Los piratas del Caribe y la importancia de la sal

Muy a menudo y desde niños hemos leído, escuchado cuentos, visto películas y hay hasta quienes han ido a Disney World a visitar el espectáculo “Los Piratas del Caribe” pero quizá nunca les ha pasado por la cabeza cual fue el fundamental propósito de algunos de estos piratas. Los piratas y muy especialmente los del Caribe mucho de ellos no eran tan “piratas” ya que fueron protegidos por reyes y reinas durante los siglos XVI y XVII época floreciente de la piratería. Es sabido que los piratas en cuanta ciudad entraban hacían destrozos, quemaban iglesias, saqueaban ciudades como lo hicieron en Coro. Cumaná y Maracaibo; igual cosa hicieron en San Juan de Puerto Rico, La Habana y Cartagena por sólo nombrar a las ciudades más conocidas que fueron saqueadas por esos aventureros. De los más famosos corsarios que vinieron al Caribe y Venezuela se encuentran, nada menos que, dos con títulos nobiliarios, Sir Francis Drake y Morgan ¿por qué ese título de nobleza? la razón es que ellos sirvieron a su majestad con un “noble” propósito, la apropiación indebida, como diría un abogado, de las salinas del Caribe. La piratería tenía unos fines muy distintos dice Carlos Felice Cardot en su libro Curazao Hispánico “que para unos sólo fue el pillaje; para otros la ocupación de las tierras; o la trata de esclavos africanos o el comercio de la sal. En ocasiones se conjugaban diversas finalidades”

Levi Marrero en su texto Venezuela y Sus Recursos nos dice: “La sal común o cloruro de sodio, puede obtenerse en yacimientos minerales, donde se acumuló en épocas geológicas pasadas y se encuentra hoy en forma sólida; o también mediante evaporaciones de las aguas del mar. Acreedor del 85% de la producción mundial de sal proviene de las minas, una de las cuales en Cracovia, Polonia, ha estado produciendo por más de siete siglos; pero en las regiones litoralenses de clima secos todo el año, o con una estación seca prolongada como el clima de sabana y mediterráneo es frecuente la obtención de sal directamente de las aguas del mar”.

La sal es tan importante para la humanidad y sus industrias que hasta la palabra salario se deriva de la sal, por cuanto en épocas remotas se pagaban las jornadas de trabajo a obreros y esclavos con sal., se pesaba la misma y de acuerdo a lo trabajado por cada obrero o esclavo se le daba x cantidad de sal

Volviendo a los piratas, éstos tienen su época de “gloria” durante los siglos XVI y XVII. Los primeros que llegan al Caribe y a Venezuela son los siguientes: a mitad del siglo XVI el pirata inglés Jhon Hawkins, nacido en Plymouth en 1532, protegido por la reina de Inglaterra atacó a Curazao en mayo de 1565 y debemos recordar que Curazao en esa época era regida por España. Su gobernador, cuando fue atacado por Hawkins era Lázaro Bejarano, este último es obligado por el pirata a subir a su embarcación, que contaba con 300 piezas de artillería, mejor armado que hasta un mismo barco de guerra, y forzó al gobernador a venderle un lote de cueros que tenía destinado a Jamaica. El lote fue pagado parcialmente con esclavos y a precio de “gallina flaca” y como si fuera poco el gobernador le tuvo que firmar un recibo detallado de lo que le “compró” Hawkins. A las órdenes de Jhon Hawkins estuvo Francis Drake que era su pariente, con él saqueó en 1572 la ciudad de Nombre de Dios en el Istmo de Panamá. Durante su estadía en ese país, desde lo alto de una colina Drake divisó el Pacifico y se propuso llevar allí el primer barco inglés. Regresó a Inglaterra, la reina Isabel aceptó su plan y le dio cinco navíos: Golden Hind, Isabel, Swan, Marigold y Cristóbal; atravesó el estrecho de Magallanes, llevando consigo el primer barco inglés que navegara en el Pacifico, Golden Hind, arriba al Norte de California, no sin antes haber hecho estragos en Chile y México, dándole su nombre a la bahía, San Francisco Drake. Retorna al Caribe en 1585. Luego en 1595 organiza con la colaboración de Jhon Hawkins una expedición cuyo objetivo principal era apoderarse de dos millones de ducados que estaban depositados en Puerto Rico en un barco español medio destruido por una tormenta. Falló su ataque. Los barcos españoles se les habían adelantado y las ciudades de América estaban ya mejor defendidas que diez años antes. Hawkins y Drake, los dos grandes corsarios ingleses de la época isabelina eran ya impotentes para renovar sus antiguas hazañas. Fracasada totalmente la expedición enferman y mueren frente a las posiciones españolas que ya sabían defenderse. Sir Francis Drake, es adorado por los ingleses por dos hechos muy importantes, para ellos, ayudó a destruir la flota naval española y fue la primera persona que llevó el tubérculo de la papa a Europa.

