Para Haití...¿Marines o alimentos?

¿TONELADAS DE QUÉ?...El gobierno de los Estados Unidos insiste en tratar a los demás como les da la gana. Hacen lo que quieren en donde quieren. ¡Claro! Hay que recordar que en Vietnam le pararon el trote hace unos treinta años. Y Cuba les frenó en seco su invasión por Playa Girón. A los Chinos no les dicen ni pio y con los rusos a distancia. Insisten en sus amenazas a Irán y sacan su lista de los países a cuyos ciudadanos hay que registrarlos desde el dedo gordo del pié hasta el último pelo de la cabeza. Hacen alardes de su poder militar y nadie niega que lo tienen. Claro, si la mayor parte de su presupuesto es para gasto militar. Con el cuento que el terrorismo lo amenaza, desde que le tumbaron las torres ese gasto y esa vigilancia se ha incrementado. El pánico los acosa para convertir a sus ciudadanos en víctimas del miedo.

A propósito del terremoto que ha dejado en las ruinas al empobrecido pueblo haitiano, el mundo que cada día pierde su capacidad de asombro, se entera que el gobierno del “premio Nóbel de la paz” se empeña en seguir siendo lo que no se por qué mandato pretende hacer en todas partes del globo terráqueo. El policía mayor, el máximo vigilante, el mayordomo, el gendarme imprescindible. Despliegan miles y miles de sus marines, como les dicen, en el pequeño y desbastado territorio dizque con el propósito y misión de “poner orden” y controlar a la población a la hora de la distribución de alimentos y medicinas. Sin el mayor desparpajo anuncian diez mil y luego veinte o treinta mil más, lo cual para algunos especialistas es prácticamente una ocupación. Para otros se han convertido en obstáculo y estorbo para el urgente trabajo humanitario que allí se requiere. No los vemos bajar sacos de alimentos ni medicinas. No llevan maquinarias ni tiendas. Los vemos bajar de los helicópteros con sus morrales y armamentos, igual cuando invaden. Llegaron y tomaron el maltratado aeropuerto para controlarlo. Sacaron los periodistas y se instalaron.

¿QUÉ QUIEREN DE HAITI?... Voceros de gobiernos como el francés y de Latinoamérica han denunciado el descaro del gobierno norteamericano, quienes han dicho que van para quedarse, “por el tiempo necesario”. Cualquiera pudiera hacer un esfuerzo y creerle sus buenos propósitos. Pero sabemos que no es así. No será así. No respetan ni el dolor para asomar sus ambiciones territoriales, así sea caminando por encima de cadáveres y ruinas. En esta hora de dolor para el hermano pueblo del noble Alejandro Petión, todos los venezolanos y latinoamericanos hacemos lo que siempre hemos hecho: poner en práctica la solidaridad. El presidente Chávez y su pueblo hemos sido consecuentes. Amor con amor se paga.

juan_azocar@hotmail.com


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Juan Azocar


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