Parte I

Bolívar ha despertado, cuando ha despertado el pueblo revolucionario como lo cantó Neruda

“La carrera de la vida es breve,

 la de la gloria, eterna”

 Cicerón                             “La muerte es la consagración del genio,

                                                     y la gloria el sol de los muertos”

 Balzac

I

 He conocido con profunda emoción patriótica, la noticia que durante el día de hoi, 16 de julio de 2010, se ha dado al pueblo venezolano, de América i del mundo, respecto a la investigación científica, humanitaria i con marcado vigor ético, que ha realizado el gobierno de la Revolución Bolivariana i la presidencia del Presidente Hugo Chávez Frías; feliz noticia en relación al estudio respetuoso i con todos los cuidados i precauciones de la ciencia de nuestros tiempos, de los restos mortales del Libertador Simón Bolívar, para de una vez por todas evitar más falsas teorías, mentiras, disparates i especulaciones, respecto a que era un engaño mantenido, decir que reposaban en el Panteón Nacional.  Eran afirmaciones que profanaban la historia, la paz del sepulcro i ofendían al pueblo, i a quienes estábamos seguros de que allí estaban realmente los huesos gloriosos e inmortales del Padre de la Patria. Reconozco que por esta convicción, en mi caso mui personal, pero fundada en mis estudios de la historia, su filosofía i su lógica, así como creyendo en los hombres que trataron con respeto esos restos, i sobre todo conociendo la competencia i la ética profesional del sabio José María Vargas, quien encabezó la delegación que buscó cadáver 12 años después de muerto, quien debió reconocer como científico i los objetos que le acompañaba i las circunstancias de su enterramiento en la Catedral de Santa Marta, i organizar sus huesos i tomar nota de todos los detalles, nunca tuve dudas; pero reconozco estar equivocado, un tanto aferrado al ideas del pasado, a prejuicios morales i éticos de otra época, cuando pensaba que no se debía tocar o profanar esa tumba en el Panteón;  con lo cual, por una actitud pasiva o demasiada sensata o conservadora,  era mantener las dudas de quienes, principalmente, muchos historiadores, investigadores, médicos con preparación en su ciencia i especialmente Anatomía, como el caso del Dr. José “Pepe” Izquierdo (que sin embargo hace unos años atrás refuté sus ideas no mui lógicas), sin embargo la tentación de opinar cualquier cosa llamativa o sensacional, pasó a otras personas que haciendo novela, exagerando dudas, e imaginando sin fundamento una serie de hechos para adaptarlos a una supuesta denuncia, causaron a mi juicio mucho daño. Me refiero al Sr. Analista de Sistemas Jorge Mier Hoffman, a quien no le bastó un libro sino tres (está por publicar el tercero, que tal vez ahora agregue explicaciones absurdas, para adaptarse a la verdad demostrada, no la manipulada por él, pintando como un conspirador, delincuente i falso, a su pariente Don Joaquín de Mier), i especulando no con una Carta a Fanny de Villar (para algunos historiadores apócrifa) como al principio, sino señalando dos cartas después (la otra desconocida hasta hoi)  “que cambiarían la historia”, puso a dudar a muchos de si estaríamos honrando i glorificando los restos de un desconocido, mientras que Bolívar, fusilado por unos marinos piratas, del Imperio Norteamericano, ordenados por el Presidente Jackson, lo habían enterrado en el monte, en la selva  i hasta tuvo el valor de exponer que, doscientos años después, él había localizado el sitio donde fue enterrado. Repetía, además, que el sarcófago del Libertador había sido violado hasta 19 veces, i no daba crédito alguno a la comisión presidida por Vargas. Por  eso, en escritos que hice refutando sus ideas que ahora veo buscaban notoriedad o negocio (PDVSA repartió gratuitamente en Maracaibo, en una Conferencia costosísima que le programaron, cientos de libros de LA CARTA, que se los debieron comprar, i creo que eso se dio en varias ciudades del país), no hablé o escribí más de mi posición de respetar el Panteón;  pero en una conversación que tuve con un alto personaje del IVIC, me comunicó que el Panteón seria examinado i que eso ya estaba decidido. Por eso esperaba esta noticia i este informe, por ahora provisional, de la magnífica investigación que se ha hecho, con una comisión de expertos, especialistas en distintas disciplinas afines, (alrededor de 50 personas)  con la colaboración del Ministro del Interior Tarek Aissami (que de paso lo considero de lo mejor que hemos tenido en ese ministerio) de la Fiscal General de la República, Dra. Luisa Ortega Díaz, i naturalmente la supervisión o la mirada vigilante del Comandante Chávez, según expresó el presidente, ha sido un factor mui importante en la coordinación, cuidado i vigilancia de la investigación.  Jamás en la vida del país i de todos los países de América i del mundo cuya historia haya estudiado, podemos encontrar a un presidente de la calidad humana i entrega total a su país, a su pueblo amado, como el Presidente Hugo Chávez Frías. Esto es lo que llamo un presidente de verdad, contraste notable con tanta mediocridad vista en la IV República.


Chávez es más bolivariano que nadie, i en conocimiento de la vida i obra del Libertador, creo que pocos historiadores nuestros, especialmente los que brincaron talanqueras como Manuel Caballero, le pueden superar. I lo demuestra porque es un presidente pedagogo que, en cada oportunidad posible, es un maestro, un docente para su pueblo al cual ha enseñado a querer i respetar en su justa dimensión de genio de la libertad i de la gloria, como lo es Simón Bolívar. I para sorpresa i furia de mucho escritor i periodista mediocre i vanidoso, también ha demostrado que escribe mejor que ellos. Lo cierto es que allí, protegido en parte por un ataúd de plomo, dentro de la urna de madera casi destruida, está el esqueleto del Libertador, con restos de la camisa prestada i hasta de sus botas, etc., de manera que solamente basta para completar una faena científica de primera calidad, que debió ser programada detenidamente, la prueba del ADN, i otros detalle con lo cual, emocionado como pocas veces, el presidente ha relatado su impresión ante aquellos restos gloriosos, de tal modo que, al levantarme para venir a la biblioteca i enfrentarme a la computadora, confieso que tenía el corazón acelerado i me encontraba casi llorando de saber que mi dios en este mundo terrenal –Simón, el Sol de América o del mundo− estaba allí en Panteón, bien cuidado, i que se tienen planes maravillosos para sacarlo de su encierro de plomo i ponerle en urna de cristal i oro, tal como hace años lo proponía con su bella prosa, el poeta de Venezuela, Andrés Eloy Blanco. La carrera de la vida es breve, la de la gloria, eterna

                                                                             (Continuará)


robertojjm@hotmail.com



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Roberto Jiménez Maggiolo


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