Todo estalla por aquí: el grave estado de salud de Ingrid Betancourt. Es en efecto la noticia aportada por los recién liberados rehenes de las FARC lo que disparó el dispositivo de una acción bélica eminente por parte del gobierno colombiano. Pero el trasfondo de esta decisión tomada en EEUU se encuentra en Francia.
El presidente Sarkozy, quien tiene en estos momentos un porcentaje excepcionalmente bajo en los sondeos (38%) y se ve confrontado a las consecuencias de una gestión presidencial que hoy los franceses desaprueban prácticamente en bloque, ha cambiado los planes que tenía el imperio. Súbitamente obligado a ocuparse de lo que fuera, durante su pasada campaña electoral, una de sus promesas épicas -la liberación de Ingrid Betancourt- el presidente francés no ha podido responder según las previsiones del plan montado en "Bushland."
A pesar de que Sarkozy recibió directamente de Washington esta idea publicitaria, y que fue literalmente puesto en el poder por el Departamento de Estado norteamericano, la situación actual lo obliga a salvar su cabeza ante una opinión francesa que recibió la noticia del estado de Betancourt con abundantes lágrimas y un gran dramatismo. Es así como Washington se ha visto repentinamente en la necesidad de acelerar las operaciones y ha dado la orden a Uribe de apurar el paso y llevar a cabo la reciente masacre de las frontera colombo-ecuatoriana. Había que actuar rápido y evitar a toda costa que Sarkozy entrara en negociaciones directamente con las FARC.
Una eventual incursión de Europa, aliado tradicional del Imperio, en contra de los planes de re-colonización de América Latina no estaba en absoluto previsto. Si Sarkozy negociaba ahora con las FARC directamente (y no como lo había hecho hasta ahora, basándose en Chávez), éstas tendrían ventaja sobre él gracias al estado apremiante de Betancourt, y le exigirían instar él mismo al gobierno estadounidense a retirar su apoyo militar a Uribe, así como abogar frente al parlamento europeo por el status de las FARC en tanto que movimiento político beligerante. Es decir, lo pondrían a actuar prácticamente como un Chávez. Todo un contrapié para Washington, cuya intención ha sido siempre, desde el comienzo de su invento de la "trampa humanitaria," lograr intervenir a Venezuela a través de una confrontación bélica entre ésta y Colombia, y hacerse finalmente con el petróleo bolivariano.(*)
Hay que recordar que el logro de un semejante objetivo no sólo constituye para el Imperio su seguridad energética hasta por lo menos el año 2150, sino el control de toda la región sur y central del continente.
Notemos igualmente que Israel ha comenzado, simultáneamente a la masacre de Uribe, una operación de bombardeos aéreos sobre Gaza, además de un ataque terrestre (contra una población civil y desarmada). El hecho naturalmente desvía oportunamente la atención de lo ocurrido en Colombia, obligando a la ONU a reunirse en medio de sus legendarios bostezos. Como en una partida de ajedrez, vemos que el Imperio dispone de piezas suficientes en el mundo para crear cortinas de humo y obtener "momentum" en su avance hacia la conquista planetaria. Pero no nos equivoquemos camaradas, sus verdaderos intereses están en Venezuela.
xavierpad@gmail.com
(*) Para un análisis más detallado de la trampa puesta a nuestro presidente por el imperio y que comenzó con el canje humanitario ver mis artículos:
http://www.aporrea.org/actualid
http://www.aporrea.org/tiburon
