Ni con virutilla de acero podrá borrar la Derecha su impronta de gobierno clasista, ignorante y totalitario

Los inexcusables desaguisados cometidos por Piñera en estos siete meses de gobierno, la derecha no podrá borrarlos ni siquiera pasando escofina sobre la Historia. El del fútbol le costará caro.


“EL TUYO ES un periodismo de trinchera”, me enrostró desde Italia un querido amigo, quien fuera compañero universitario en la década de los años sesenta en el nunca bien ponderado Instituto Pedagógico.

Primero que todo, debo aclarar que yo no soy periodista…soy profesor de Historia y Asistente Social…egresado de la magnífica y laica Universidad de Chile ANTES del golpe militar fascista del año 1973. Recalco esto, porque pretendo certificar que estudié en la ‘U’ cuando los planteles de educación superior en nuestro país eran, realmente, ‘superiores’, pues su alumnado no ingresaba a ellos porque tuviese menos o más dinero. En aquellos difuminados años se ingresaba a las universidades sólo mediante la capacidad, el nivel de información educacional y la madurez cultural.

¿Mis artículos son “de trinchera? Qué bien, qué grato y reconfortante si es así, pues en la actualidad el ‘periodismo culto’ obtiene tantos lectores como un texto escrito en arameo. Lo mismo ocurre con los novelistas. ¿Cuántos jóvenes han leído a James Joyce en las últimas dos o tres décadas de neoliberalismo ramplón? ¿Y cuántos han leído a R.R.Tolkien o a J.K.Rowling? He ahí la diferencia…y he ahí también la importancia de los textos mal llamados ‘populares’, o best sellers, que largamente superan en ventas (y lectores) a aquellos densos, oscuros, traumáticos, intragables, e incluso esquizofrénicos escritos de algunos eméritos novelistas, cuyos nombres –e ideas y proposiciones- pasan inadvertidos para la gran masa universal perdiéndose luego en la bruma del tiempo.

Atendido lo anterior, es posible entender que sólo artículos ‘de trinchera’ hacen suficiente mella en la caparazón metálica que recubre la epidermis de los gerentes transnacionales que hablan lenguas enrevesadas y mecánicas, como el inglés, el japonés y el alemán, pues toda línea escrita ‘cultamente’ –vale decir, con lenguaje academicista, distante y ‘mercurial’- sirve nada más que para rellenar estantes en las bibliotecas.

Al pan, pan…y al vino, vino. Ese es el lenguaje que se requiere hoy para comunicar ideas, conceptos, pensamientos. Y si el adversario se caracteriza por ser o haber sido ladrón, entonces, simple y llanamente, al momento de escribir hay que señalarlo, ni más ni menos, como ladrón. Por ello, si alguien, en el pasado cercano, estafó, defraudó y llevó a la quiebra a un Banco como, por ejemplo, el de Talca, y con esos comprobados e indesmentibles hechos arruinó a centenares de personas, quien redacte artículos al respecto tiene la obligación literaria de apellidar a tal individuo como delincuente, ladrón, especulador, infame o cualquier otro epíteto que venga al caso.

Para no equivocarse ni ser llamado a confusión, con lo anterior me estoy refiriendo explícita y directamente a un chileno conocido con el nombre de Sebastián Piñera Echenique, quien actualmente funge como Presidente de la República por obra y gracia de las mafias económicas, de la sociedad protocolizada por y con el bloque político llamado ‘Concertación’, y la administración que las cofradías familisteriales llevan a efecto en la prensa servil.

Hoy, sus propios votantes y simpatizantes saben que él es un estafador, un ladrón, un farandulero, e incluso un ‘ganapan’ mafioso (lo demostró el fallecido Ricardo Claro) que cultural y políticamente carece de méritos y conocimientos. Además, tiene el aspecto físico de los deficientes mentales: cabeza abultada, mentón hundido, cuello inexistente, bracitos cortos, piernas cortas y chuecas, tics al por mayor, tautologías persistentes en su lenguajeo, etc. Pero sus seguidores lo avalan porque, simplemente, esperan ganar dinero fácil siguiendo sus mismos pasos delictuales.

