El presidente Hugo Chávez Frías, líder y conductor de la revolución bolivariana, como jefe del Estado, tomó la soberana decisión de romper relaciones con el gobierno narcoterrorista de Álvaro Uribe Vélez, ante la brutal agresión de que fuera objeto nuestra patria, nuestro pueblo y nuestro gobierno en un show mediático, orquestado por el gobierno imperial norteamericano, en el seno del Ministerio de Colonias yanqui, la OEA.
Mentiras, falacias, falsos positivos, ingerencia abierta y descarada fue la característica de la parodia de intervención del delincuente, inhabilitado políticamente, convertido en embajador, contra nuestro país. Un conjunto de lugares comunes, fotografías trucadas, mentiras a granel, que en su momento fueron contundentemente refutadas por nuestro embajador ante la OEA, Roy Chardeston, que concluyó con la denuncia de una inminente agresión militar de parte de Colombia/USA contra Venezuela.
A escasas dos semanas para concluir el infame gobierno fascista de Uribe Vélez, el genocida, obedeciendo la voz de sus amos yanquis, se lanza con tan temeraria provocación, precisamente cuando el gobierno ultra derechista de Obama prepara una agresión contra Irán y contra Corea del Norte. La razón de las agresiones del santanderista de Uribe tienen una explicación en aquellos acontecimientos: si se desata la guerra en el medio Oriente, las fuentes energéticas de petróleo para los Estados Unidos estarían seriamente amenazadas y EE.UU no puede estar sin ese vital recurso energético. Ven a Venezuela como un débil eslabón al que se puede golpear, invadir, asesinar a su presidente, destruir el proceso de revolución bolivariana, apoderarse de sus recursos energéticos y ponerlos a su servicio, como en el pasado.
Uribe retoma el mañido argumento de la presencia guerrillera en Venezuela como un pretexto de honor; burda excusa de un traidor a su patria a la que puso incondicionalmente al servicio de una potencia extranjera, porque eso es hoy Colombia, una inmensa base militar yanqui.
Ante el cuadro descrito y la decisión de nuestro comandante en jefe, el presidente Hugo Chávez Frías, los militantes socialistas del PSUV que hacemos vida en la UBV, respaldamos, sin reservas, la decisión soberana del Jefe del Estado y, por este medio, hacemos un llamado patriótico a todos nuestros compatriotas ubevistas: obreros, trabajadores administrativos, profesores, estudiantes, a cerrar filas en torno a la Patria y a la Revolución; a prepararse con la organización popular, el reforzamiento de las Milicias Populares, el trabajo de inteligencia popular.
La revolución venezolana, bolivariana y socialista es un proceso pacífico, humanista, internacionalista, latinoamericanista, democrática. Profundamente respetuosa de los derechos humanos, del derecho a la vida, a la salud, a la vivienda, a la educación de todos los ciudadanos que viven en nuestro suelo. No somos partidarios de la violencia pero, si el imperio y sus lacayos nos agraden, nuestro pueblo y nuestra revolución sabrá responder con las armas en la mano. No es una frase retórica aquella que “somos hijos de Bolívar y de los grandes libertadores de América”. Es que somos un pueblo Caribe que sabrá guerrear hasta con las uñas para defender su tierra, sus conquistas sociales, la nueva Venezuela que en 12 años hemos estado construyendo.
El momento es de movilización en las calles denunciando la conjura. Enfrentar a la contrarrevolución interna en cualquier escenario: la calle, el Metro, los abastos y mercados, los centros de estudio, las comunidades. Salirle al paso a los rumores, a las mentiras mediáticas, a las “bolas” con la verdad revolucionaria, las obras y conquistas, los avances. Ganarse a todos para defender la Patria si los yanquis, a través de su eunuco Uribe y la oligarquía colombiana, intentan agredirnos. Sabemos que las bases de Palanquero y otras de las muchas que tienen los gringos en Colombia, servirán de plataforma para una agresión.
Unidos todos los venezolanos junto al Ejército de los Libertadores, las FAN y con las Milicias Populares diseminadas en barrios y comunidades, detectando a la contrarrevolución, al paramilitarismo embozalado junto a los Consejos Comunales y las Comunas Socialistas, las organizaciones sociales y de masas, el movimiento popular todo, continuar ganando espacios y voluntades para la gran victoria electoral del 26 de septiembre, cuando el bolivarianismo gane de manera contundente la mayoría abrumadora de las curules a la Asamblea Nacional y le cerremos a la derecha contrarrevolucionaria y fascista las pretensiones de desmontar las conquistas revolucionarias, las leyes patrióticas y nacionalistas aprobadas en estos diez años de parlamentarismo revolucionario, la festinada pretensión de destituir al presidente Chávez con los votos de la derecha.
Llamamos a fortalecer la lucha en la defensa de la Patria, pero no un nacionalismo de fronteras, xenófobo, chovinista; somos internacionalistas como lo fue Bolívar. Nuestro enemigo es la oligarquía colombiana, no el pueblo colombiano que convive con nosotros y miles de ellos han sufrido las consecuencias de la guerra, del sicariato, del paramilitarismo. Esos colombianos que han recibido y reciben el apoyo digno y decoroso de nuestro gobierno; que por primera vez en decenas de años los ha sacado de la ilegalidad y la invisibilidad en la que se encontraban millones de ellos. El gobierno del presidente Chávez los ha dignificado y, como reza el dicho, nobleza obliga.
El momento es grave, delicado, sólo la movilización y la organización popular y la solidaridad internacional de los pueblos de América Latina y el Caribe y del resto del mundo, podrá conjurar la inminente agresión. Pero debemos prepararnos para la guerra de todo el pueblo, redimensionar nuestra cotidianidad y cerrar filas, como ya se dijo, en torno a la Revolución y su líder fundamental, el comandante Hugo Chávez. Junto a nuestro partido. El imperialismo yanqui y la oligarquía colombiana y venezolana nos quieren imponer una agenda guerrerista, apátrida. Piensan que con eso nos van a amedrentar o asustar. ¡Qué poco conocen del tesón y la decisión de lucha de los socialistas y revolucionarios bolivarianos!
Si vienen, si osan agredirnos, ¡morderán el polvo de la derrota y perecerán en la lucha!, y sabrán que la revolución se conquista peleando. Nuestro pueblo, nuestro líder, los revolucionarios no vamos a retroceder, ¡ni un paso atrás! Todavía Rondón no ha peleado.
¡Viva la revolución bolivariana y socialista! ¡Viva nuestro Comandante en Jefe, Hugo Chávez Frías! ¡Viva el Partido Socialista Unido de Venezuela! ¡Viva el bravío y aguerrido pueblo venezolano!
¡Patria socialista o muerte! ¡Venceremos!
Sede de la UBV de Caracas, 28 de julio de 2010
Patrullas de obreros y trabajadores del PSUV en la UBV
