Oligarcas, abran bien los ojos, el corazón y la mente

La ayuda de todos es esencial, incluso la de ustedes oligarcas, y si bien nuestro proceso revolucionario debe seguir mejorando, necesitamos comunicarles con palabras y hechos que, esta agitación promovida por ustedes que actualmente bordea la anarquía produciendo temerarias demandas de ley y de orden no tiene asidero. Pero, de la misma manera que una olla con agua hirviendo no va a dejar de generar vapor porque tenga la tapa puesta, nuestra revolución no puede ser suprimida con marchas y protestas aun con el apoyo de los norteamericanos.

En vez de protestar sin ton ni son, tratando de ocultar la falta de un liderazgo de la oposición con un proyecto país que se iguale o supere al actual. Mientras ese día llega… ¿no sería mejor manejar esa agitación canalizándola hacia la modernización de esta sociedad para el bien de todos? ¿Por qué no usar ese vapor para limar nuestras asperezas y aclarar nuestras dudas, pulir nuestro patriotismo con nuevo brillo y modelar un nuevo espíritu venezolano? Para hacerlo, deben considerar a todo el pueblo y llegar a sumar. Tal posición deben tomarla ahora mismo.

Si Uds. oligarcas y oposición abren bien los ojos, el corazón y la mente, podremos detener la corriente que conduce hacia su eliminación política, comercial y dado el caso, no tengan duda que, la eliminación física, porque, para que sufran mis hijos y mi familia que sufran la de ustedes.

La agitación, la duda, la sospecha, la frustración, debemos detenerla antes que ustedes provoquen una mortandad inevitable para ver quien agarra el pabellón del liderazgo, porque no estamos dispuestos a ceder. Integrémonos, las condiciones las ponemos nosotros, mejor dicho, hace rato ya, las puso el presidente Chávez.

No resulta adecuado siquiera considerar que, las pautas que fueron buenas para nuestros padres son suficientes para nosotros, o lo serán para nuestros hijos.

El proceso por más que lo deploremos o lo ponderemos no resulta ser el mismo que el año pasado, siempre será turbulento, así fue ayer así será mañana, pero ahora, mas acentuado, tenemos un capital psicológico que es la relación entre libertad y desarrollo.

Estos años de proceso revolucionario nos enseña que, pese a los múltiples problemas el resultado económico e intelectual del pueblo, es el resultado de cómo se administra el capital humano: educación, salud, capital material y comportamiento social, sus inversiones en los recursos energéticos y naturales, anteriormente, a esto, nunca se lo considero como capital humano cuyo capital psicológico de la masa sostiene la revolución.

El gobierno de Sr. Presidente Chávez se caracteriza por la valoración del capital humano que es el capital psicológico del proceso y es la gran diferencia con el capitalismo. ¿Qué actitud hacia la libertad tiene el pueblo venezolano? para que con ella sostengan su propia vida y procurar la felicidad con ayuda del Estado. Ahora nosotros tenemos la respuesta para dilucidar la confusión.

Gracias a los desacuerdos con los viejos políticos y sus viejos sistemas que nos han guiado al caos y a la pobreza material, el desarrollo que pretendemos, sumado a un mejor conocimiento de causa nos permite examinar profundamente los supuestos sobre los cuales basamos la lucha contra Uds. Oligarcas, representantes monstruosos del capitalismo.

Debemos dirigir una nueva mirada a los derechos concedidos por el Estado, no, porque todos estén convencidos en los principios del socialismo del siglo XXI, sino porque advertimos que la naturaleza de nuestra nación está cambiando. Algún día, y el comienzo de ese día no puede estar muy lejos.

Para eso, los radicales que expresan sus ideas revolucionarias, muchas veces contra el mismo gobierno, no deben ser acallados, porque entre ellos puede estar la respuesta para aliviar el descontento que existe. Es saludable estar en desacuerdo con los viejos adagios, viejos paradigmas, que han guiado las revoluciones pasadas para poder construir un sistema social que se preocupe de manera integral por todos, especialmente por los más pobres.

Sistema socialista en el siglo XXI con ideas más poderosas que las ideas de Marx o Lenin, porque usan la realidad de un mundo con una economía globalizada. Esa objetividad la usamos para ser fuertes y, con razón moral ¿De qué vamos a tener miedo? Estas son preguntas que debemos hacernos, la búsqueda de estas respuestas deben ser permanentes.

En nuestro presente, la mitad de la sociedad está en desacuerdo con nuestra guerra, invocan al pasado de la cuarta república con el fin de reclamar derechos que nunca tuvieron, para decidir cuándo se justifica una protesta. Es bastante cuestionable que las manitas blancas no hayan leído o entendido o visto los resultados del sistema que dicen defender.

Pero, hay un concepto que no pueden rechazar por desacuerdos ideológicos o porque Chávez les moleste, el patriotismo. Se le debe otorgar la mayor consideración por mas sublevan te que les resulte, pues esa es la esencia del disenso.

Ser revolucionario es atacar los problemas de hoy y de mañana, no es negar nuestra herencia. La herencia de los patriotas que surgieron de este país. En realidad, negarse a reconocer la necesidad de una revolución educativa, comunicacional, industrial, cultural, económica, es negarse a un desarrollo científico con los principios revolucionarios para encontrar la libertad.


rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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