Las perversiones excrementosas del oposicionismo

Desde 1958 hasta 1998, la jerga escatológica utilizada por la dirigencia de la IV Republica afectó las estaciones superiores de la nación, ya que sirvieron para encubrir la violación de los derechos humanos y saquear groseramente la hacienda pública para el enriquecimiento súbito.

Sin embargo, los dolientes de ese cuarto republicanismo vulgar y especulador hoy se sienten ofendidos y han suscitado una oleada de exhibicionismo moral por una palabra pronunciada por el presidente Hugo Chávez.

Es de suponer que esa precaria dirigencia oposicionista, que durante 40 años fue gobierno, sólo intenta atraer mediáticamente la atención de telespectadores disociados, mientras le echa tierrita -como el gato- a su escatológica historia.

Para contextualizar lo que decimos, a continuación transcribimos unas cuantas expresiones y acciones excrementosas que caracterizaron y definieron la jerga de la IV República.

Acta mata voto: Maña tramposa, pícara, ladina, marrullera, disimulo repugnante con que la IV República adeco-copeyana manipulaba el voto manual para tratar de impedir su decadencia y su inevitable naufragio político. Esta expresión la emitió y patentó un personaje oscuro del cogollo adeco de cuyo nombre no queremos recordar, pero que, sin embargo, lo desenterramos para la historia estercórea del oposicinismo: Luis Alfaro Ucero.

Allanamiento de la UCV por parte de Rafael Caldera (1969-1970): El 30 de octubre de 1969 dos mil hombres, cien vehículos del ejército, unidades de infantería, cuerpo de cazadores, tanques M-8, policía política, Policía Metropolitana, PTJ, ejecutaron el allanamiento más desproporcionado, grosero, brutal e incivil realizado en la era del Pacto de Punto Fijo.

Bájate de la mula: Sinónimo de soborno depravado utilizado chapuceramente por algunos funcionarios públicos de la IV República. El bajarse de la mula iba acompañado del prosaico y vulgarísimo: “Cuánto hay pa’ eso”.

Conferencia Episcopal Venezolana: Cofradía malcriada, mimada y resbaladiza de obispos que, creyéndose “ungidos de Dios”, reconoció y respaldó sacramentalmente -a través de la firma de monseñor Ignacio Cardenal Velasco, arzobispo de Caracas-, el decreto cuarto republicano de Pedro Carmona Estanga. Con tal precepto pecaminoso, el oposicionismo -apoyado por una iglesia tan lejos de Dios como cerca de Estados Unidos- justificó el golpe de Estado del 11 de abril de 2002. En el lenguaje político el sinónimo de Conferencia Episcopal Venezolana es el de “adecos con sotanas” (Para comprobarlo, véase la fotografía del padre Luis Ugalde levantándolo la mano Carlos Ortega en al Quinta la Esmeralda)..

Disparen primero y averigüen después: Frase inmoral e inhumana que le permitió a Rómulo Betancourt vomitar el fascismo residual que llevaba por dentro. De este modo, el viejo tótem adeco y padre pecaminoso de la IV República adeco-copeyana, justificó la felonía, la barbarie y la cobardía con que se torturó, asesinó y desapareció a miles de revolucionarios durante su gobierno. La frase también sirvió para argumentar la ejecución de las masacres de Cantaura (4 de octubre de 1982, gobierno de Luis Herrera Campíns: 23 muertos), Yumare (8 de mayo de 1986, gobierno de Jaime Lusinchi: 9 estudiantes acribillados), El Amparo (29 de octubre, gobierno de Jaime Lusinchi: 14 pescadores muertos) y Caracas (27 y 28 de febrero de 1989, gobierno de CAP: nunca se dijo cuántos fueron los muertos, quizás más de 5000, en la gran protesta popular contra las medidas neoliberales que intentó aplicar el régimen cuarto republicano de turno).

Graduación de Nixon Moreno: Burla académica. Acontecimiento bochornoso. Anti ético e inmoral que deforma el papel de la universidad venezolana. Estupidez ilustrada. Acto asqueroso e insolente, actitud delincuencial y pervertida de los dirigentes de la IV República. De tal modo, los mismísimos degenerados que ayer graduaron de abogada a Blanca Ibáñez, hoy le otorgan un título universitario a Nixon Moreno. Ya dicen dos viejos dichos populares que “cochino que come manteca mete la lengua en tapara” y “árbol que nace torcido, nadie lo endereza”. Y el oposicionismo nació retorcido.

Las calles son de la policía: Véase “disparen primero y averigüen después”.

Los jeeps de Ciliberto: Acto doloso, roñoso, ramplón., vergonzoso y vulgar cometido por José Ángel Ciliberto, ministro del Interior durante el gobierno de Jaime Lusinchi. El ministro Ciliberto fue acusado de usar indebidamente el dinero de la partida secreta de su despacho para comprar 65 jeeps que fueron activados por AD en la campaña de 1988.

Pacto de Punto Fijo: Alianza con que Betancourt, Villalba y Caldera petrificaron obscenamente el mapa político del país.

Padre de la (falsa) democracia: Cometiendo la burla más ordinaria y utilizando la mentira más colosal y desvergonzada, las hienas mediáticas vendieron a su aliado Rómulo Betancourt como “El Padre de la Democracia”. Esta chanza de mal gusto y genuflexa fue puesta al descubierto cuando Betancourt suspendió las garantías constitucionales el mismo día que el Congreso Nacional aprobó la Constitución de 1961.

Pareja presidencial Lusinchi-Ibáñez: La más alta jerarquía de la Iglesia venezolana en absoluto condenó el comportamiento impúdico del ex presidente Jaime Lusinchi y su secretaria privada, Blanca Ibáñez. Como se sabe, el desgobierno Lusinchi-Ibáñez dejó a nuestro país sumido en la más honda crisis económica en que haya postrado a nación alguna. La frase se puede utilizar como sinónimo de lujuria.

La iglesia venezolana jamás habló del comportamiento inmoral de ese viejo verde quien se autocalificaba de “cristiano”, y que dejó a Venezuela sumida en una de las más hondas crisis económicas en que haya caído país alguno.

Recadi: Vulgarísimo y masivo acto de corrupción consumado durante la gestión de gobierno de Lusinchi-Ibáñez. Como para hablar de Recadi hay que meterse en las profundidades del chiquero de la corrupción, por respeto a nuestros lectores preferimos hacer mutis. Quede para otro día la historia.

Tengo cubrido todos mis gastos: Frase desvergonzada emida por Blanca Ibáñez, secretaria privada de Jaime Lusinchi, al ser interpelada por el Congreso Nacional para que pudiera explicar su cuestionada conducta como funcionaria pública. Allí Ibáñez pronunció su insolente frase: “Tengo cubrido todos mis gastos”, en su intento por esconder los bienes acumulados desde el ejercicio del poder.

Viernes Negro: Indecente, indecorosa y obscena devaluación del bolívar que fue establecida el 18 de febrero de 1983 por el gobierno de Luis Herrera Campíns. La viciada desvalorización de nuestra unidad monetaria, fue rodeada de grandes vagabunderías y actos de corrupción que beneficiaron económicamente a quienes conocían de antemano que se produciría la devaluación de nuestra moneda, decisión que llevó a la quiebra del país.

Por lo visto, los oposicionistas no sólo han perdido la memoria y el talento, sino también la vergüenza. Ante tal ceguera, el oposicionismo sólo ve la grosería en la lengua de otros.


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Vidal Chávez López


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