Sí, Hugo Chávez es un líder espiritual y político

Por eso no tiene rival

Este, Hugo Chávez Frías, tu cumpleaños 57 me hace remomorar al Chávez del ayer. Año 1992, cuando para todos los venezolanos (nas) eras un desconocido. Una rebelión militar, tú a la cabeza, acá en Caracas, que intentó destapar el descontento de todo un pueblo y sin tramas ni guiones las circunstancias te llevaron en ese instante de tu rendición a convertirte en vocero de un pueblo que hasta ese momento estaba adormecido de tormento y resignado a tanto desprecio, a pesar que tres años antes, en el histórico Caracazo, ese mismo pueblo mostró contundente su rabia, expresó ante el mundo una desigualdad social inaguantable, existente y crecida por aquellos años de corrupción, de bipartidismo asfixiante. Exclusión, hambre y pobreza, en este gran país rico.

Una condición que parece sigue latente en miembros de partidos, de los viejos desgastados Ad-Copei, otros y los nuevos, emergentes, que siguen sin entender el fenómeno Chávez, a quien alguien dio por llamar “un líder espiritual”. Y lógicamente que los es, a la par del estratega político en que se ha convertido. Es Hugo Chávez Frías, sí, posiblemente es un “elegido”, por cuanto al repasar la historia reciente de su vida política, no deja sino conjeturas. Salió vivo de emboscadas, persecución, que por años seguramente tubo cuando salió de la cárcel de Yaré, cuando se liberó de las rejas para cautivar a un pueblo sordo, mudo. Era ya un personaje mediático, pero los medios de comunicación le cerraban el paso. Aun así su trabajo no se detuvo. Traiciones y un Golpe de Estado, el 11 de abril de 2002, un paro petrolero que destrozó la industria, hechos insólitos de opositores en su contra han marcado una lucha sin tregua. Pero su temple y perseverancia, lealtad a su ideal, no lo ha detenido, un devenir de compromisos que ha lo largo de estos años añeja la virtud de su liderazgo continental. Muchos, presidentes, líderes, artistas, escritores, tantos, reconocen su virtud, un líder real, leal a un pueblo que en mayoría le quiere y agradece. Hay que ver cuánta gente ha cambiado su vida para mejor en esta revolución.

Ahora, el reto es recuperar su salud quebrantada de tanta lucha. Pero la historia es larga, densa, y no permite extenderme en este texto. No es la idea. Es el feliz cumpleaños de Hugo Chávez, quien a pesar de tan crucial dolencia hace un esfuerzo y sale al balcón del pueblo, canta, ríe, ama, sueña y lucha por una vida plena, para agradecer a un pueblo, que en tan poco años se ha hecho gigante de agradecimiento, apoyo y amor inmenso, su mejor regalo en este día. Chávez debe saber que no arado en el mar porque sembró una semilla que germina hacia un mañana menos injusto. Y ese reconocimiento a Chávez, como el Presidente más querido del país. Convencer a las mayorías de lo contrario sigue siendo el reto de quienes le adversan.

El presente y el futuro seguirá impregnado de ese nacionalismo, puro humanismo sartriano y adobado con un bolivarianismo casi lírico, impregnado de todo, bañado de sueños de doscientos años, cuyo umbral mostro Simón Bolívar y ahora más que nunca es vivo el deseo de la Patria Grande, por la arenga de Hugo Chávez, el líder latinoamericano de impacto mundial, que ha trazado un rumbo cierto, de unión e integración latinoamericana, la única forma de fortalecer las grandezas y soportar las debilidades de nuestros pueblos de la América.

Sí, en efecto, Chávez es nuestro líder espiritual, político. Un hombre hecho de la simpleza campesina y el sable de la armadura bolivariana. Nunca olvidaré aquel sueño que un día tuve. En medio de una noche Turbulenta, a la luz de la luna, salían doce jinetes, al mando de uno adelante, un caballo relinchando. El jinete brazo arriba, un puño al airea y el grito; “Somos la corte libertadora”, dijo el puntero. La caballeriza entraba a Caracas, caballos desperdigados y relinchantes. Desperté y las imágenes quedaron retenidas en la memoria. Tres días después ocurría la rebelión militar del 4 de febrero 1992. Años después pensé en escribir una serie de relatos de este tipo, hechos curiosos. Alguien me dijo que perdería credibilidad como escritora “seria”. Lástima, que le creí. Ahora aquella quimera vuelve a la memoria, como para certificar que ese líder, espiritual y político, en este proceso histórico, sí, efectivamente es Hugo Chávez Frías, un soldado de pueblo que se hizo grande en medio de tantas dificultades. ¡Feliz cumpleaños Presidente!...pa lante, el futuro le espera para concretar su misión de vida.

Leonjudi@gmail.com

Periodista


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Judith León

Periodista e internacionalista.

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