​Desde Vanguardia Ciudadana por la Democracia (VCD), organización de izquierda con principios antiimperialistas y democráticos, nos pronunciamos ante la escalada de amenazas y la presencia militar de Estados Unidos en nuestras costas. Rechazamos de manera categórica toda forma de injerencia, agresión militar y escalada bélica por parte de EE. UU. y sus aliados contra Venezuela. La historia de América Latina nos ha enseñado que estas fatídicas experiencias solo traen consigo la destrucción de la democracia, la violación masiva de los derechos humanos y el establecimiento de regímenes títeres que oprimen a sus pueblos.

​Nuestra posición no es una defensa del gobierno de Nicolás Maduro. Nos diferenciamos del gobierno actual, particularmente en su manejo de la crisis salarial, la exclusión de la izquierda disidente y la forma en que los ingresos petroleros benefician a una élite en lugar de al pueblo y al desarrollo nacional. Sin embargo, nuestra lucha por la justicia social y los derechos del pueblo venezolano no nos lleva a traicionar nuestra soberanía. La defensa de la patria es un principio que no se negocia.

​La coyuntura actual presenta al gobierno una oportunidad histórica para demostrar su compromiso con el pueblo. Para deslegitimar la narrativa de la intervención, el primer paso debe ser un gesto de paz y reconciliación nacional. Exigimos:

• ​La liberación de todos los presos políticos: Nadie debe ser perseguido por sus ideas. Las cárceles deben abrirse para aquellos que han sido detenidos por razones políticas.

• ​Mejoras salariales en tiempos de guerra: Es imperativo que el gobierno y el Estado asuman la responsabilidad de proteger el salario mínimo y el poder adquisitivo de los trabajadores, especialmente cuando las amenazas externas se intensifican. No se puede pedir al pueblo que defienda la patria con el estómago vacío.

• ​Cese de la persecución y el respeto a la disidencia: El gobierno debe poner fin a la criminalización de la protesta y la persecución de líderes y organizaciones de izquierda que, aunque disidentes, han creído en el proyecto original de la revolución bolivariana.

• ​Fin del ventajismo político y las violaciones de DD. HH.: El gobierno debe dejar de lado el ventajismo político y el hostigamiento, y levantar de inmediato las inhabilitaciones y el ostracismo silencioso que aplica a muchos dirigentes. Además, debe cesar el silencio administrativo como política de Estado para evadir los reclamos por las violaciones de los derechos humanos en Venezuela.

• ​Restitución de derechos: Se deben devolver sus derechos a los partidos y organizaciones políticas, gremios y organizaciones de la sociedad civil para que puedan participar plenamente en la vida democrática del país.

​El único camino hacia la paz es la unidad nacional.

​El pueblo venezolano ha demostrado una fuerza inquebrantable para resistir. Los actores políticos, movimientos sociales y gremios debemos unirnos en un frente nacionalista y democrático para rechazar la injerencia extranjera. El gobierno debe convocar a todos los sectores para formar una alianza que defienda la soberanía del país, mientras se avanza hacia un consenso político y social que garantice la democracia y la justicia.

​Venezuela no se puede ver obligada a elegir entre la agresión de Donald Trump y el autoritarismo. Hay un camino de autodeterminación. Hay una alternativa que valora la justicia, la libertad y la paz. Desde VCD, nos alzamos como esa alternativa, demostrando que el camino de Venezuela no es la rendición ni la guerra civil, sino la autodeterminación.

​¡La paz, los derechos humanos y la soberanía de Venezuela son innegociables!