La verdad verdadera

Los eruditos en cuestiones semánticas y de semiología lingüista establecen que la verdad es la coincidencia de la afirmación de los hechos, o la realidad a la que dicha afirmación se refiere o la fidelidad de una idea. Sin embargo, sin intenciones de rebatir a los doctos, la vida me condujo a estar al tanto de la existencia de diversas verdades. Por ejemplo, se conoce la verdad arqueológica la cual se basa en los registros de huellas humanas de civilizaciones antiguas a través de monumentos, documentos, obras de arte, utensilios enterrados o encontrados en recónditas cuevas. La verdad histórica, la cual se sustenta en la recopilación de pruebas, por cualquier medio, para reconstruir un conjunto de hechos y acontecimientos remotos; en oportunidades se combinan los hechos con los mitos, un relato del pasado, tal como al recopilador y a la gente les gustaría que fuese. La verdad política es una especie de bosquejo de anécdotas, un relato del día a día en el cual la religión, la arqueología y la historia están moldeadas según las necesidades de quien la relata. La verdad religiosa o teológica se refiere a un estado mental en el que se pone la fe en algo sobrenatural, sagrado o divino; son preceptos indiscutibles (dogma de fe) y de obligado cumplimiento para sus fieles creyentes, con el objetivo de alcanzar la salvación del alma. La verdad procesal, es la que busca y encuentra el juez en un litigio en el que se enfrentan dos discursos contradictorios (verdades rivales), el del reclamante y el del demandado. En todo caso, es indispensable la presentación de pruebas evidentes, inexpugnables e irrebatibles.

Ante esta diversidad de verdades no me quedó más que pensar que si existen varios caminos para alcanzar la verdad, quiere decir que no existe la verdad única o simplemente, la verdad no existe. Sin embargo, para amenizar la dialéctica voy agregar una nueva, la verdad verdadera, que sería a la vinculada a todo lo que a lo largo de la vida cada uno ha visto, ha vivido y de lo que ha sido testigo presencial. En todo caso, de acuerdo con lo anterior, cada individuo tiene su propia verdad. Basado en lo expuesto me obligo a recordar algunas verdades presentadas por ciertos personeros que contradicen mi verdad verdadera. A manera de ejemplo:

Según el Departamento de Estado de EEUU la administración del presidente MM es un narco gobierno, esta es su verdad. La verdad verdadera es que la CIA y el ejército de USA es el cartel más poderoso que controla la salida de la cocaína de Colombia y el opio de Afganistán, donde existen bases militares del imperio. Países donde se producen miles de toneladas de dichas drogas, salen de los aeropuertos y puertos de los productores de estos estupefacientes, viajan sin problemas y llegan a los puertos y aeropuertos estadounidenses. Así mismo, se distribuyen, se venden y se consumen en las principales ciudades de EEUU. Es la verdad verdadera.

Según el amargado y rubicundo Donald, Venezuela está en una situación caótica, donde la gente pasa hambre, no se pueden comprar medicinas y no funcionan los servicios, debido al modelo socialista. Esta es la verdad del presidente de USA. La verdad verdadera es que la grave situación por la que está pasando el pueblo de Bolívar se debe a las criminales sanciones económicas, financieras, el boicot petrolero, el secuestro y robo de sus activos en bancos extranjeros, solicitadas y apoyadas por el traidor Guaidó y su pandilla.

La verdad de la señora Michelle Bachelet, no se corresponde con la realidad, mucho menos con la verdad procesal, en la cual procede la presentación de pruebas tanto del demandante y como las del demandado. La verdad verdadera es que la referida empleada de la ONU se comportó como fiscal y juez, con relación a sus conclusiones sobre la violación de los derechos humanos por parte del gobierno de MM. Al estado venezolano se le negó el derecho a la defensa, en ningún momento los funcionarios de esta jurisdicción se reunieron con la señora Michelle para refutar las acusaciones que aparecen en el documento de la ONU. Las únicas fuentes fueron las mentiras aportadas por la oposición.

