Simplemente Alí Primera

Allá en Coro, estado Falcón, aquel 31 de octubre de 1941, llegaba a este mundo el cantor del pueblo: Eli Rafael Primera Rosell, conocido como Alí Primera.

— Carmen Adela y Antonio Isidoro, los felicito, tuvieron un varón. La alegría invadió a su madre, a su padre y a sus hermanos. Fue el menor de seis hijos.

Eli, crecía y mostraba inclinaciones fantásticas hacia la música. Sin embargo, además de lo musical, fue un comprometido militante de la política y revolucionario, estudió Química, en la Universidad Central de Venezuela (UCV), y luego en Rumania, estudiaría Ingeniería de Petróleo, en la Universidad de Bucarest.

Su rica historia discográfica —aunque vetada por los medios de comunicación y gobiernos de turno—, cuenta con 11 discos, publicados en años consecutivos desde 1973 hasta 1984 pero siempre incansable tuvo su propio sello disquero, llamado cigarrón.

Su coherencia en el verbo y la acción, se demuestra en su poesía y prosa, como el máximo exponente del género musical de protesta o canción comprometida, por su canción necesaria, pero también por sus canciones reflexivas y de amor.

Les invito respetuosamente a escuchar uno de sus temas que para mí, en lo personal, ha sido de mucha reflexión, la canción "Zapatos de mi conciencia", con esa hermosa melodía mientras leemos lo siguiente, vamos pensando estas letras:

(Suena la guitarra, ta tan ta tan…)

"Lo que digo en este canto, es la historia del encuentro que tuve con un anciano y su antigua poesía, las dos rosas de sus manos…

Hoy cumplirías 80, te nos fuiste muy temprano, aunque siempre, siempre, siempre, te vimos dando la frente, a ti te quedó tiempo, de mirarnos dos veces, como pueblo y como oprimidos, así como vio Freire, en Brasil, a aquellos dominados, él lo hizo alfabetizando y tú lo hiciste cantando, con tu cañón único y rebelde, supiste emanciparnos, también nos viste descalzos y en vez de darnos zapatos nos enseñaste a tener conciencia, la cual es más importante que el ropaje para distinguir a fondo…

Zapatos…

Siempre fuiste por el camino correcto de la historia, y aunque te gritaran de lado y lado, nunca detuviste tu marcha ni si quiera para escucharlos, fueron más importantes tus convicciones como la hora tercera o cuarta de la tarde en que naciste donde el Sol brilló tan fuerte como los ojos de los niños…

Zapatos…

Hoy tendrías la piel quizá marcada por la experiencia, y contarías a tus nietos que nunca quisiste ser ni dios ni héroe, pero quizá tu Sol, así te verá siempre, como el héroe más romántico que rompió sus esquemas, no para convertirte en estatuas porque sabemos lo que las aves hacen con ellas, pero si, un héroe autentico y gran revolucionario que no solo protestó con su canto sino que amó con su poesía.

Zapatos de mi conciencia, mal que bien me van llevando…

Hace muchos, muchos años, cuando fui fan enamorada, ese apellido resonaba en mi mente y corazón, la vida continuó y el apellido sigue resonando, cuando pensé en escribir estas letras, me pregunté ¿y para qué? Pues para conocerte mejor Alí, padre cantor, entonces busque muchos datos sobre ti, y ocurrió que contacté a uno de tus hijos Sandino cantor, al que agradezco públicamente por suministrarme información, la emoción fue muy grande, no como fan enamorada sino como melodía de canción…

Zapatos…

Sandino me dijo la hora de nacimiento de nuestro cantor del pueblo, y que según su abuela (Carmen Adela) fue entre las tres y cuatro de la tarde, además me informó el nombre completo de su abuelo Antonio Isidoro, quien era pescador, y que Carmen Adela tenía más relación con el campo, con la siembra y cría de animales, los orígenes profundamente campesinos, y yo concluyo pensando en Eli Rafael como ese niño que anduvo entre pesca y corral, entre tubérculos y cabritos, entre pollos y ramas, entre felicidad y amor, que formaron en él, al gran cantor, el padre cantor, Alí Primera, quien aún canta y cantará de generación en generación, y como dice Silvio en una de sus canciones, mi amor no ha sido tan tremendo, ni tan ancho, ni tan bello, ni tan triste, ni tan sabio, ni tan solo, ni tan loco, ni tan todo, ni tan nada, pero canta…pero canta…y cantaras por siempre Alí, simplemente Alí…feliz cumpleaños, canta, canta compañero que no calle tu canción, si te falta bastimento tienes ese corazón, que tiene latir de bongo color de vino ancestral, canta, canta compañero, canta, canta compañero…"

 



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Carmen Teresa Alviarez de Largo

Profesora de música

 teresadelargo@yahoo.es

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