norteamericana una filosofía progresista que es el fundamento ideológico de la Escuela de Educación Progresista o Progresiva en apogeo a mediados del siglo XX en las más exclusivas universidades estadounidenses y en la educación gringa.

Se corresponde con una escuela educativa encabezada por John Dewey cuyos principios dieron al traste con la escolástica imperante desde la Edad Media, arraigados todavía durante el siglo XIX y hasta principios del siglo XX. Dewey fue un hombre de pensamiento liberal democrático adversario del marxismo y creó una filosofía de la educación a la medida de la democracia burguesa, del capitalismo y del imperialismo después de la segunda guerra mundial. Tomó del Pragmatismo la esencia del modo de ser norteamericano para hacer de su filosofía educativa una expresión propia de la vida, del sentimiento y del ser de aquella sociedad.

La educación venezolana proyanqui contaminó sus tesis educativas con el pensamiento pedagógico norteamericano que le calzaba al pié de la letra a la ideología anticomunista del Pacto de Punto Fijo, en vez de buscar nuestras propias raíces venezolanas en el pensamiento educador de Bolívar y Simón Rodríguez. Las ideas progresistas de la educación norteamericana fueron copiadas sin tomar en cuenta que eran específicas para aquella sociedad regida por gobiernos colonialistas, imperialistas, hegemónicos e intervencionistas en América Latina, para imponer gobiernos dictatoriales fascistas, al igual que en todo el planeta.

Las ideas de John Dewey y los seguidores de su escuela progresista norteamericana ignoraron las corrientes del pensamiento pedagógico latinoamericano como la Pedagogía de la Liberación y la Nueva Escuela Cubana, por lo que ese concepto de progresista no guarda ninguna relación con las ideas universales humanistas de izquierda, revolucionarias o de socialismo y sólo hacen referencia a la libertad y a la democracia burguesa de los norteamericanos.

Se puede adversar o admirar la educación norteamericana que en todo caso es asunto soberano y respetable de aquel país imperialista que no respeta la soberanía de los demás. Pero fue un crimen importar mecánicamente los principios educativos gringos como lo hizo sumisa la IV República queriendo imitar a la Metrópoli con educadores neocolonizados.

Henrique Capriles Radonski se ha autocalificado de progresista, si lo fuera al estilo de los intelectuales norteamericanos que desarrollaron esa escuela de pensamiento estaría aceptando tácitamente que es un pitiyanqui, un adeco o un copeyano más pronorteamericano. El problema es que la conducta política delincuencial de este candidatillo no le permite ni siquiera pertenecer a la escuela de los progresistas liberales norteamericanos. John Dewey era un progresista liberal de buena conducta así como nuestro Arturo Úslar Pietri, burgueses decentes, incapaces de encaramarse en una escalera para saltar el muro de una Embajada intentando allanarla, de apoyar un golpe de estado contra un Presidente legítimamente electo, de prestarse para detener por órdenes de un régimen de facto a un ministro del gobierno constitucional exponiéndolo a un conato de linchamiento o de manipular un chanchullo electoral en unas elecciones primarias sin controles para incumplir el principio de un elector un voto. Éstos son los hechos que definen e identifican el verdadero perfil político del candidato opositor, lo de progresista es una inefable imagen made in usa, con la intención de fabricar a un inexistente ideólogo de la derecha, con el cual quieren, sus amos gringos, etiquetar a su candidato en Venezuela.

(*)Profesor

sergiobricenog@yahoo.com





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Sergio Briceño García(*)

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL. Autor del Poemario "Porque me da la gana" y de la obra educativa "Utopía Pedagógica del Tercer Milenio". Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.

 sergiobricenog@yahoo.com

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