Para confirmar lo anterior, basta analizar el comportamiento de su hermanito preferido, el vago conocido como el 'Negro', que le identifica y simpatiza a rabiar (no así sus otros hermanos, más sofisticados y profesionales), al que le protege –a través de su propia red socioeconómica y política- librándolo (ilícita e inmoralmente) de la acción de la justicia en asuntos tan serios como el haber provocado severas lesiones a terceras personas por conducir un automóvil bajo la influencia del alcohol y de las drogas.

Todos esos asuntos los sabíamos desde hace varios años, el problema radicó en que no fuimos capaces de informar y educar oportunamente a la ciudadanía respecto de tales avatares, lo que finalmente permitió que muchas personas –especialmente de las clases proletarias- le entregaran su sufragio habiendo comprado la monserga del “cambio”, aunque este nunca fue especificado por Piñera ni tampoco sus adversarios políticos supieron exigirle una definición del mismo. La gente entonces compró un paquetito envuelto en atractivo papel de regalo, pero nadie supo qué contenía.

Ya en el gobierno, la Derecha y Piñera aprovecharon al máximo el efecto mediático, político y emocional que originó el rescate de los 33 mineros, y con la servil complicidad del 95% de los parlamentarios de la Concertación (cuyos gobiernos en conjunto con la derecha UDI-RN desnacionalizaron el 60% del cobre en 1990-2010), el actual gobierno acentuó el saqueo que las empresas trasnacionales y grupos privados efectúan a nuestro cobre y metales preciosos asociados (oro, plata, molibdeno, platino), estableciendo un pequeño impuesto complementario, que realmente no puede ser considerado royalty, para la reconstrucción post terremoto, el cual afectará solamente el 1,25% de los US$40.000 millones de dólares, que son las ganancias que la minería desnacionalizada ha obtenido desde el 2004 a la fecha.

Para incrementar esta entrega total de nuestros recursos a las fauces extranjeras, el gobierno piñerista mantendrá la invariabilidad tributaria de las empresas mineras hasta el año 2024. Es bueno destacar que los impuestos reales promedio pagados por la gran minería transnacional-privada, alcanzarán apenas el 8,25% de las ganancias, incluyendo el norme robo (no controlado) al Estado de Chile, robo que supera los US$ 10.000 millones de dólares anuales en metales preciosos no declarados en los concentrados del Cobre.

Mientras tanto, en el sur de Chile, los habitantes de Lota, Talcahuano y Coronel, que sufrieron los peores embates del megasismo de febrero, del maremoto y, después, de las inclemencias del invierno, agotaron su paciencia ante la absoluta carencia de ayuda oficial para superar sus graves problemas. Además de la inoperancia y ausencia del gobierno, los penquistas comprobaron que esta administración de capitalistas y mega empresarios nada haría por ellos, pues incluso la banca privada (a la que el país ha sacado de varios atolladeros en los últimos 40 años) cerró sus puertas y negó la entrega de créditos hipotecarios a personas mayores de 60 años, estuviesen o no estuviesen damnificadas.

Con la sonrisa que ha venido caracterizando sus apariciones ante la prensa, en Europa, aun en gira, Piñera se refirió a este último asunto cuando fue interpelado por algunos periodistas (europeos, por cierto, pues los chilenos eran simples yanaconas obsecuentes y serviles, pertenecientes a los medios que la misma derecha posee y maneja en el país). Con la soltura de lengua que le es propia, el Presidente informó que regresaba a Chile para encargarse personalmente de la reconstrucción post terremoto. ¡Después de siete meses y medio!

