Bush CIA

Sí hasta el minuto presente hiciera un examen de conciencia como asesino profesional, no me podría yo acusar de asesino y torturador. Realmente, mi acción directa se ha reducido hasta hoy a “librar de la muerte a muchas personas” en Venezuela, Irak, Afganistán y en el resto del mundo. Aliado con el narco-paraco Uribe, organizar mafias de distribución de drogas en mi país y en todo el planeta Tierra y más allá, las cuales, por paradoja, no son para “tortura de la gente”, sino “para que vivan plácidamente”. Si alguien ha sido torturado he sido yo, el torturador, pues me prohibieron de tomar Whisky públicamente, teniendo que consumir mi ración de droga a escondidas diariamente, cuya prohibición me hizo padecer física y moralmente. Nadie podrá creer que yo, el torturador, “diera el placer” y fuera torturado. Pero, en realidad, esta consideración es demasiado elemental. Soy un diente del complicado engranaje del aparato del terror; si yo personalmente no he torturado hasta hoy, mi contribución y ayuda la he prestado en la medida que se me ordenó por la CIA. Soy culpable. Esta es la conclusión a la cual me lleva mi conciencia; mi conciencia, viva y “despierta” siempre allá dentro de mí y cuya muerte o sopor ni puedo siquiera imaginar.

Desafortunadamente en Venezuela no estamos aun protegidos de esa realidad ¿Por qué tanta maldad reflexiono? ¿Será posible–me pregunto mil veces–que haya muerto la conciencia en tantos hombres como nos rodean…? Contemplo cómo se atormentan y matan entre sí. Es cierto que al matar y atormentar muestran una rara inteligencia. No lo concibo; no lo comprendo, ni aún apreciando la “naturalidad y normalidad de estos hombres” al matar y torturar. Superior es a mi capacidad de comprensión aceptar la evaporación de toda sombra de remordimiento en su alma. ¿Pero acaso tienen alma? ¿No serán ya un mero ente racional, sensorial y funcional?... ¿No habrán extirpado ellos lo puramente metafísico?... Yo lo creo imposible; no puedo creerlo, aunque parezca una evidencia en la vida de este ente imperialista. ¿Nos hallamos frente a una nueva especie?... Una nueva especie, debida, no a la evolución, sino a la involución. Un tipo liberado de la gravitación del bien y del mal, el fatalismo sión-imperialista, ¿no?... Este tipo de “hombre” gringo, superior al bien y al mal, será el súper-hombre de Nietzsche; la bestia dialéctica. Pero no sería el progreso ni la perfección. El intento de hacer un hombre más perfecto, un súper-hombre, tan sólo habría logrado producir una bestia más bestia. Eso es el hombre que contemplamos: una fiera, no en la ciega noche de sus instintos, sino con sus instintos lúcidos, iluminados por la razón… La bestia potenciada infinitamente por la dialéctica… Sí, así es: el imperialismo-sionista ha logrado hacer que retroceda el hombre al estadio animal, cercenando en él su orbe metafísico, su tangencia con la Divinidad. Si el imperialismo ha logrado tan ingente prodigio, frente al cual son pigmeos todos los descubrimientos planetarios, deberemos reconocerle una categoría satánicamente genial.

Pienso con horror en la frialdad y en la inteligencia diabólica que se despliega para provocar la guerra y cometer este gran crimen de lesa Humanidad. Los cuadros de la CIA están bien nutridos de asesinos, de terroristas acreditados, hasta pueden contarse algunos fanáticos dispuestos al sacrificio; pero salvo muy contadas excepciones, todos son gente grosera, sin más cultura que la adquirida en las distintas guerras y cárceles imperialistas-sionistas. Es cierto que abunda el hombre con titulo en sus filas y hasta el intelectual; pero son muy raros los que de esta extracción pueden utilizarlos fuera de Estados Unidos. Habrán ustedes respirado, por muy lejos que se esté de ese país, la desconfianza, rayana en desprecio, con que miran a los intelectuales, aunque, por otra parte, les ceben bien. No es sólo el odio de clase; es que saben perfectamente su formación pequeño burguesa, deficientemente disimulada por la demagogia verbal, son una verdadera cantera de defecciones. No es un secreto para nadie que los que dirigen a esos asesinos, son capaces de mandar las mayores atrocidades, pero no de ejecutarlas por sus propias manos… Su elección la dicta la falta absoluta de hombres con educación social, con maneras, con finura, pero dispuestos a todo. Quizás un jefe no necesite en sí mismo aspecto atractivo, gesto simpático, palabra grata y voluntariosa, categoría humana, en fin; pero lo necesita en sus subordinados. Y después de conocer todo esto nos preguntamos: ¿Qué resultaban ser al lado de tales crímenes los horrores de las policías de los gobiernos IV republicanos en nuestro país?... Diversiones de niños jugando a criminales y asesinos…

La lucha entre el terrorismo y el imperialismo es una cosa singular, emplean los últimos adelantos, algo horroroso; la experiencia es grande; los expertos que estudian a conciencia los casos no recuerdan que nadie pueda resistirlo sin claudicar: destrucción de terroristas, muerte…, y qué muerte!..., de los más peligrosos terroristas, haciendo que se maten entre sí…, la CIA los ha creado, educado y formado, son sus discípulos; cuanto saben, cuanto son, el odio infinito que metieron en su contra, lo vuelven contra ellos: crimen contra criminales, asesinato contra asesinos… Durará lo que dure tan feroz y sublime deporte; pero lo que los atrae fascinados es un final de apoteosis. Una embriaguez de poder, una locura furiosa, un formidable desprecio del planeta tierra y de sus asquerosos crímenes minúsculos. Estados Unidos con su Doctrina Monroe, sus bombas inteligentes, su Ku-Klux-Klan, y de su superioridad de raza, pesando sobre uno todo el aplastante aparataje estatal. Es natural que, y a pesar de todo, con la visión del mundo civilizado llenando las pupilas y sintiendo en todos los poros penetrar la atmósfera embriagadora del “refinamiento” del mundo del nuevo ideal americano. Ser quienes son…, he aquí la meta de todas sus vidas. –A pesar de todo y de todos, se transforman en lobos y, los vemos como tigres.

–¡Delicioso mundo éste, creado al soplo del imperialismo-sionista!

Salud Camaradas.

Hasta la Victoria Siempre.

Patria Socialista o Muerte.

¡Venceremos!


manueltaibo@cantv.net


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Manuel Taibo


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