Veamos ahora otros piratas, el primer corsario francés de quien se tienen noticias de que atacó al Caribe y desembarcó en Coro, sede del obispado de Venezuela fue el francés Jeans Bontemps. Pero no sólo fueron piratas ingleses los que se hicieron presentes en el Caribe, los llamados filibusteros también lo hicieron. Los holandeses atacaron las salinas de Araya y la isla venezolana la Tortuga con la finalidad de apoderarse de las salinas. De hecho lo lograron y por un año estuvieron explotando las salinas de Araya, más de cincuenta embarcaciones se llevaron toneladas de sal de Venezuela. Por lo que no le quedó otro recurso al Rey Felipe IV que mandar a construir en 1622 un castillo para la defensa de las salinas. En 1622 los filibusteros atacaron a Cumaná con cuarenta y una velas pero fueron rechazados y tuvieron que huir a Margarita donde desembarcaron, allí fueron perseguidos, y muerto su líder. Las salinas de Araya y Cumaná fueron atacadas varias veces, en una oportunidad el 2 de diciembre de 1622, enviaron los holandeses dieciséis naves para rendir la fortaleza y apoderarse de la sal; con ese fin enviaron una comisión en una barca de la vela ondeando una bandera blanca. El comisionado del enemigo fue detenido, traía una larga carta para el gobernador “pidiendo bajo amenazas que le dejase sacar la sal y serían grandes amigos y le haría grandes regalos” El gobernador le contestó que “el Rey lo había puesto allí precisamente para defender las salinas y las defendería hasta morir, y que no volviesen a enviar mensajes, porque haría ahorcar al que lo trajese” Como resultado la invasión de los holandeses fracasó y tomaron rumbo a Santo Domingo Con la heroica defensa que hizo el gobernador Arroyo y Daza de Cumaná evitó que los holandeses se apoderaran de un botín de dos millones de ducados. Además, les echó a pique tres naves, destrozó muchas más y mató a más de trescientos hombres.

Dice Carlos Felice Cardot en su libro, ya citado, con el ataque a Cumaná “Holanda sólo trataba de lograr un punto de apoyo para la extracción de sal”.

Como es sabido, la sal es un alimento indispensable en la dieta humana y las salinas fuente de riqueza para quienes las posean. Venezuela cuenta con grandes salinas como son las de la Península de Araya, las de la isla de Coche, Cumaragua en Falcón y la de Sinamaica en el Zulia. Algunas de estas salinas no han sido bien administradas, y por ello han sido privatizadas y otras permanecen en un total abandono, como es el caso de las de la isla la Tortuga mientras el país sufre ocasionalmente de desabastecimiento de sal e inclusive en muchas ocasiones se ha tenido que importar. Debemos recordar que no sólo de petróleo vive Venezuela y si todas estas salinas trabajaran eficientemente, con equipos modernos podrían triplicar fácilmente su producción para la exportación y con ello no sólo contribuirían a ahorrar divisas al país, sino que las traerían para beneficios de todos.

Ahora veamos lo que ha pasado en años recientes con nuestras salinas, el gobernador Ramón Martínez del estado Sucre durante uno de sus mandatos en esa gobernación privatizó regionalmente Las Minas de Sal de Araya y según sus propias palabras “fue un excelente negocio” No obstante, lo pobladores de ese estado se quedaron esperando que con ese dineral se hiciesen obras para revolverles sus problemas porque si fue en Cumana y Cariaco el huequero de las calles quedó igualito y para colmo, nunca se dijo a dónde fue a parar el dinero obtenido por la privatización de las minas de sal. Sería bueno, que como estamos próximos a las elecciones de gobernadores hiciesen público, con lujo de detalles, en que se invirtió ese dinero, si es qué se hizo, en las memorias de la Gobernación deben existir esos datos. .

gilrsalame@yahoo.com


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Gil Ricardo Salamé Ruiz

Economista, con Post Grados en Industralización y Ecología. Historiador.

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