Pero, esta vez la supuesta habilidad o vivarachada chilensis no le resultó, ya que surgieron voces críticas señalando que esa era –amén de una frescura de cutis que aterra- una demagógica y neoliberal forma de gobernar, puesto que si los daños provocados por el sismo de febrero alcanzaron -en las viviendas particulares- un monto cercano a los US$3.000 millones de dólares, Piñera viene a actuar (y a gastar dinero fiscal) casi ocho meses más tarde, luego que el 60% de los damnificados ya han solucionado o ‘parchado’ sus problemas con medios propios.

Pero hoy el asunto ha pasado de castaño a oscuro, pues mientras leíamos las vergonzosas noticias sobre el enésimo gaffe del presidente chileno (“Deutschland über alles" = "Alemania sobre todo," como cantaban Hitler y los nazis), que esparció innegable desprestigio para nuestro país en el extranjero haciendo gala de una increíble ignorancia histórica y carencia absoluta de cultura diplomática, la ciudadanía se enteraba de que el gobierno había presentado ante el Congreso un proyecto de ley para modificar la Carta Fundamental, estableciendo la reelección inmediata del cargo de Presidente de la República. Es decir, un proyecto de ley que le permita a Piñera: ¡¡Ta Ta Ta Taan!!- ¡SER REELEGIDO!

¿Y la derecha chilena -junto con la derecha de otras naciones latinoamericanas-, no había tildado de “dictadores” a Manuel Zelaya y a Hugo Chávez porque esos Presidentes (Honduras y Venezuela) propusieron lo mismo en sus respectivos países? La derecha aseguraba casi a gritos que tales mandatarios eran vulgares “dictadores”, pero cuando es la misma derecha quien propone algo idéntico, ¿cuál calificativo deberíamos usar? ¿Democracia pura?

Y para rematar las audacias y los desaguisados rayanos en el más impune de los totalitarismos, Piñera metió mano en el asunto del fútbol profesional (elección del directorio de la ANFP), tratando de cobrar ‘revancha’ por lo acontecido antes del Mundial de Sudáfrica, cuando en el complejo deportivo “Juan Pinto Durán”, creyendo que los jugadores, cuerpo técnico y ayudantes, eran parte de su personal plantilla de empleados, se mofó de algunos de ellos con una vulgaridad que certificó su incultura, su falta de clase, su nula capacidad política, y una ordinariez que no se condice con el cargo que ostenta.

Lo extraño en estos asuntos reside en que, tal vez, el costo político será profundamente oneroso para el gobierno del especulador financiero Piñera…pero ello no obedecerá a ninguna cuestión política ni económica ni internacional, sino, increíble pero cierto, a asuntos deportivos, ya que en las sociedades latinoamericanas hay un tema que difícilmente se puede soslayar (y menos aún insultar), y él es el casi enfermizo amor –‘pasión’, le llama la prensa especializada- que la masa siente por la actividad del fútbol profesional, del balompié, del ‘soccer’, o del deporte más bello del mundo, como acostumbran decir los periodistas encargados de esa área del acontecer informativo.

En este último ‘gaffe’, entrevero, despropósito, intromisión indebida, abuso de poder, totalitarismo, etc., etc., se ha producido un rechazo transversal al gobierno, pues hay diputados del propio bloque oficialista que se alinean con los del conglomerado opositor (y con los desaforados ‘peloteros’) para darle duro al Presidente de la República, manifestando públicamente sus críticas y abofeteándole (en lo político) por exacerbar una conducta patronal que, a decir verdad, ya comienza a provocar disgusto y rechazo en un gran porcentaje de la ciudadanía… y en sus propias huestes, puesto que el abuso de la ignorancia impune, así como la desafección oficial por el sentimiento del pueblo y la prepotencia soberbia y veleidosa de clase ‘superior’ que el gobierno muestra y explota a destajo, más temprano que tarde empezarán a cobrar factura.


arturoalejandro90@gmail.com


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Arturo Alejandro Muñoz


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