¿Refugiados o migrantes venezolanos?

Existe un interés por parte de medios y gobiernos occidentales, de exponer la crisis económica venezolana como una catástrofe humanitaria, con el fin de crear una matriz de opinión internacional contraria al Gobierno de Nicolás Maduro, señalando la administración como forajida y al estado- nación como fallido, para lograr la defenestración de una Revolución que maneja la principal reserva de petróleo del Mundo.

Catalogar como refugiados o migrantes al fenómeno venezolano, tiene connotaciones jurídicas internacionales humanitarias distintas, por lo cual debemos conceptualizar ambas nociones.

Según el artículo Art. 1 (A) (2), de la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951, modificada por el Protocolo de 1967 establece:

"Persona que con fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país."

Asimismo, traemos a colación el concepto establecido en el glosario de la Organización Internacional para las Migraciones, el cual establece lo siguiente:

"A nivel internacional no hay una definición universalmente aceptada del término "migrante." Este término abarca usualmente todos los casos en los que la decisión de migrar es tomada libremente por la persona concernida por "razones de conveniencia personal" y sin intervención de factores externos que le obliguen a ello. Así, este término se aplica a las personas y a sus familiares que van a otro país o región con miras a mejorar sus condiciones sociales y materiales y sus perspectivas y las de sus familias."

De acuerdo a lo anterior, la diferencia fundamental entre el refugiado y el migrante es la motivación del desplazamiento, en el caso del refugiado lo hace por causalidad, no tiene posibilidad de elección o ponderación de opciones, en vista del inminente peligro de su existencia y la de su familia, mientras que el migrante lo hace por libertad, por cuanto tiene al menos dos opciones para elegir, el quedarse y superar la situación adversa nacional o irse a otros derroteros.

La migración como fenómeno, es algo natural no solamente en los seres humanos sino en los seres vivos, sin embargo puede tener connotaciones negativas o positivas, Alemania vivió una profunda crisis migratoria producto del nazismo, España la vivió con la instauración dictatorial de un caudillo, Colombia 12 millones de nacionales huyeron de la guerra; sólo por nombrar algunos de los que hoy en día señalan el fenómeno migratorio venezolano, como una hecatombe de magnitudes bíblicas.

Ahora bien, en el fenómeno que nos concierne no podría catalogarse como una crisis de refugiados, en vista que según las propias autoridades neogranadinas 30% son repatriados (en Venezuela hay 5 millones 600 mil colombianos según cifras oficiales), igualmente 50% son transeúntes que han cruzado por generaciones la frontera más transitada de América del Sur, por ende de los presuntos 4.000 personas que cruzan el Puente Simón Bolívar diariamente, mil van de paso hacia otros países del sur del continente, mil se quedarían en su patria que no los acogió en el pasado y 2000 se regresarán a sus hogares en Venezuela.

Entonces ¿qué pasa migratoriamente hablando en Venezuela? El país suramericano vive una profunda crisis económica, producto de las sanciones y bloqueos financieros impuestos desde Occidente, lo que ha hecho que unos 2 millones de venezolanos (Según ACNUR Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), hayan tomado la decisión libre, sin coerción y personal de irse a otros destinos, buscando mejores oportunidades, por ende, la migración es netamente económica, como la que pasa en México, Centro América y en casi todos los países suramericanos.

Igualmente el glosario de la Oficina Internacional para las Migraciones establece:

"Migrante económico - Persona que habiendo dejado su lugar de residencia o domicilio habitual busca mejorar su nivel de vida, en un país distinto al de origen. Este término se distingue del de "refugiado" que huye por persecución o del refugiado de facto que huye por violencia generalizada o violación masiva de los derechos humanos. También se usa para hacer referencia a personas que intentan ingresar en un país sin permiso legal y/o utilizando procedimientos de asilo de mala fe. Asimismo, se aplica a las personas que se establecen fuera de su país de origen por la duración de un trabajo de temporada (cosechas agrícolas), llamados "trabajadores de temporada" o temporeros."

Por último, descartada la artificiosa crisis humanitaria y sus intenciones sibilinas de una intervención militar tipo Haití 2004, la situación de migrantes económicos debe tratarse con el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y las demás agencias del sistema de las Naciones Unidas, como UNICEF, Organización Mundial de la Salud, Programa Mundial de Alimentos; con el fin de mejorar la situación interna en Venezuela, en vista que el gobierno no se niega a que lo ayuden a superar el bloqueo económico ilegal e ilegítimo por parte de los Estados Unidos de América y Occidente, fuera de coadyuvar las naciones civilizadas para el mejoramiento de las relaciones con los países agresores.



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Jesús Millán


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