Es sorprendente el alarde de la UE sobre los mecanismos democráticos de sus gobiernos. Según dicha verdad, esta les permite recibir en sus tierras y con pompas y platillos al bobolongo de Guaidó como "presidente interino", es decir de la nada. Así mismo, Pedro Sánchez, jefe del gobierno del reino de España, acogió en sus predios al criminal Leopoldo López. La verdad verdadera es que ambos personajes están inmersos en crímenes de lesa humanidad, golpes de estado contra un gobierno democrático, asociación para delinquir, destrucción de la propiedad pública y privada, robo del patrimonio público, terroristas, violación de los derechos humanos, traición a la patria y otros delitos lo cual contradicen el ejercicio de una democracia de las que se ufanan los países europeos.

La verdad del arrastrado de Almagro es que en las pasadas elecciones de Bolivia del presidente Evo se cometió un fraude, esto sin aportar ninguna prueba. Tal falsa afirmación fue la justificación para que dicho funcionario, apoyado por EEUU y militares de la derecha boliviana dieran un golpe de estado. Tal hecho de facto impidió que el elegido asumiera la reelección, tal como establecía la constitución de dicho país. La verdad verdadera salió a relucir en el sufragio del 18 oct. cuando los partidos que apoyaron a Evo Morales resultaron ganadores, superando la votación anterior. Esta verdad verdadera debió convertirse en una patada contra el trasero del lameculo de Almagro, como secuela de las vagabunderías que constantemente trama este siervo contra los gobiernos que no bajan la cabeza ante su protector Donald.

La verdad de la UE es que esta no recocerá las elecciones venezolanas de la AN que se realizarán en Venezuela el 6d, alegando que no estarán presentes como observadores del evento electoral. La verdad verdadera es que Venezuela es un país soberano y no necesita de observadores, ni tampoco supervisores para legitimarcualquier acontecimiento electoral realizado en nuestro país. El gobierno del presidente MM extiende invitaciones para que delegados internacionales estén presentes en estos actos, en ningún momento necesitamos inspectores que vigilen los procesos del CNE. Tengo entendido que ningún organismo internacional, ni tampoco individualidades actuarán como observadores en la próxima elección presidencial de EEUU.

La verdad del gobierno de EEUU es que no permitirá a Venezuela la compra de armas al gobierno de Irán. Vale lo mismo que lo del párrafo anterior. La verdad verdadera es que Venezuela es un país soberano y puede hacer negocio con cualquier país que a bien le convenga. EEUU le vende misiles y hasta armas nucleares a otros regímenes que distan mucho de ser democráticos y el gobierno de Venezuela no se mete en asuntos de otros países, tal como está contemplado en la carta de la ONU.

Como lo demuestra la historia, los imperios tienen su verdad, pero esta se corresponde con las necesidades de grupos poderosos, es decir, los dueños del dinero. Amparados en esta han violados los derechos humanos en toda las zonas del planeta, han invadido cientos de países con el argumento de imponer la democracia representativa, han matado a los líderes que no les son sumisos, que se roban las materia prima y las riquezas de otros países, que asumen peligrosas acciones unilaterales para agredir otras naciones soberanas, que contaminan el ambiente, que les importa un bledo las decisiones de los organismos internacionales como la ONU…Estos supremacistas utilizan la verdad de ellos para cometer todo tipo de desmanes. La verdad verdadera es que todos los países del mundo son soberanos, que tienen derecho de buscar las acciones pertinentes para liberarse de la hegemonía militar, financiera, tecnológica e industrial que la utiliza el imperio como un monopolio para amenazar y empobrecer a las demás naciones.

Millones y millones de personas han muerto en el planeta Tierra en épocas pretéritas y a lo largo de toda la geografía, en el intento de los imperialistas de imponer su verdad, bien sea la de una religión, de una doctrina o de un modelo político-económico. Sin embargo, detrás de estas acciones la verdad verdadera es que, por lo general, el objetivo de tal imposición es la búsqueda y el saqueo de las riquezas. Por esto el escritor británico George Orwell (1903-1950) sentenció: "En una época de engaño universal decir la verdad es un acto revolucionario" Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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